2 de diciembre de 2011

Diálogo de la Naranja

M. Zen: La gente dice que cuando esta presionada actúa de manera irritante, todo se lo achacan al hecho de estar bajo presión, pero lo que no saben es que lo que sale de ellos en esos momentos siempre estuvo dentro de ellos, es como una naranja, su jugo esta adentro y cuando la misma esta presionada entonces el jugo sale.

Carajita: Si la naranja conoce lo que hay en su interior entonces cuando este presionada aunque no pueda dar más que el jugo que tiene dentro ¿Podría pensar en una mejor alternativa para mejorar el resultado final?, es decir la naranjada ¿Qué opinión tienes de esto?  

M. Zen: No sé si dará una mejor naranjada, pero si conoce lo que tiene dentro al menos tendrá más herramientas, más conciencia a la hora de actuar.

Carajita: Es decir, es un punto a favor.

M. Zen: Si, porque no somos naranjas, el jugo de uno no necesariamente se acaba, no es un sistema cerrado.

Carajita: ¿Cómo es esto? Lo del sistema cerrado, ¡explícate!

M. Zen: Si pues uno no es una naranja que lo exprimen y se seca y ya… Quiero pensar que uno tiene posibilidades de renovarse, de recrearse, regenerarse.

Carajita: ¡Ah! Esa es la gran diferencia entre la naranja y nosotros. Tenemos la ventaja de que somos perfectibles.

M. Zen: Bueno, si, y empeorables también… Vamos a decir modificables, no me gustan los juicios morales. Dicho pomposamente uno no es pura posibilidad de ser, posibilidad, no determinado limitado.

Carajita: Y ¿Si la naranja esta seca por dentro? Entonces no importaría mucho a que presión este sujeta, igual no va a salir nada de ella.

M. Zen: ¿Los gajos secos sin jugo?

Carajita: ¡Aja! Si esos mismos, pero dime ¿importa o no la presión para ellos?

M. Zen: No lo sé, si el objetivo es sacarle jugo pues es inútil, no sé si le importa a la naranja.

Carajita: ¿Por qué crees que es inútil? ¿Crees realmente que la naranja aunque este muy seca no puede sacar algo de si?

M. Zen: Ya no me gusta esa metáfora de la naranja. De la gente si se puede sacar… y no necesariamente con presión, sino en la forma clásica.

Carajita: Sabemos que hablamos de gente, solo que me gusta llamarlas naranja, además tú me diste la idea, pero sigamos hablando ¿Á que llamas tú presión de la forma clásica?

M. Zen: Bueno, presión,  algo externo ejerciendo fuerza sobre ti para llevarte a un punto que le interese al ente externo. Que no le saca el jugo a las cosas solo con presión.

Geto (intervención única): Pienso que la naranja no puede dar más de lo que no tiene. La naranja en si misma no tiene la culpa de estar seca.

Carajita: No he visto que una naranja por muy seca que este no tenga al menos una gota de jugo, pienso que ninguna naranja esta totalmente seca…solamente que no se maduro correctamente.

Carajita: ¿Puede la naranja morir a su propia esencia? ¿Se vuelve uno mejor o peor si la cambia?

M. Zen: No sé… ¿Qué carajo es la esencia? No sé si uno se vuelva mejor o peor… No sé si importe, si nuestra esencia es negativa habría que perderla. Ahora, que es eso… Eso que somos… ¿somos o no somos pura posibilidad de ser? Ya ni sé, quiero creer que posibilidad. Entonces no habría que preocuparse por tal esencia. Y si es inmutable como mi brazo, aunque haga pesas es aún mi brazo, cambia pero es el mismo también. Entonces tampoco preocupa porque eso va como que dejo de ser lo que soy… ¿y que soy? Parece que no somos, tan solo puara posibilidad de ser… lo que uno y las circunstancias lo hacen ser.

By: Johanna A. Jaimes P.












  









30 de noviembre de 2011

Diálogo cercano

1 º Encuentro Hora: 01:39 pm

Ángel: Me pregunto; ¿Por qué tenemos que esperar que ocurran situaciones trágicas para buscar a Dios?

Ángel: ¿Por qué el grano de trigo debe morir para que de fruto?

Ángel: ¿Quién crees que use ese medio?

Ángel: ¿Es Dios quién se acerca al hombre a través del dolor? O ¿es el hombre que busca a Dios en su dolor?

Ángel: Si es la primera ¿Por qué crees tú que Dios elija ese medio?

2º Encuentro Hora: 7:48 pm

Mamarracha: Ángel, ¡estas filosófica hoy!

Mamarracha: Bueno yo lo que puedo decir es que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman.

Mamarracha: Si creo que el dolor sea un medio para acercarnos a El, pues El mismo nos dio ejemplo de que el dolor es medio de santificación, creo que es porque allí en el dolor nos damos cuenta de nuestra pequeñez y de la grandeza de Dios.

Mamarracha: Hay santos que han considerado un privilegio el dolor y el sufrimiento, para ellos ha sido el medio más grande para llegar a la santidad.

Mamarracha: Cualquier medio es apropiado siempre y cuando se viva en el amor.

Mamarracha: Cuando el Evangelio dice: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” es porque tiene sentido morir a ti mismo por el Ideal Supremo EL AMOR, no importa el sufrir porque al hacerlo lo entregas como parte de ese amor que sientes.


 By: Johanna A. Jaimes P.

24 de agosto de 2011

¿Columbia o el Reino?


O: Hay tantas interrogantes que a veces me surgen sin poder darle una respuesta concreta y que me convenza, realmente creo a veces que tanto estudio, tanta lógica a veces me deja en las mismas.
Si Dios tuviera Twitter o pin tal vez sería un poco más fácil preguntarle todas estas cosas que tengo en el aire. Me parece que no es muy justo pues ¿como es posible que yo ande tan pega’o? y eso que me parto el lomo todos los días de sol a sol, bueno en la oficina no pega sol, pero igual la plata no alcanza para nada, ni darme el lujo de comprarme una camisa Columbia puedo;  mientras que otros que tienen menos  intelecto, simples obreros, si lo hacen.
J: Mira Chamo, Claro que Dios responde lo que si es que hay que tener un pelo de paciencia te aseguro que nada te quedará sin respuesta.
O: ¿Cómo sabes tu eso? ¿Acaso hablas con Dios? ¿Por donde te manda eso Dios?...  ¿Por Twitter?
J: No, pana. Ese es tu problema, no busques entender tanto. 
O: Bueno, Pregúntale por favor mi duda de la camisa Columbia y mi concepción de la vida, si puedes hazme esa segunda ahí, 

porque ando medio confundido.
J: Mira, aquí Te mando a decir lo siguiente: Te di la inteligencia (por encima del promedio) para que precisamente tengas la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo. Tal cual como lo haz hecho en todas las etapas de tu vida, de hecho esa misma inteligencia la haz utilizado para ser capaz de ser fuerte y saber entender los designios que he colocado en tu vida ¿o no?. De manera que eres parte de mis obras maestras más importantes. Si yo soy quien maneja la empresa mas grande del mundo que es la creación, entonces ¿no crees tu que debo colocar inteligencia en hombres para que sean testigos y testimonio vivo de mi presencia? (lideres de la sociedad). Ahora te digo hijo amado, un hombre inteligente entiende mi obra y no reniega, un hombre inteligente no puede ser obrero hijo. Y para finalizar mi reino no es de este mundo, pues entonces seguro tendrás tu recompensa, pero no la esperes aquí en la tierra. Firma: Dios.
Entonces te pregunto:
¿Columbia o el Reino?
Enviado desde mi BlackBerry 
O: De pana hermano que fuera ya de mamadera de gallo, Gracias.

