26 de marzo de 2014

No hay lìmites para Dios. 25.03.14

Lectura: Pues nada es imposible para Dios. Lc 1, 37. Reflexión: Dice una canción de la Hna Glenda: "¿Por qué tengo miedo? si nada es imposible para ti. ¿Por qué tengo dudas? Si nada es imposible para ti. ¿Por qué tengo tristeza? Si nada es imposible para ti... Enséñame a amar porque nada es imposible para ti, enséñame a perdonar porque nada es imposible para ti." En la vida son muchos los obstáculos que se nos presentan, que nos amedrentan y hacen pensar que hasta ahí llegaremos. No se trata tampoco de creernos invencibles pues el poder viene de Dios. ¿Has tenido la oportunidad de ver el poder de Dios en manifiesto? Cito algunos momentos donde lo que parecía imposible sucedió por obra de Dios: - El paso del pueblo de Israel por el Mar Rojo. - David vence a Goliat. - Ana, mujer estéril concibe al profeta Samuel. - Isabel que era de avanzada edad concibe a Juan el Bautista. - María, virgen, concibe y da a luz al mesías. Cuando existe una limitante, que siempre las vamos a tener porque somos humanos, es ahí, en esos límites donde Dios comienza actuar y los límites se amplían o desaparecen, vemos pues que todo fluye. En este momento, puedes sentir en tu vida esos límites, y eso pudiera hacerte sentir impotencia, “Estoy de manos atadas", típica frase que solemos usar. No hay que desesperar, el que no espera en Dios desespera, porque ve los límites muy cerquita y todo parece cuesta arriba, en cambio el que espera en Dios ha permitido que Dios amplié esos límites y la dimensión de la esperanza cobra mayor sentido. ¿Cuáles son tus límites? ¿De qué sientes miedo? ¿Sientes que estas de manos atadas en alguna situación en particular?, pues es hora de poner esos límites delante de Dios, para que se manifieste su poder y haga que lo imposible pase, si es esa su voluntad. Dios obra en nuestra vida siempre que se lo permitimos, que tus límites no te paralicen, recuerda que tenemos uno que los amplifica. Feliz día, para el que cree en Dios no hay límites.

Sed de Dios. 24.03.14

Lectura: De los salmos 41 y 42 Estoy sediento del Dios que da la vida. Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío. Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo? Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas. Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la cítara. Reflexión: "Del Dios que da la vida está mi ser sediento". Sediento, viene de la raíz, sed, que significa:"Necesidad o ganas de beber. Anhelo, ansía o deseo vehemente". Varias veces en la Biblia se menciona esta palabra "sed", aquí les dejo tres citas que recuerdo, Los israelitas en el desierto a Moisés: ¿Por qué nos has sacado de Egipto? ¿Para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y al ganado? Ex 17,3. La Samaritana a Jesús: Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no tenga que venir a sacarla. Jn 4, 15. Jesús en la cruz: Tengo sed. Jn 19, 28. Para nosotros humanamente el tener sed es una necesidad básica que debemos cubrir. ¿Quién no ha sentido sed alguna vez en su vida? Hasta Jesús la sintió. Nuestra sed humana se calma con el agua, pero existen otras sed, que no las calma un vaso de agua. La sed de justicia, la sed de venganza. Así como los israelitas ¿De qué vivimos sedientos? ¿A quién le pedimos de beber?, o como la Samaritana ¿Reconoces quién te habla, el que te ofrece saciar tu sed, tù más profunda sed?: "Si conocieras el don de Dios..."Jn 4,10. Dios quiere hablarte, este tiempo es propicio para que despierte en ti ese susurro divino que el Creador ha sembrado en ti desde toda la eternidad, para que la sed que sientes te lleve a buscar el "agua viva", con la que sólo podrás saciarte. Deja ya de buscar en otros pozos, lo que Dios hoy te ofrece sentado en el brocal del pozo de tu vida. "Dame de beber, de tu agua Señor, ya no quiero tener sed jamás" No sé, de que sientes sed en este momento, tus deseos, tus anhelos, pero estoy segura que sean lo que sean, sólo Dios podrá saciarlos. "Dame de beber necesito más, ya no quiero tener sed jamás" Dile a Dios, cuéntale de tu sed y pídele que la sacie. "Dame agua viva, llena hoy mi ser, ven y sáciame con tu verdad" Que Dios hoy te inunde con el torrente de agua viva y humedezca tu corazón y lo prepare así como se prepara la tierra para recibir la semilla. "Yo quiero beber del agua de vida eterna" Pidamos pues a Dios del agua que nos da la vida para siempre. Amén.

