14 de agosto de 2014

Inocente,asombrado y olvidadizo 12.08.14

Lectura: Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.12-14. En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños. Reflexión: ¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos? Sí nos hubiesen hecho esta pregunta a nosotros seguramente hubiésemos pensando que el más grande tiene que ser aquel que conozca más de Dios, o tal vez aquel que lleva sirviendo años en la iglesia, o el que es más generoso o el más piadoso. En fin nuestro criterio para elegir el más grande distaría mucho del de Jesús. Para Él el más grande está representado en la sencillez de un niño. ¿Por qué un niño y no otra figura? En particular pienso en 3 cosas: 1. Su inocencia 2. Su capacidad de asombro 3. Su capacidad de olvidar y perdonar Voy con la inocencia. Un niño lo que tú le dices lo cree y lo da por cierto y verdadero, un niño no entiende sarcasmos, ni de indirectas, ni doble sentido. Ejemplo: Mi sobrino de 5 años sabe que su papá vive en Colombia y nosotros le dijimos que lo llevaríamos a verlo, en el viaje llegamos al aeropuerto de Cúcuta para luego continuar hacia Río Negro que es donde vive mi hermano. Nosotros en Cúcuta dijimos ya llegamos a Colombia y el niño decía esto no es Colombia porque aquí no veo a mi papá. Tuvimos que explicarle que Colombia no es solo donde vive mi hermano sino que tiene muchos pueblos y ciudades. Los niños creen porque su inocencia no les hace desconfiar de lo que le dices, imagina sí creyéramos a Dios todo lo que nos dice con la inocencia de niño otra sería nuestra vida. 2. Voy con el asombro: Los niños son capaces de admirar y asombrarse con cosas que para nosotros son triviales fácilmente pueden asombrarse al ver el cielo, los animales, para ellos es como sí todo lo que vieran fuera nuevo para ellos. Sigo con cuentos de mi sobrino, cuando veníamos en el avión, me tocó ir con él y quiso el puesto de la ventana, tocó todos los botones que pudo, pregunto por cada cosa que tenía el asiento, ¿por qué había puerta de emergencia?, ¿Para que eran las máscaras de oxígeno? Cuando el avión estaba en las nubes, emocionado exclamaba: ¡mira tía los pueblos se ven chiquiticos! Estaba realmente asombrado, verlo me hizo sonreír y anhelar esa capacidad de observar todo alrededor y disfrutar de esas pequeñas cosas. 3. Olvidar y perdonar: Es cierto que los niños cuando se enojan con uno dicen que no te quieren y algunos malcriados no dejan que los besen o los agarren pero también es cierto que su molestia dura poco, mi sobrina de 3 años su papá la regaño porque se estaba comiendo unos chocolates que eran de él, lloro y le dijo: tú me regañaste papi y yo los estaba contando y puso su trompa de molesta, a los 5 minutos mi hermano le pregunta:¿Con quién vas a dormir? Y ella contesta: contigo papi. Que risas la molestia con mi hermano no le duro mucho. Un niño no te está recordando a cada rato tus faltas y aun cuando está molesto su cariño sigue siendo el mismo hacia ti. En ellos habita el amor de Dios. Ojalá que podamos ser como ellos en estos 3 aspectos, que Dios transforme nuestro corazón duro, serio y orgulloso en un corazón inocente, capaz de asombrarse con lo sencillo, perdonar y amar sin mucho protocolo. Feliz noche y saca el niño que hay en ti.

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