Esa es la respuesta, que fresa, tengo un amigo que habla con Dios.

Sin pensarlo prefiero el Reino, allí me reuniré con mis seres queridos algún día.

J: De pana que hable con Dios hermano, no se ni de donde escribí eso.

O: te creo. Y definitivamente…
“No atesores en la tierra, donde la herrumbre corroe, donde los ladrones roban y la polilla carcome. Atesora en las alturas, allí la herrumbre no existe, la polilla no devora y  pues donde esta tu tesoro, allí estará  también tu corazón”.
 Mateo 6, 19-21.

26 de julio de 2011

Logistikon y Nous

Desde hace mucho tiempo y aún en este tiempo se conoce; que existen en la mente dos hermanos, nada parecidos el uno del otro; pero unidos son la llave perfecta de la mente creadora.
Dos destellos que brillan uno a la vez o en simultaneo, hay momentos en los que pareciese verse con más intensidad el uno que el otro, aparecen de la nada para hacer sentir su voz, cada uno deleita con su particular actuar, siendo uno de ellos: metódico, racional, de pensamiento convergente, abstracto, analítico, muy lineal, secuencial y objetivo, domina muy bien el intelecto, es amo y señor de todo el saber y al hacer su entrada se despliega en todo su esplendor como fuente de conocimiento, que rebulle y fluye hacia afuera  dando todo lo que tiene, busca del pasado, se proyecta hacia el futuro, vive su presente capturando cada detalle y va hilando e hilvanando de manera perfecta hasta llegar al todo, entra en éxtasis al  ingresar al mar del conocer, es poderoso, realista y dominante, entero y secuencial, pareciera que el seguir una linealidad lo convierte en el mejor, su pasión se vuelve reto, parece competir con si mismo, mientras más conoce más tiene ansia del saber, hace falta más dice para sí, hace falta más, mientras más se embebe en elucubraciones, cada vez se da más cuenta que es poco lo que ha logrado, no por estar descontento con si mismo sino por ver que aún con lo recorrido que queda mucho por recorrer, se pudiera pensar en un acto un tanto engreído y egoísta de su parte pero lo que el mismo quiere reconocer es que aún queriendo saberlo y abarcarlo todo es mucho más lo que falta por alcanzar, el saber engloba solo una pequeña parte del total que forma parte del hombre, como diría una vieja copla:
 “Al final la ciencia más alabada es que el hombre bien acabe;  pues, al fin de la jornada, aquél que se salva, sabe; y el que no, no sabe nada”.
Vive la mente entonces en la búsqueda del saber y en esa búsqueda el fin es la verdad, una cosa la lleva a la otra, un descubrir a otro descubrir, una interrogante a otra interrogante pareciera un ciclo sin termino, en donde a veces se vuelve a retomar el lugar de partida para poder entender lo que al frente se tiene, o también donde es necesario buscar el fin último para ir desengranando lo que se desconoce.
¿Con qué nombre se conoce esta parte de la mente? De que manera llamarlo después de tal descripción, encerrarlo en un nombre sería como ponerle límites al que no quiere ser limitado, pero si se hace urgente citarlo  de algún modo, pudiera decirse de él a modo de presentación que al amo del saber y el conocer podemos designarle alguno de sus tantos nombres, como lo es Logistikon.
Pero existe otro hermano en  la misma mente ¿Cómo han de convivir? Dos en una sola.
Amante y soñador es el segundo, rey de lo intuitivo, dueño de los sentimientos y emociones, donde emerge la alegría  lo que divierte, apasionado y entregado, su imaginación cual caballo indómito vuela en vez de correr, en tan solo fracciones de segundos puede estallar en un sin fin de emociones. Vive la esencia misma de la vida, la percibe en si misma.
Su intrepidez no acaba en una línea, no conoce el paso a paso, tiene la capacidad de concentrarse en el todo de las cosas, no sintetiza, es subjetivo, sus ojos todo lo captan, todo lo perciben, tiene memoria fotográfica, es artista nato, para el no existe la rigidez, cree que todo lo puede, cuando da cabida a lo que siente es como una avalancha que avanza y a medida que gana distancia se acrecienta.  En lo particular yo diría que en él se concibe lo que siente el corazón.
A la luz del mundo,  muy complejo, tímido la mayoría de las veces, esta misma que invita a llamarlo, al ser invitado se despliega en todo su esplendor, la creatividad lo acompaña en cada paso, vive el momento, usa fuentes de inspiración diversas, desde una pequeña violeta hasta la explosión del Allegro en “Las cuatro estaciones” de Vivaldi.
Aún en el silencio encuentra inspiración, en medio de la nada donde todo esta dormido emerge muy lentamente el creador, allí ya hace burbujeante su poder creativo,  innovar es su lema, se vale de lo más mínimo, es capaz de ver en una simple piedra la gran obra escondida, no hay colores favoritos, no hay fealdad para aquel que en el mismo hecho de crear ya concibe la belleza.
Sin palabra alguna es capaz de comunicar lo que hay dentro, tan solo con una mirada basta, cuna donde nace el amor que también es inspiración, he dejado para el final su nombre por la simple y única razón del olvido pues este cerebro no conoce tiempo, para él, el  tiempo es la vida, para él, el tiempo es poesía.
Nous, es de quién ahora les hablo, el segundo de los dos hermanos.
Sin el uno, sin el otro, la mente estaría vacía, si le faltara alguno de ellos que triste sería la vida. Si los dos al mismo tiempo se sincronizan en el actuar serían arma poderosa para aquel que los descubra.
Dos cerebros, una mente una vida para dejarlos actuar.

17 de julio de 2011

Simplemente tú mismo

Dentro de cada uno de nosotros, hay un don especial, algo que nos hace ser diferentes de los demás. La mayoría de nuestro tiempo lo invertimos en juzgarnos unos a otros, detectando cada error y desperfecto en los demás, olvidándonos que lo que en realidad vale esta dentro de cada uno, donde los ojos de la envidia, de la maldad no pueden llegar.
El talento que cada persona posee no es igual o parecido al del vecino, “Es único” solo tú y nadie más lo posee y por ello eres especial, dentro de ti hay una gran habilidad, déjate llevar por ella y lograrás eso que pensaste que nunca llegarías a alcanzar. Cuando usamos los dones que poseemos hay un encuentro entre nuestra jornada diaria y una especie de fuerza propulsora, que parece interminable, una fuerza que te lleva a realizar todo con alegría y con todas las ganas del mundo, esa fuerza sin duda es Dios, quién cada día actúa en nosotros si se lo permitimos, valiéndose de lo que somos y de lo que tenemos; pero muchos de nosotros no nos damos cuenta de ello y es por eso que andamos por la vida todos desanimados y sin saber lo que queremos en realidad, vivimos cumpliendo y haciendo la voluntad de los demás sin sentirnos satisfechos con nosotros mismos, entonces somos semejantes a un barco a la deriva que se mueve según el vaivén de las olas o la dirección del viento. Al final de nuestro recorrido por la vida  algo muy dentro de nosotros se siente vacío y analizando todo llegamos a la conclusión de que hemos realizado los sueños de otros y no los nuestros, que hemos sido fantasmas que atravesamos el mundo sin dejar esa huella, ese toque especial que solo nosotros podíamos dar. No esperemos entonces hacer la evaluación final de nuestro actuar para darnos cuenta de lo que logramos o no; simplemente dejemos fluir el manantial de dones que  nos hacen único y exclusivo, sin olvidarnos de confiar siempre en Dios, recuerda darle siempre un lugar a Él en tú corazón, familia, trabajo, estudios. Reconoce su llamado, mantente siempre atento esperando como prado que espera ansioso y sediento la dulce lluvia que refresca y renueva. Reconoce tus dones, eres único, dale al mundo ese toque personal que tanto necesita. Alegra la vida de los tuyos pero no te olvides de ti, lleva a cabo tus planes y siéntete orgulloso al finalizar tu jornada, al finalizar tu vida. Tú debes ser, simplemente tú mismo.