22 de marzo de 2014

¿Malos, Buenos, los dos? 22.03.14

Lectura : Lucas 15, 1-32 El hijo pródigo. Por ser muy extensa no la coloco hoy. Disculpas, pueden ubicarla en el siguiente link: http://www.conjesus.org/evangelio-del-dia.cfm?id=evangelio-lecturas-del-dia Reflexión: En atención a un lector que hoy me escribió, para pedir sus minutos de reflexión y al que respondí con estas palabras: “No me ha dado chance de escribir. Además tengo el ánimo decaído y la boca sucia, es decir se me puede salir un saltar de groserías de la impotencia y rabia que siento." En atención a ese uno vayan estas líneas. Un Padre, dos hermanos, el menor altanero, y despilfarrador, el mayor egoísta y mezquino. Del Padre no tengo más que decir que: "Misericordia". Yo quiero hoy hablar de la actitud de los hijos, y de que tanto se parecen a nosotros. El menor: con actitud altanera y hasta un poco grosera se presentó a su Padre y dijo: "Dame lo que me corresponde de mi herencia". Al pensar en estas palabras no habremos sido nosotros altaneros al decir a Dios en medio de lo que vive nuestro país: Dame acá chico que yo veo como resuelvo por mis propios medios, ¡ya estoy cansado de pedirte y que no hagas nada!, no quiero seguir perdiendo el tiempo, yo me voy y resuelvo por mi cuenta. O tal vez cala mejor en nosotros la actitud del hijo mayor: " A este hijo tuyo que se va le matas el ternero más gordo y a mí que te he acompañado, nunca me has dado uno". En lo que respecta a nosotros, no nos parecemos a este hijo, cuando decimos del otro: "Ese no se merece nada, se equivoco, no hay que tener contemplaciones con él. ¿Perdón? No hay golpes de pecho que valgan. En cambio yo si merezco un mejor país, porque he trabajado y luchado, yo si merezco no digo un ternero, sino dos y tres. Yo siempre he tratado de vivir correctamente. Yo, yo y yo..." ¿Actitudes erradas las dos? ¿Estamos en alguna de ellas? ¿Quién es el malo, quién es el bueno? No lo sé, Tú mismo responde a estos cuestionamientos. Solo una cosa importa, a los dos Dios los trató con misericordia, a uno lo recibió de nuevo entre sus brazos y olvido sus errores, al otro lo llamo a la reflexión haciéndole ver que hay que dar oportunidad al otro de rectificar y también darse cuenta que lo que se posee se puede compartir. Misericordia, misericordia, Grande misericordia. Padre, solo tú, puedes actuar de esta manera tan acertada. Enséñanos a todos, a los dos bandos en los que se ha convertido Venezuela, a tener misericordia el uno del otro, a amarnos como hermanos que somos. Jesús, reúnenos de nuevo y haznos uno, como tú y el Padre son uno. ¡Feliz noche!

21 de marzo de 2014

Oasís o desierto. 20.03.14

Lectura: Jeremías: 17, 5-10 Maldito el que confía en el hombre; bendito el que confía en el Señor. Esto dice el Señor: "Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable. Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos. El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según sus acciones, según el fruto de sus obras". Reflexión: Dos lugares: el desierto y el oasis, el primero árido, seco, con vegetación escasa, inhabitable. ¿No estaremos en un desierto en este momento? Áridos, con una Fe escasa y desnutrida que no se alimenta ni se humedece de la Palabra y cuyo fundamento es tan pobre que cualquier brisa fácilmente puede moverla, como la arena en el desierto. Secos, con un vacío que es tan hondo que ni siquiera sabemos como llenarlo, buscamos llenarlo con deseos, placeres, cosas materiales, con logros,pero al final pareciera que echáramos todo en saco roto, nunca acaba de llenarse y la tristeza y depresión lo invaden. De vegetación escasa, no damos frutos y lo poquito que damos no lo ponemos al servicio del otro, hay muchas cosas que podemos hacer por el otro y no movemos un dedo. Ejemplo: si sabes algo enséñalo, si eres médico trata con amabilidad a tu paciente, si hay alguièn triste anímalo, si alguien te pide porque tiene necesidad ayùdalo, si alguien siente miedo abrázalo, sino tiene carro dale la cola, en fin obras pequeñas pero que llenan. Y cuando se esta en un desierto se anhela el oasis, que es el otro lugar que nos describe Jeremías, en ese todos queremos estar, y ¿què pasa que muchos no llegan, sino que se quedan varados en un desierto intransitable e inhóspito? Confían en sus propias fuerzas y posibilidades sin transcender más allá, sin reconocer que lo que somos y poseemos viene de Dios, con esta actitud, ntra confianza se traslada a lo humano y pierde su carácter divino. La limitamos, la reducimos a algo inferior, por lo tanto la agotamos y hacemos que cesè, pero si mantenemos la confianza en aquel que es fuente inagotable, difícilmente se irá a pique, por el contrario, se robustece, se reverdece y da frutos para todos, que agradan al buen Dios y que a la vida misma llenan. Feliz tarde y que nuestra confianza este puesta no en hombres limitados sino en Dios que es inagotable.

