7 de julio de 2013

Diàlogo: Cada oruga a su capullo

GRETEL: No tengo ánimo. Ya me siento vieja. NEGRANIEVES: Ey, ¿que pasó? Yo tampoco tengo ánimo pero ¡Anímate! La vejez es un estado del espíritu. GRETEL: Bueno ya me llego. NEGRANIEVES: Ah, ¡noooo! ¿Qué es eso? a ti te pasa algo en serio. ¿Cómo andan tus cosas? GRETEL: Andando. NEGRANIEVES: ¿Entonces? Estas cuadrada hoy. GRETEL: Puede ser. NEGRANIEVES: Bueno toleraré tu cuadratura pero conste que yo no puedo ser cuadrada. GRETEL: Bueno quiéreme cuadrada y sin ánimo. NEGRANIEVES: Así te quiero vieja, pero no te jorungo mucho. GRETEL: Bueno si tengo los globos espichados. NEGRANIEVES: Sólo tú sabes quien podrá inflarlos de nuevo. GRETEL: ¡El chapulín colorado! jajajaja NEGRANIEVES: Uhjuuuummm. ¿Chapulín colorado? GRETEL: creo que son los rollos de otros que me tienen las fuerzas gastadas, no puede ser que una gente siempre viva con un rollo a cuestas, y una tristeza perenne, me estresa eso, ¿sabes? Porque no puedo ayudarles ni hacerles entender que no todo es sufrir, me provoca es dejarles la peluca pero aún así no puedo. NEGRANIEVES: ¡déjesela! cada quien con sus rollos y que los resuelva. Es que los problemas son como el capullo para las mariposas, solo que hay gente que no lo comprende. GRETEL: ¡epa!, esa frase me gusta. NEGRANIEVES: Esa parábola la leí hace poco. Tú sabes que yo no soy tan poética. ¿Has leído esa historia? GRETEL: No, cuéntamela, que lo necesito. NEGRANIEVES: Ahí te va pues. Bueno.... Era una vez un niño que se encontró una oruga y se la llevó a su casa. A todas estas el niño no sabía que era una oruga, simplemente se quedó con ella porque le llamó la atención, estando en casa, se dio cuenta de que había un animalito que hacía mucho esfuerzo para salir de ahí, el niño se compadeció del animalito y lo ayudó con sus manos a abrir el capullo. Y salió de ahí una hermosa mariposa pero esa mariposita nunca pudo volar. Cuando le preguntó a su papá el porqué, su papá le explicó que en ese forcejear con el capullo, el organismo producía los fluidos necesarios para dar fuerza a sus alas de manera que al salir con esfuerzo de él, la mariposa podría volar. ¡Tú eres como ese niñito! Sientes compasión por la gente y quieres ayudarla... Y eso es muy bueno, pero las personas también necesitan enfrentarse a sus rollos para poder volar ¿Ves? GRETEL: Esta bien tienes toda la razón, mi mamà me acaba de decir: todo problema tiene solución, pero a veces la gente no entiende que la solución no esta en sus manos, o puede ser que la solución no nos gusta. NEGRANIEVES: ¡Tu mamá es muy sabia! para mejores versiones de la historia: http://iiglesias.tripod.com/mariposa.htm GRETEL: ya la versión que debía escuchar me la diste tú. Ya entendí que cada oruga a su capullo, aún cuando podamos ayudarnos los unos a los otros, es necesario que así como el oro cada uno sea acrisolado en el dolor de la prueba, para que así lleguemos a la pureza que Dios quiere, o como la oruga a la belleza de la mariposa, y si queremos quitar ese dolor de la vida; entonces no alcanzaremos tal perfección y belleza. Es preciso dejar entonces que cada uno pase por estas dificultades para que así su aprendizaje sea grande, la mejor ayuda que podamos dar a alguien en la dificultad es ofrecer nuestro hombro para que lloren y se apoyen pero nunca romperles el capullo para facilitarles las cosas porque estaríamos contribuyendo a que sus alas se atrofien y no puedan volar luego. Bien lo dice la Palabra de Dios: Hijo mío, si tratas de servir al Señor, prepárate para la prueba. Fortalece tu voluntad y sé valiente, para no acobardarte cuando llegue la calamidad. Aférrate al Señor, y no te apartes de él; así, al final tendrás prosperidad. Acepta todo lo que te venga, y sé paciente si la vida te trae sufrimientos. Porque el valor del oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento. Confía en Dios, y él te ayudará; procede rectamente y espera en él. Eclesiástico 2, 2-6