31 de marzo de 2011

Carbón – Diamante

Pensar-Sentir-Hacer en la escritura se conjugan muy bien estos tres verbos que quizás estando separados no tienen el mismo efecto tiene sentido entonces la cita de Eclesiastés que dice: La cuerda triple no se rompe fácilmente.
 ¿Cómo escribir sin antes haber pensado? Ideado en la mente y tejido las palabras cual manos de abuela que tejen en compás con los hilos de la experiencia y las agujas del dolor.
¿Cómo escribir sin antes haber sentido? Hecho latir el corazón al máximo hasta llevarlo al éxtasis de quién se sacia y embebe en los torrentes del manantial de la vida.
¿Cómo escribir sin antes hacer? Sin haber tan siquiera tomado la pluma, sin haber tan siquiera deslizado los dedos por el tablero del alma.
En que aprietos me encuentro por haber osado expresar y sacar a la luz la irreverencia de mi ser, esta misma que no escatima ni se deja de rogar para salir a la luz, por cualquier hendija sale como quien no quiere ser visto pero cuando se encuentra en escena se muestra totalmente grandiosa lanzando al aire lo mejor de su repertorio y cada vez dándole mayor brillo, como quién se siente orgulloso de todo lo que acontece, que las palabras son arma de doble filo, esto parece no importarle pues se muestra tal cual es, a veces su aspecto se torna como el carbón ennegrecido, quizás es la única forma de agredir sin salir manchado pues que otra mancha puede adherírsele si ya su oscuridad no admite una mancha más, se divierte al dar su paseo,  como niño cuando ha logrado realizar su travesura ríe y sonríe sin mesura alguna, ¡no es posible que sea así! Suena un tanto desadaptado, fuera de si. Debes volver de donde saliste, recógete y reflexiona pues la oscuridad de tu insolencia no tiene la aprobación esperada, guardado y enjaulado deberías permanecer, llora, llora si quieres, ya bastantes problemas has causado como para que pretendas que se te premie. Quitando las capas de la tolerancia, no creo que encuentres a alguien que se te asemeje y que pueda entonces asentir y dar su si a tu actuación. No es válida, no pretendas ser aplaudido, si el público no aplaude lo que es contrario a su opinión.
Cabizbajo ha de volver y en ese retornar sabe que hay algo más valioso dentro, no puede ser que nadie más lo note, porque solo ha de resaltar o más bien opacar mi negrura, hay algo más y yo lo sé, me importa un bledo sino lo notan, ¿es que acaso están ciegos? Tienen el brillo ante sus ojos, pero parece cegarlos, dicen estar hastiados de lo común pero cuando surge lo inusual  es habitual no darle relevancia, son casos atípicos, extraños, totalmente fuera de lugar, ¿es que acaso lo que no es común no es tan  o más valioso? Pobres de mente parecieran  ser. Seguiré pues mi camino y dejare de Ser.
¡Imposible!, jamás se deja de Ser lo que se es, lo que puede suceder es que se adormezca otra vez para luego más adelante volver a reaparecer. No se puede esconder el brillo de un Diamante toda la vida en la piel misma del carbón como tampoco puede tenerse un Diamante sin antes haberse formado en el seno virginal oscurecido del mineral. Dos formas puede llegar a tener una totalmente débil y otra dura, una digna de admirar y la otra aborrecible, una brillante otra oscurecida, una lujosa otra sencilla.
Es totalmente válido amar y deleitarse en lo hermoso pues la belleza ha sido creada para   
 Maravillarse en ella pero siento tanta afinidad por lo despreciado, por aquello que todos fácilmente señalan, y es tanta mi cercanía que a veces dejo la puerta entreabierta para que pueda escurrirse cuál ladrón y dar su mejor actuación dándole a la vida misma ese toque extraño y diferente, reprobable por que no, pero que deja ese gusto de mocedad, ese toque de locura, ese sabor a sonrisa en los labios…
Carbón-Diamante a los dos los disfruto pero sin duda alguna siempre hay uno por el cuál hay más predilección. 

By: Johanna Jaimes

26 de febrero de 2011

El ratón marinero y la ballena blanca

Érase una vez un pequeño ratoncito que vivía en un barco pesquero, llamado el Navío azul; este barco no pescaba cualquier cosa, ellos se dedicaban a pescar ballenas pero no cualquier ballenas, ellos buscaban una en especial, la ballena blanca. El pequeño ratón se sentía orgulloso de poder pertenecer a tan importante tripulación y poder vivir en tan gran navío. Correteaba alegremente por todos los recodos y escondites del barco, cuando sentía hambre corría a la cocina donde el buen cocinero dejaba caer adrede migajas de comida para el pequeño comensal y cuando quería estar solo, subía al mástil y allí meditaba y contemplaba el horizonte, así eran los días de nuestro pequeño amigo, mientras tanto todos en el barco esperaban cada día poder encontrar su ballena blanca. Al ratoncito le encantaba escuchar las grandes hazañas de los marineros al atrapar las ballenas, no veía el día en el que apareciera la ballena blanca para poder atraparla y ser parte de esa gran historia.
Por otro lado a 90 millas del arrecife de “Los Tiempos” se hallaba una pequeña blanca su nombre era Petunia. Vivía muy alegre debajo del mar, todos los peces disfrutaban de su compañía y de sus juegos, a las viejas tortugas las tenía verdes de tantas preguntas, las estrellas y la luna eran sus confidentes durante las tranquilas noches, todo el día se la pasaba cantando y danzando, le encantaba bailar con las olas en la superficie aunque esto ya se lo había prohibido la abuela ballena pues era muy peligroso exponerse de esa manera, sin embargo era toda una tentación nadar en la superficie debajo del cielo azul.
Petunia era una soñadora y siempre había pensado en como sería el mundo fuera del agua. Un buen día decidió salir  en busca de una aventura donde daría rienda suelta a todas las locuras que había soñado pero desafortunadamente muy poco le duro su sueño ya que a sus espaldas se encontraba el gran Navío azul dispuesto hacerle frente  a tan singular hallazgo. Inmediatamente el capitán ordeno preparar el arponero y las pinazas con 10 remeros entre ellos el pequeño ratonzuelo, su corazón palpitaba con tanta fuerza que parecía como si tuviera un tambor dentro del pecho, al fin su sueño estaba frente a sus ojos. Sin mas comentarios que acotar comienza la lucha contra la ballena indefensa la cual al verse cercada moría de miedo y su sangre caliente comenzaba a helarse, fue capturada y sin que pudiera hacer nada fue remolcada hasta la costa , allí sería peor su final pensaba la pobre toda desconsolada.
Nuestro pequeño amigo en cambio se sentía muy orgulloso de lo que había ayudado a hacer, tanta dicha no puede ser cierta, mientras la pequeña ballena lloraba de tristeza por haber dejado muy atrás lo que era su hogar, ahora se encontraba en cautiverio y unos grandes barrotes cual soldados de plomo eran su cerco y única compañía. Esa noche miro al cielo y este ya no tenía el mismo color, una lágrima recorrió su rostro y pensó morir de tanta nostalgia.  
El ratoncillo que llevaba largo rato vigilando se acerco hacía donde estaba la ballena, sintió pesar al mirarla, sus ojos la miraron fijamente y se dio cuenta al instante que aquella alma anhelaba libertad, largo rato estuvo observando y cada minuto que pasaba el corazón del pequeño ratoncito se estremecía de dolor, ¡no era posible! Parecía que podía sentir el corazón mismo de aquella ballena y con el la condena de ya no poder soñar, ¿Qué he hecho? Se interpelo,  guardo silencio y de nuevo pensó he sido un egoísta solo he pensado en mí y olvide que hay otros que también sueñan, en el afán de ser feliz he dañado a esta criatura, algo he de hacer para resarcir mi error y de un solo tirón halo la cuerda de la puerta de la prisión dejando en libertad a la que había sido sueño, surcando los mares la vio alejarse con corazón agradecido, jamás olvidaría aquel gesto nuestra pequeña ballena, pensó de nuevo el ratón ¿De que sirve tener un sueño cautivo? Es mejor darle libertad, las grandes historias nunca mueren mientras haya mares que surcar, se acaba aquí una historia y otra vuelve a comenzar…