19 de marzo de 2014

Siempre a tu lado. 19.03.14

Lectura: Del salmo 88 Su descendencia perdurará eternamente. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice". Reflexión: Hay una película de drama del año 2009, que está basada en una historia real de un perro Akita llamado Hachiko, donde se muestra la lealtad del animal. El título de la película: Siempre a tu lado Hachiko, protagonizada por Richard Gere. Me perdonan los que no la han visto pero voy a contarles un pedacito de lo que sucede en la película. El perro todos los días acompañaba a su amo a la estación del tren, y cuando su dueño regresaba de vuelta de su trabajo a la estación, el perro estaba ahí para escoltarlo, todos los días el perro cumplía fielmente esta rutina. Un día cuando su dueño, que era profesor de la universidad estaba dando clases, le dio un infarto y murió. El perro fue a la estación como de costumbre y por supuesto no lo encontró, y así día tras día visitó una y otra vez la estación y su dueño nunca más llegó y al tiempo, el perro murió y le hicieron una estatua frente a la estación del tren de Shibuya, Tokyo. ¿Por qué traigo esta historia hoy? Fíjense lo fiel y leal que puede ser un animal, y los que tienen mascotas pueden dar fe de ello. Y si un animalito puede llegar a tal extremo de lealtad de esperar a su dueño aún después de muerto, no será mayor aún la lealtad de Dios nuestro Padre? La respuesta nos la da el salmista hoy cuando dice: "Mi amor es para siempre, y mi lealtad más firme que los cielos." Este texto en particular me reconforta. Me disculpan la comparación que voy hacer pero Dios es así como Hachiko, siempre estará en nuestra ida y regreso acompañándonos. Como dice el dicho popular: "Más fiel que perro 'e rancho." Feliz día. Dios guarde tus entradas y salidas.

Verbos repetidos. 18.03.14

Lectura: Isaías: 1, 10. 16-20 Aprendan a hacer el bien; busquen la justicia. Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: "Lávense y purifíquense; aparten de mi vista sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda. Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados sean rojos como la sangre, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean encendidos como la púrpura, vendrán a ser como blanca lana. Si son ustedes dóciles y obedecen, comerán los frutos de la tierra. Pero si se obstinan en la rebeldía, la espada los devorará". Reflexión: Aprendan, busquen, oigan, escucha, lávense, purifíquense, aparten, dejen, hacer, busquen, auxilien, defiendan, vengan, discutamos, sean, quedarán, encendidos, vendrán, obedecen, comerán, obstinan, devorará. 22 verbos distintos conté yo, en este texto, de los cuales los primeros 20 son usados de manera positiva para indicarnos como debemos actuar, lo que espera Dios que hagamos, y solo con los últimos dos el profeta nos denota acciones negativas, "obstinan" y "devorará". Nuestra rebeldía obstinada puede ocasionar que la espada nos devore. Que crudo suena. Una de las misiones del profeta es anunciar la Buena Nueva del Evangelio, pero también es su deber denunciar lo que esta mal, Isaías cumple perfectamente su misión. Nos expone claramente lo que como cristianos debemos ser, a propósito de que estamos en tiempos de Cuaresma: 1. Aprender hacer el bien: cuesta portarse bien y algunos dicen es aburrido, pero hagamos el intento. 2. Oír la Palabra de Dios: en ella están las respuestas que tanto buscas. 3. Limpiar lo que este sucio en nosotros: si nos tomamos el tiempo de limpiar nuestra casa, el cuarto, el baño, lavar el carro, ¿por qué entonces no limpiar el pecado y malas acciones que hay en nosotros?. 4. Dejar de hacer el mal: ser mejores cada día, en la medida que saquemos el mal de nuestras vidas en esa medida entrará el bienestar a ella. 5. Buscar la justicia: dar a cada quièn lo que le corresponde. 6. Auxiliar al oprimido: es bueno que te ocupes de ti pero no te olvides de tu hermano, es tu prójimo, no te hagas el indiferente ante su necesidad. Feliz día, Dios te ayude en esta lucha de ser cada día mejor. PD: Son 21, porque "busquen" esta repetido, pero como diría el lector que hizo la correcciòn, tal vez es necesario hacer hincapié en "busquen", no para buscar el error del otro, sino el mìo propio. (Javier Badell.