La ballena se sintió muy feliz de estar nuevamente en el mar, de mirar el cielo con esperanzas, de ver las miles de estrellas, pensando que tenia una segunda oportunidad de alcanzar sus sueños, un poco mas precavida por lo que le sucedió pero agradecida de estar nuevamente en libertad.
Así pasaba el tiempo y Petunia seguía  como siempre jugando y cantando pero había algo que la inquietaba y era el recuerdo de aquel tierno ratón que la liberó, pensaba que seria muy bueno que él pudiera jugar con ella por los mares y pasar horas contándole las aventuras que vivía y que el ratón le contara como era su vida en ese barco, que ella consideraba horrible.

Una noche de tormenta Petunia iba cantando por el mar y de repente se topo con  pedazos de un barco en el mar, entonces se asustó mucho y empezó a nadar sigilosamente y observaba los trozos del barco y le parecían familiar, a lo lejos divisó un pequeño bote con algunos hombres y al acercarse vio que eran los marineros de aquel barco que la capturó. Impresionada se sumergió pensando que sus arpones podían nuevamente lastimarla, quieta esperando que todo pasara se acordó de aquel pequeño ratón y del buen acto que hizo con ella, y pensando que el ratoncito estaba en el bote salió y remolcó la pequeña embarcación hacia la orilla, todos los marineros estaban felices. Ella esperó que estos abandonaran el bote para ver a su amigo el ratón pero cual fue su sorpresa cuando bajaron todos y su amiguito no estaba allí.

Desparramada en llanto Petunia se devolvió al mar y empezó a buscar a su amiguito nadando cuidadosamente se dio cuenta que había una botella flotando y dentro de aquella botella estaba el pequeño ratón, ella abrió su gran boca y aspirando todo lo que había en el agua cargo la botella dentro de si.

Sin mucho respirar ni tragar, nadó hasta la orilla de una pequeña isla, cuando llegó allí botó el agua y escupió la botella. Su amiguito estaba inconsciente pero ella se quedó allí. Con la nariz movía la botella a ver si con el movimiento aquel pequeño ratón reaccionaba, pero nada pasaba Petunia lloró al pensar que su amigo había muerto pasó toda la noche cercana a la orilla y a la mañana siguiente ella despertó y cual fue su sorpresa al ver que el ratón había salido de la botella, estaba todo malherido y lastimado a duras penas podía moverse. Ella pregunto: ¿cómo te llamas? ¿Te encuentras bien?
El ratón un poco molesto le respondió: - me llamo Martín.- y acaso eres ciega no ves como estoy.
Ella emocionada le dijo: - yo me llamo Petunia, gracias por salvarme la otra vez en el barco-

 Pero Martín la ignoró totalmente y se echo en la arena acurrucado. Ella con su nariz lo movió y él se molestó y le dijo: - ¿por qué me salvaste?, ¡No ves que yo prefería  morir!, ¿Quién te pidió que me ayudaras? Iba a morir como un digno marinero, en el mar.

Petunia se rió de la actitud de aquel diminuto ratón y le dijo pequeño Martín “Todo lo que se siembra se recoge,” tu sembraste vida en aquel momento cuando me salvaste de tus compañeros, y eso quedó grabado en mi corazón hoy te toca recoger ese gesto de amor.

Martín molestó le dijo:- Amor, ¡Bah esas son pamplinas! Yo quería morir y no me importa lo que digas y para prueba de eso me voy a quedar aquí echado esperando que estas llagas me coman y mi fin llegue.-

Petunia lo miró y le dijo mañana vendré a verte otra vez.  Al día siguiente la ballenita llegó nuevamente a la orilla pero no venia vacía, trajo consigo unas ramas que había recogido con frutos de un arrecife cercano, cuando  llegó vio a Martín acurrucado entonces le coloco las ramas y le dijo:- come, eso te hará bien-
Aquel ratón obstinado le respondió:- ¡Ya te dije que he decidido morir aquí! Vete y deja me en paz-

Petunia con sumo cuidado lo movió con su lengua y se lo metió en la boca, el ratón asustado le decía: - ¡tú estas loca pedazo de ballena! ¿Ahora me vas a comer?

De repente se lo trago y saco por un pequeño orificio, el ratón  quedó asustado y encima de la espalda de la ballena.

Ella le dijo:- observa bien lo que te voy a mostrar y después decides si quieres morir- Petunia comenzó a cantar y nadar por el mar y lo llevó a cuanta isla ella conocía, lo paseaba por los arrecifes, los corales,  y Martín observaba detenidamente y en silencio contemplaba toda esa belleza, cuando estaba cayendo la noche la ballenita lo regresó a la isla y le dijo descansa pequeño amigo mañana vendré a verte nuevamente.

Al día siguiente tal como se lo prometió Petunia regresó a la isla  y se alegró mucho al ver que su amiguito estaba comiendo y vio que se había vendado las heridas. Lo saludó y le dijo:- Veo Martín que la noche ha sido buena para ti porque tus ánimos cambiaron-

A lo que Martín le respondió: La vida de un marinero es el mar y su soledad, de noche las estrellas brillan y la luna enamora el corazón de los marineros, había decidido morir pues consideraba que nada valía la pena fuera del mar, he vivido tanto tiempo surcando las aguas que me he olvidado de lo que hay en mi. La rudeza fue endureciendo mi corazón y se apoderó de el, las cosas no se ven igual cuando se esta encerrado en la dureza, se amarga pues el alma, se da muerte a lo que hay dentro, como cuando un arpón atraviesa el pellejo de la presa, se desliza filoso y penetra hasta dar muerte. Irrecuperable se hace el camino andado por la rudeza, pues a su paso destroza lo que encuentra como quién quiere saciarse, pero no cae en cuenta que al herir su hambre se acrecienta y el dolor se vuelve un hoyo sin fondo. Me he envuelto en mis elucubraciones y ellas me han apresado, he querido seguir y algo más fuerte que yo me detiene, diciendo es imposible ser mejor, el viejo actuar me ata y me revuelca de nuevo en el, el trato odioso y ofensivo se apodera de mi atándome y cegándome, bebiéndose en el placer, dispara su ponzoña para adormecer y matar a su oponente, sale todo lo malo y detestable que hay en mi, despertando como una bestia feroz, sale y se desborda y al desbordarse devora a otros devorándose a si mismo, dejando las migajas de la infelicidad, el hastío de los sueños, las ganas de no seguir viviendo.
Querida amiga he peleado toda la noche con esta bestia hasta quedar exhausto, lucha incansable ha sido esta en donde en cierto momento ya no podía más y en un grito liberador solo dije: Tuyo ya no soy. Mirando al cielo tuve la sensación que una voz como de hombre me hablaba, retumbaba fuerte dentro de mí, “solo conmigo serás feliz” le pregunte: ¿como llego hasta ti? Respondió: “solo en la continuidad del amor encontrarás el camino hasta mi”, Nuevamente pregunté: ¿Cómo en la continuidad? Si eso del camino del amor parece cortarse a veces, no tiene ilación lógica. ¿Cómo darle continuidad en el dolor? ¿Acaso no muere el amor cuando se encuentra con el dolor? ¿Acaso no es por el amor que el dolor aparece y da lugar a la rudeza?
La voz con tono sonriente una vez mas respondió: “Vas de prisa mi pequeño amigo, el A- mor es NO MUERTE, el dolor prepara el camino al amor, el dolor es el sendero por el cuál el amor camina. Cuando se mira el dolor no como un camino sino como un compañero de viaje entonces aparece la sombra de la rudeza pues el dolor como compañero se hace inllevable y es preciso que la rudeza sea quién lo cargue, no dejes que el dolor sea tu compañero pues es preciso que el sea el camino”
No entendí muy bien lo que aquella voz quería decirme, y antes que pudiera seguirle preguntando desperté y me hallé con vida, fue solo un sueño, pero sentía que dentro de mí algo nuevo brillaba y me dije: tal vez la ballena loca tenga razón con eso de lo del Amor.       

Me alegro Martín que todo esté mejor, mi trabajo ha terminado ya debo irme y me voy feliz sabiendo que no te darás por vencido más nunca. Y así aquella ballena se dio la vuelta y al partir Martín le dijo:- ¿te volveré a ver? Y ella le dijo:- sí… porque aunque no me veas, en  tu corazón siempre me tendrás.

Qué cosas que tiene esta ballena, dijo el pequeño ratón.

Martín son muchos los viajes y aventuras que quedan, hay que seguir por este sendero que llaman vida, rompiendo siempre con lo viejo y dando paso a lo nuevo, mi dolor es mi camino, camino por donde el amor camina. Y silbando alegremente dio media vuelta y hecho a andar.

By: Johanna Jaimes/ Alejandra Kremesis


28 de enero de 2011

Vino ¿bueno? o ¿corriente?

Ya estaba decidido, sería un vino lo que haríamos, ¡al fin estábamos de acuerdo! Fue así como comenzaron los preparativos para su elaboración.
Se escuchaban interrogantes  ¿De que fruta sería? ¿Cómo lo haremos? ¿Cuánto tiempo tardaremos? Pasaron los días y cada una de estas interrogantes conseguía su respuesta, ¡Será de mango! ¡Lo haremos por fermentación! ¡Tardaremos 3 semanas! Y fue entonces como llegamos a la última semana, al día de la prueba ¿Qué sabor tendrá el vino? Fuimos los primeros en probarlo, ¡Sabe rico! ¡Que bien nos quedo! Valió la pena nuestro esfuerzo, estos fueron nuestros primeros comentarios, luego fue probado por otras personas y salieron a relucir frases como: ¡felicitaciones!, muchachos han hecho un buen trabajo.

            Todo este asunto del vino trajo a mi mente aquel primer milagro de Jesús, donde en las Bodas de caná transformo el agua en vino. Y pensé como Jesús va transformando nuestras vidas, ¿Cómo convertirá nuestras vidas en ese vino?, me pregunté. Al igual que como lo hicimos nosotros, se preguntará ¿Qué fruto usaré? ¿Cómo lo haré? ¿Cuánto tiempo tardaré?, si pues, es evidente que tiene que hacerse esas preguntas afirmé.

            Entonces comienza seleccionando en nuestra vida aquel fruto bueno que hay en cada uno de nosotros, nuestras virtudes, luego comienza la fermentación y esa pulpa comienza a transformarse, puede que pase por situaciones difíciles y problemas grandes y pequeños que de alguna u otra forma dan un cambio a nuestra vida, solo que nosotros somos quienes decidimos si estos cambios nos ayudan a crecer o no, y así pasa el tiempo y cada día que pasa nos acercamos más a ser un vino. Y finalmente llega la pregunta ¿Qué sabor tendrá el vino? Es allí donde la mayoría de nosotros quedamos en el aparato, pues nuestro vino no le sabe rico a nadie ni siquiera a nosotros mismos, y es que aun con todos los cuidados que ha tenido Dios con nuestras vidas, nos empeñamos en malgastarlas en cosas que no nos llenan, en cosas que nos dañan, sucede entonces como el vino que es echado en cueros viejos, los cueros se revientan y el vino se pierde.
Nos olvidamos con que objetivo y por quién fuimos creados, olvidamos que fuimos creados para dar alegría. Alegría para el corazón, gozo y contento, eso es el vino bebido a su tiempo y con cuidado; más vivimos sin detenernos ni un instante, sin darnos cuenta de nuestros errores y mucho menos de a quién dañamos con ellos y así el vino en vez de dar vida al hombre más bien la disminuye. Al final de la prueba ¿Somos realmente un buen vino? ¿Un vino que valga la pena degustar?
Es hora de detenernos y dejar que Jesús sea quién comience a transformar ese vino que son nuestras vidas, para que así pueda escucharse entonces ¡Buen trabajo muchacho (a)!, escuchar decir: “Todo el  mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora”. Jn 2,10.

No seas un vino corriente, al que nadie quiere saborear, al contrario sé ese vino que se guarda hasta el final, ese vino bueno que da alegría y que llena de esperanza el corazón, que da vida al hombre, sé el vino que Jesús transformó en las Bodas de Caná.


By: Johanna A. Jaimes P. 

22 de enero de 2011

Tú Misión

Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?  Jueces 9:8,9.

Sabiduría es saber para qué sirves y por qué estás en esta tierra. Conozco personas desesperadas por escalar puestos, y no miden consecuencias para alcanzar sus objetivos. Jamás piensan si tienen talento para realizar el trabajo que ambicionan; lo único que les importa es alcanzar el cargo deseado, sin preguntarse si Dios los ha llamado para ese trabajo. Después se frustran, y frustran a los demás. En el fondo, se saben derrotados, y tratan de disimular la derrota con manifestaciones de autoritarismo.