17 de marzo de 2014

Sean compasivos. 17.03.14

Minutos de reflexión Lectura: Pero aunque nosotros nos hemos rebelado, el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona. Dn 9,9. Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados. Perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida generosa, apretada, sacudida y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan serán medidos. Lc 6,36-38. Reflexión: Ayer en la iglesia escuché a la salida que estaban cantando la canción a María cuyo coro dice: Hoy he vuelto madre a recordar cuántas cosas dije ante tu altar, y al rezarte puedo comprender que una madre no se cansa de esperar. Venía manejando y cantaba ese pedacito y recordé al padre del hijo pródigo, el nunca se cansó de esperarlo. Aún cuando su hijo se portó mal, despilfarró su herencia en vicios, el Padre lo esperaba en el camino con los brazos abiertos. Y así es Dios, como las Madres, como ese Padre, no se cansa de esperarnos a nosotros. Si algo te detiene para volver a Dios, tal vez te ayude el saber que Dios es compasivo como lo señala el texto bíblico hoy. También se nos recuerda que así como nosotros seamos compasivos, perdonemos a otros, en esa misma medida recibiremos lo mismo. De tal manera que nosotros mismos somos el "compasivimetro", somos el instrumento que medirá lo que deseamos recibir. Feliz día, la compasión de Dios te alcance en la medida que tu dispongas.

15 de marzo de 2014

Limpios y no sucios. 14.03.14

Lectura: Ezequiel: 18, 21-28 ¿Acaso quiero yo la muerte del pecador y no más bien que enmiende su conducta y viva? Esto dice el Señor: "Si el pecador se arrepiente de los pecados cometidos, guarda mis preceptos y practica la rectitud y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá; no me acordaré de los delitos que cometió; vivirá a causa de la justicia que practicó. ¿Acaso quiero yo la muerte del pecador, dice el Señor, y no más bien que enmiende su conducta y viva? Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, no se recordará la justicia que hizo. Por la iniquidad que perpetró, por el pecado que cometió, morirá. Y si dice: `No es justo el proceder del Señor', escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá". Reflexión: Hay un dicho popular que dice: "Lo que hiciste con las manos, lo dañaste con los pies" ¿Qué es más fácil construir una casa o destruirla? No soy albañil, pero sé, que una casa lleva su tiempo construirla, días, meses, años inclusive, pero si queremos derrumbarla es solo cuestión de horas. Hoy el texto bíblico nos habla sobre el pago que recibirá nuestro proceder. Los que sean malos y se arrepientan y además obren con justicia se les perdonará, pero los que practican la justicia y luego se desvían, esos morirán. ¡Es injusto! Pensó el autor sagrado, ¡Es injusto! pensamos también nosotros. Pongo un ejemplo que puede nos ayude a visualizar mejor: Donde yo vivo el agua que llega, la toman de un pozo profundo, generalmente esa agua viene turbia, cuando yo lavo debo tener cuidado con la ropa y validar que el agua no esté sucia, sobretodo por la ropa blanca, porque la meto blanca y sale marrón, percudida, y así no la puedo usar, porque cuando se lava lo que se espera es que la ropa salga limpia. Dios espera vernos al final, limpios y no sucios, si hemos andado ya un camino de fe, donde se ha conocido lo que Dios nos pide, ¿qué pasa que nos percudimos en el agua sucia? Una de las razones es porque seguimos mirando hacia atrás, hay una cita que nos recuerda:"El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, ese no sirve para el reino de Dios" Mt 9,62 Jesús, es claro, el que emprenda este camino no puede meter retroceso. No sientas nostalgia de tus acciones del pasado, déjalas en el pasado, si ya has dado un paso para rectificar tus errores, no intentes volver a ellos, si ya has emprendido el camino de la justicia, continúa, porque Dios al final nos quiere ver limpios y no percudidos, y no tenemos excusa, ya estamos advertidos. Y guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por descuidado. Feliz día, somos inexcusables ante Dios.