La parábola de hoy muestra, alegóricamente, la sabiduría del olivo. ¿Ser rey? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Solo porque todo el mundo quiere serlo? No. ¡Déjenme tranquilo en mi misión como olivo! Dios me dio la capacidad de producir aceite, y lo haré bien hecho hasta el fin de mis días.

Una de las bendiciones de vivir en compañerismo diario con Jesús es que te sientes realizado y feliz cumpliendo tu misión. El amor de Jesús llena tu corazón de tal forma que no andas mirando a los lados para ver quién tiene qué o quién llega hasta dónde. Solo miras hacia adelante, y corres en el cumplimiento de tu misión. El resultado es que todos llegan, y las personas que conviven contigo también son felices porque, cuando todas las piezas de un automóvil funcionan a la perfección, el vehículo marcha bien.
Hoy es un día de nuevos desafíos. Tus retos no son los del otro. No quieras hacer el trabajo del otro y descuidar el tuyo.

Detente, piensa y medita. Sé consciente de tu misión, sin importarte si el trabajo de tu vecino es más bonito o más encantador que el tuyo. No te compares con nadie: Dios te hizo único en el mundo. Simplemente, cumple con tu misión y descubre una dimensión de la vida más significativa y fascinante. ¡Ah!, y no te olvides que "Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?"

Tomado de : Matutina Pr. Alejandro Bullón

14 de enero de 2011

¿Puente o Muro?

Quisiera comenzar esta vez citando un dicho popular que dice: “Cada cabeza es un mundo y cada hueco es un zanjón”  ciertamente; cada uno de nosotros somos seres humanos muy distintos; y es que nuestro Dios; Padre Creador, es un artista en eso de la diversidad, para Él resulta un deleite crear siempre piezas originales y distintas, hago especial énfasis en esta última frase, puesto que eso de ser distintos siempre trae un poco de molestia, ya que no hay una cosa que se nos haga más difícil; que lograr poner de acuerdo a un grupo de personas y mucho menos que se comprendan entre sí; es allí cuando se arma la buena.
Suele suceder que a menudo nos encontramos en medio de estas situaciones donde las posiciones y opiniones diversas están a la orden del día. ¿Qué hacer cuando estas como jamón en el sándwich?  Es decir en el mero centro. Sabiendo que todas las  partes tienen su pedacito de razón en lo que exponen. Creo que una de las primeras cosas que debemos hacer es escuchar con detenimiento y con el corazón, viendo a todos los  puntos; seguidamente situarse en los zapatos de cada  uno; para darte cuenta de lo que sucede de lado y lado y poder comprender y solidarizarte con todos sin hacer juicios y mucho menos situarte 100% en una de las posiciones, es así como entra en juego la actitud del puente y el muro, para ser un poco más clara con esto, defino lo que para mí representa cada una de ellas:

-          Actitud puente: Es aquella persona que busca en todo momento ser mediador y no atizador del fuego, la que genera los cambios que espera ver en los otros sin esperar que sean los demás los que den el primer paso, la que piensa que tal vez el otro necesita saber lo que yo siento y lo que tengo que decirle pero sin necesidad de alzar la voz ni mucho menos herirle, la que antes de emitir un veredicto se pone en los zapatos, tacones, chancletas, botas y alpargatas de los demás porque para ella es importante tanto su posición como la de los demás. La que aparta su egoísmo para darle un espacio a la diversidad del otro.

-          Actitud muro: Es aquella persona que se encierra en su carcaza dura y esconde lo bueno que puede dar por pensar que mostrar este lado lo hará lucir débil, o aquel que se deja vencer por el miedo y no dice las cosas pues para el es imposible llegar a un diálogo sincero sin que ocurra pues una tormenta; sin darse cuenta que en ocasiones el silencio es bueno pero el exceso de el puede resultar asfixiante, o al contrario aquellos que estallan como bomba y cuando logran llegar a la calma han desvastado todo a su paso, la persona que toma esta actitud es aquella donde la diversidad del otro choca y rebota o en algunos casos se quiebra sin remedio.

Pudiéramos pensar que la actitud del puente es la que debemos tener siempre que estemos en medio del sandwich y ¿Que pasaría si no estamos en el medio sino que somos uno de los polos? ¿Qué actitud es la que más nos conviene? ¿Aquella donde le doy un chance al otro o donde lo excluyo totalmente? Pues déjenme decirles que no necesitamos estar como el jamón en el sandwich para adoptar la posición que no solo me beneficie a mí sino que también sea buena para el otro.

Todos podemos ser puente, solo basta dar un doblez a nuestro orgullo y en ese doblez colocar la necesidad o la posición del otro, logrando así ser mediadores y agentes de cambio y no muros inmóviles y egoístas.
By: Johanna A. Jaimes P.

12 de enero de 2011

De una soltera a una casada

Mi intención es poder ayudar en algo pero en cosas del Matrimonio yo no soy precisamente la más diestra; es por eso que hoy quiero hablarte de la vida de alguien que alcanzó su santidad por medio de la paciencia que tuvo durante su tiempo como esposa.
Hoy te quiero hablar de la Patrona de los Imposibles, que es Santa Rita de Casia. Su verdadero nombre era Margarita, pero desde pequeña la llamaron Rita y así se quedó para toda la vida. Su mamá era estéril y Dios le dio el prodigio de tener esta buena hija.
El deseo más grande de su alma era ser religiosa pero sus papás dispusieron que ella debía contraer matrimonio y como era muy obediente así lo hizo. Ella no tuvo la fortuna de elegir a su esposo sino que lo eligieron por ella y realmente cualquiera diría que fue una elección equivocada pues el marido era un verdadero monstruo, resulto ser brutal, mujeriego y de temperamento agresivo. Ese hombre llegó a ser el terror de sus vecinos y principalmente de su hogar.
 Rita soportó día a día el mal genio de su esposo durante 18 años, y todo con la más exquisita paciencia, sin quejarse, sin recurrir a las autoridades para que lo sancionaran, todas estas cosas las soportaba y las ofrecía por la conversión de los pecadores y en especial de su esposo mal geniado.
Lo más grave de todo, es que sus dos hijos también heredaron el genio terrorífico de su padre. Rita sufría profundamente y no hacía otra cosa que llorar y encomendarlos en sus oraciones.
Pero como dicen: “La paciencia todo lo alcanza” y como Dios es un Dios de promesas y cumple su palabra, en Rita se hizo realidad lo que dijo Jesús: “Todo el que pide recibe. Todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo conseguirán”. Todas las súplicas de Rita fueron respondidas con la conversión de su esposo, que antes de morir pidió perdón a Rita por todo lo que le había hecho padecer, poco tiempo después murieron sus dos hijos; y ellos en la hora de su muerte también se convirtieron, luego Rita se hizo religiosa… pero bueno ese ya es otro cuento, quería que conocieras la vida de esta Santa mujer como muestra de que los imposibles si pueden darse en nuestra vida, en tu caso en el matrimonio, Rita no pudo escoger a su marido porque lo escogieron por ella, y ¡vaya maridito el que le toco! Toda una joyita; pero a través de él fue que ella alcanzó su santidad pues cultivo el fruto de la paciencia. Tú tuviste la oportunidad de escoger a tu esposo, y lo hiciste; sí es muy cierto que caras vemos corazones no sabemos pero fue el que tú escogiste, es preciso entonces preguntarse ¿Por qué Dios lo coloco a mi lado? ¿Por qué él y no otro? Tal vez sea porque tú debes aprender algo estando a su lado y él tenga que aprender de ti muchas cosas. También sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman”. En la práctica del Amor es preciso olvidarse de si mismo y comenzar a dar, tal vez no recibas en el momento pero ese gesto de amor no se perderá ni quedará sin recompensa, pues el amor es como la energía no se crea ni se destruye solo se transforma.      

9 de enero de 2011

¿Prueba de resistencia o prueba de Amor?

(Leer antes Capítulo 1 del libro de Job)

Job era un hombre justo y honrado, religioso y apartado del mal, a pesar de que no era israelita era un hombre temeroso de Dios. Job vivía en Us una ciudad que se cree se encontraba en la región de Edom, es decir que Job era descendiente de los edomitas los cuales eran enemigos de Israel. Los Edomitas eran de la tribu de Esaú y su enemistad con el pueblo de Israel se debía a que Jacob (quién fue llamado luego Israel) le robó la bendición a Esaú, bendición que le correspondía a Esaú por ser primogénito. Nos encontramos entonces ante una historia en la cuál Dios se vale de un extranjero y enemigo; Job, para enfrentar las convicciones arraigadas de los Israelitas.
Sin duda alguna la práctica del justo Job era agradable a Dios, me impresiona el hecho de que Dios estaba seguro de lo que era Job por eso se permite decir a Satán: ”Haz lo que quieras con sus cosas…” he allí cuando comienza el sufrimiento de Job al perder todo lo que tenía, casa, hijos, animales e inclusive su salud. Dios conoce el corazón desinteresado de Job por eso permite que Satán toque las cosas de este buen hombre, sin embargo cuida de el al decir: “pero a el no lo toques…”    ciertamente esta situación pudiera parecernos un poco injusta pues lo que está en juego es la vida de un hombre, se torna pues un ambiente de apuesta donde Dios apuesta por un hombre confiado en la lealtad de su corazón y por otro lado Satán se aferra a la desconfianza y a la infidelidad que caracteriza al hombre y da por hecha su victoria. Toda la hipótesis de Satán se viene abajo con las palabras pronunciadas por Job al decir: “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó: ¡Bendito sea el nombre del Señor!”
Heroicas y valientes palabras realmente como diría un buen amigo mío este hombre era un Guerrero, ¿Quién en su sano juicio pasando por todas estas tribulaciones al menos una vez no eleva una queja a Dios en lugar de una alabanza?, no niego que haya sus excepciones pero en la gran mayoría de nosotros es muy común escuchar ¿Por qué a mí? Las cosas no tienen el mismo sabor cuando están revueltas, que difícil se hace identificar lo dulce en las situaciones amargas de nuestra vida y más aún abrir nuestros labios para reconocer que todo lo que tenemos se lo debemos a Dios, reconocer que toda buena dádiva desciende de lo alto y así como se nos ha dado ¿por qué no nos podría ser quitada? Dios conocía el corazón y los sentimientos de Job para con Él, Dios no necesitaba probar a Job sin embargo permite que sobrevenga la prueba y esta confiado y tranquilo por la pureza que hay en el corazón de aquel justo llamado Job. Ahora también Dios conoce nuestro corazón y pudiéramos pensar en lo que Él desea escuchar de nuestros labios en esos momentos de prueba, ¿son entonces nuestros sufrimientos una prueba de resistencia o más bien una prueba de Amor a Dios?  La respuesta está en tus labios y recuerda que antes de ser pronunciada ya Dios la ha visto en tu corazón.   

By: Johanna A. Jaimes P.

8 de enero de 2011

La Iguana

Regresaba ese día de mí acostumbrado almuerzo al Laboratorio y cual sería mi sorpresa que al abrir la puerta encontré que parte del techo; que es de cielo raso; estaba en el suelo, pregunté: ¿Qué sucedió? Pero nadie sabía lo que había ocurrido, bueno como ninguno de los que trabajamos allí  estaba al tanto de lo sucedido no le dimos importancia al asunto y cada uno siguió en sus labores, pero al finalizar la tarde mientras ordenaba unas cosas me tope con que teníamos un inquilino en el Laboratorio, era una ¡Iguana!, al parecer ella estaba viviendo en nuestro techo desde hace tiempo y bueno ese día decidió bajar a visitar, inmediatamente se formó todo un barullo por la presencia de nuestra  nueva vecina, unos decían móntala de nuevo en su techo y otros que era mejor liberarla en un lugar acorde para ella, siendo esta última la opción ganadora.        Después de lo sucedido surge una pregunta ¿Qué rayos hace una Iguana en el techo del Laboratorio? Pudiera pensarse que la pobre andaba en busca de comida, si así fuese creo que buscaba en el lugar menos indicado pues dudo que en una empresa fabricante de plástico pudiese encontrar algo nutritivo; pues las iguanas son vegetarianas, otra opción sería que tal vez buscaba un lugar donde vivir pero tengo entendido que estos animales son arborícolas, otras acuáticas y otras terrestres, por esta razón se puede decir que el Laboratorio no era el mejor hábitat para ella. Hay una última razón que podría ser la más valedera y a la cuál quiero llegar con toda esta historia, tal vez la Iguana estaba “acostumbrada” a vivir en ese lugar, ¡sí! es posible que ella se sintiera segura allí aunque ese no era su hábitat y la falsa seguridad no la dejara ver más allá, y no se daba cuenta que tal vez existía un mejor lugar donde vivir.
         Sucede pues que muy a menudo somos como la Iguana del Laboratorio, nos acostumbramos tanto a los lugares, a las cosas, a las personas, a una rutina, al trabajo, a que nos maltraten o a maltratar, a no ser amados ni amar, es tanta  a veces la costumbre que somos incapaces de buscar un mejor trabajo pues nos preguntamos ¿Y si me va mal? Mejor es tener mi sueldo seguro, o tal vez eres de los que continuas casado(a) no por Amor sino simplemente para no estar solo(a) o para tener estabilidad económica, sentirte seguro, o de los que dicen yo nací pobre y así me moriré ¿Para que superarme ya los ricos están completos? Simplemente eres de los que se niegan a ver más allá pues con el aquí y el ahora están seguros y eso es lo que cuenta y si existe algo mejor eso no es para mí, amarran su mirada a una costumbre absurda y no miran al horizonte a ver si existe un hábitat mucho mejor que al que están acostumbrados.
         Somos reacios a los cambios, nos da terror pensar en hacer algo nuevo con nuestra vida,  nos la pasamos haciendo planes para que todo nos salga perfecto y así sentirnos seguros y cuando las cosas no nos salen bien nos desanimamos y dejamos de intentarlo, no hacemos ningún esfuerzo.
         Es muy cierto que debemos ser agradecidos con Dios por las cosas que tenemos, pero nunca dejemos de luchar y mucho menos dejemos que la costumbre y la rutina sombreen nuestra vida, no dejemos que una falsa seguridad nos haga ser como Iguanas de Laboratorio sin aspiraciones y viviendo una vida que pudiese ser mejor.

“Yo soy quién te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.” Jos 1, 9
By: Johanna A. Jaimes P.

6 de enero de 2011

El Fariechòn y el Publiciento

(Para esta historia sugiero leer Lc 18, 9-14)

En aquel tiempo, dos hombres subieron a orar al templo. Uno fariechón de pura cepa; el otro, un publiciento más, servidor de los Romanos.

El fariechón, erguido, conocedor de la ley, formal y fiel practicante de las tradiciones, todo un modelo a seguir, oraba en su interior pero era tan grande su ego que su grandeza se exteriorizaba y decía: ¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: no soy ladrón, no soy injusto, no soy corrupto, no soy infiel, ni mucho menos adultero, yo sería incapaz de dañar a alguien, yo no bebo, ni fumo, yo me levanto bien temprano a orar y a leer tu palabra, si alguien hace algo malo yo lo corrijo y le digo por donde debe ir, yo soy más humilde que Teresa de Cálcuta, siempre que me piden colaboración yo soy el que más aporta; en fin Padre soy todo un modelo de santidad, solo me falta la canonización. ¡Señor! sobretodo te doy gracias porque yo no soy como ese publiciento arrastrado y pecador.

Después de haber hecho esta oración el fariechón mínimo debió haber necesitado de un alfiler para poder desinflarse y bajar al suelo, digo por lo elevado que estaba.

Por otro lado allá a lo lejos, al final del templo se encontraba el publiciento, haciendo el menor ruido posible para pasar desapercibido, no se atrevía siquiera a levantar los ojos, era de esperarse esta actitud de su parte ya que los publicientos eran recaudadores de impuestos al servicio de Roma, se enriquecían a costa de la población, por eso no podía mirar al cielo; eran como aves de rapiña a la espera de una presa; sin embargo en este hombre había un toque distinto, estaba allí con cabeza gacha y golpeaba su pecho y decía: ¡Oh Dios!, ten compasión de mí que soy un pecador, aunque el hombre no pronuncio otras palabras imagino que por su mente pasaron todas aquellas injusticias y atropellos que había cometido para con los demás, su falta de amor a Dios y al prójimo, las veces en las que fue deshonesto en su trabajo, los insultos que pudo haber dicho en un momento de ira, las veces que envidio la suerte de los demàs y hasta la mujer de su amigo ¿porque no?, las mentiras dichas para salvar el pellejo, en fin todos los defectos que te puedas imaginar, si esos que vemos facilito en los demás y que cuando nos vemos nosotros no aparecen.

Allí delante de Dios encontraban dos corazones, uno altivo y elevado, otro miserable y arrepentido. Les digo que este último bajó a su casa justificado y el primero no. Porque todo el que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido.

Dos imágenes delante de Dios, una de vida “perfecta”  y la otra de tendencia pecadora, la primera viene comandada por la acción del hombre y sus ínfulas de querer ser intachable ante Dios y en la segunda no es el hombre quién protagoniza sino la acción misericordiosa de Dios quién acoge en su templo a todo aquel que humilla su corazón. Seamos pues humildes en nuestra oración y presentemos a Dios nuestras vidas tal cual son.

4 de enero de 2011

La oruga que quería alas

Dos orugas vivían con su padre bajo la sombra de una retama. Las oruguitas trabajaban duramente para ganarse la vida, pero una de ellas la menor anhelaba tener alas para poder viajar al país de las mariposas.
El Papá oruga le decía: no te angusties, ya pronto llegará el día en que lo que sueñas se haga realidad.
Pasado el tiempo la oruga mayor obtuvo sus alas y fue a mostrárselas a la oruga menor, esta le preguntó: ¿cómo es que las has obtenido?
La oruga mayor le susurro al oído ha sido nuestro padre quien me ha dado el secreto. Y dicho esto voló lejos de allí.
La oruga menor sintió mucha indignación pues su padre había sido injusto, por darle alas sólo a su hermana y a ella no.
Fue entonces delante de su padre y le dijo: exijo que me des un par de alas a mí pues yo también soy tu hija. No puedo querida hija porque lo que anhelas esta dentro de ti.
La oruguita le pareció una burla aquellas palabras de su padre pues como era posible que le dijera que lo que ella tanto quería que eran sus alas estaban dentro de ella.  Lloró pues amargamente.
Y al día siguiente decidió marcharse. Y le dijo a su padre: si tú no me puedes dar lo que quiero entonces saldré a buscarlo. Y así fue como la oruga menor emprendió la búsqueda.
Anduvo viajando de lugar en lugar ponía su mejor esfuerzo cada día en esa búsqueda; no se rendía pero todo parecía en vano, pues nadie era capaz de darle unas alas.  Se encontraba exhausta y derrotada.  De pronto una voz conocida le dirigió la palabra:

- ¡Hermana! ¿Qué haces por aquí? Era  la oruga mayor.

-  Respondió con voz refunfuñona; la oruga menor: vine a buscar mis alas.

- Pero no te dije que ha sido nuestro padre quien me las ha dado dijo pues la oruga mayor. Ve y pídele tú el secreto.

- Ya me lo ha dicho pero sinceramente creo que se burla de mí, dijo la oruguita menor toda decepcionada.

- La oruga mayor tocándole el hombro le dice: debes escuchar lo que el té dice pues Él siempre tiene razón y dicho esto voló nuevamente.

La oruguita continuó su camino pensando en aquellas palabras que había dicho su padre, pero le parecían absurdas, ¿era posible que las alas que ella tanto anhelaba estuviesen dentro de ella?
Cayó pues la noche y la oruga sintió frío, un frío que helaba la piel y sentía que ya ese era su fin. Esa noche deseo tanto tener sus alas que lloró y lloró incansablemente.
Fue cubriéndose del frío con una especie de seda que había fabricado, entonces pensó para si misma ya todo esta perdido me envolveré en mi misma y moriré sin remedio.

Pasaron pues 20 días y la oruga parecía estar muerta dentro de su capullo, ya hacía ella en un letargo casi inerte, lo que ella no sabía es que esa etapa de muerte era necesaria para lo que vendría a continuación.
Al finalizar el atardecer del día 20 la oruga sintió deseos de salir de su letargo y rompiendo el capullo;  cual fue su gran sorpresa que se había convertido en bella mariposa, las alas que tanto había deseado siempre habían estado con ella y en ese sueño de muerte emergieron para transformarla en tan hermosa creatura.

Había alcanzado por fin la oruga su sueño de tener alas y así aquella noche voló y no sintió miedo jamás porque recordó las palabras de su padre que le decía: “lo que anhelas esta dentro de ti” supo entonces que todo lo que quería lo lograría si buscaba dentro de si misma.

En la vida a veces somos como la oruga menor, siempre en una constante búsqueda que nos parece interminable y que no nos lleva a ningún lado y en ese caminar  dejamos de lado la voz de Dios, la voz del Padre que nos ama; y entonces empezamos a andar solos, por nuestra cuenta, pensando que haciendo las cosas por nuestros propios medios obtendremos lo que tanto anhelamos, pensamos que es injusto que a otros les lleguen tan fácil las cosas y a nosotros no,  y hoy te recuerdo que lamentablemente sin Dios nada somos y traigo ante ti estas palabras que son una promesa para todo aquel que se deleita y sigue los consejos del Padre:

Deléitate en el Señor, y el concederá los deseos de tu corazón.”

No dejemos pues de lado la voz del Padre, antes bien deleitémonos en Él y en su palabra que de seguro el se encarga de construir aquello que anhelamos. Antes de aventurarte a andar solo piensa mejor que de la mano del Padre vamos en la dirección correcta.