13 de marzo de 2014

El que persiste vence. 13.03.14

Lectura: San Mateo: 7, 7-12 Todo el que pide, recibe. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre. ¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuánta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas". Reflexión: "Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá". Cuando leo este texto me remonto a la historia de la viuda que pedía justicia: Había una vez en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en la misma ciudad una viuda que acudía a él para decirle: Hazme justicia contra mi rival. Por un tiempo se negó, pero más tarde se dijo: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, así no seguirá molestándome. Lc 18, 1-5. Me llama la atención la perseverancia de la mujer, en la ciudad se sabía que el juez era injusto y que no tenía temor a Dios, sin embargo la viuda acude a él, porque sabe que es el único que la puede ayudar, yo imagino esta escena a mi modo, la viuda yendo todos los días a decir: Mire señor juez vengo para que me ayude. Al otro día: ¿Y es que no me vas ayudar es la vaina? Al siguiente día: Chico pero que te cuesta, mira que yo pudiera ser tu Mamá. Al próximo día: Bueno soy yo otra vez, te voy a tener que traer una foto mía pa’ que te acuerdes de hacer lo que te pedí... jajaja en fin yo me imagino lo fastidiosa que se puso hasta el punto que el juez dijo: ¡que va esta no me la calo ni un día más!. ¿No les ha pasado? Que alguien te pide algo y al principio dices no y estás bien portado en tu decisión y la persona, insiste, insiste e insiste hasta que por fin cedes, para que deje el fastidio. Recuerdo que cuando mis hermanos y yo éramos pequeños fuimos a La feria con mi Mamá y cuando llegamos empezamos a ver todo lo que había, dulces, refrescos, comida, artesanías y juguetes, muchas cosas que cualquier niño al verlas se antoja, y como era de esperarse le empezamos a pedir a mi Mamá, queríamos un resorte de juguete que era de colores, y ella dijo: No hay dinero para juguetes. La cara de desilusión se dibujo inmediatamente en nuestros rostros, mi hermano y yo desistimos de seguir pidiendo, porque sabíamos que cuando mi mamá decía No, era no, pero mi hermana menor no entendía de negativas y siguió insistiendo, y recuerdo que no fue mi mamá quién se lo compró sino una amiga que estaba con nosotros, tanto insistió la negra (mi hermana), que logró su objetivo, le compraron su resorte de colores. Tanto la viuda como la negra por su perseverancia e insistencia lograron lo que querían a pesar de que parecía cuesta arriba que les hicieran caso. "El que persiste vence", esta frase está muy nombrada en los últimos días en nuestro país Venezuela. Quiero tomarla no para hablarles de política, sino para hablar de persistencia en la oración, a veces comenzamos a pedir a Dios algo, al pasar los días y ver que no obtenemos lo que pedimos, entonces desistimos, o también pasa que comenzamos pidiendo algo y en el camino cambiamos de opinión y todos los días hacemos una petición distinta. Creo que vale la pena resaltar 3 cosas claves para hacer una petición: 1. Tener claro lo que se va a pedir. 2. Saber a quién se lo vamos a pedir. 3. Ser perseverantes en esa petición, mantenerse firme. Teniendo en cuenta esto evalúa tu oración, y pregúntate si realmente has hecho una verdadera petición o simplemente te has convertido en pedigüeño que un día pide aquí otro día allá. Y recuerda que lo que sea que estas pidiendo llegará si es la voluntad de Dios. Feliz día, el que persiste en la oración, vence.

Mi palabra harà mi voluntad. 11.03.14

Lectura: Isaías: 55, 8-11 Mi palabra hará mi voluntad. Mis planes no son sus planes, sus caminos no son mis caminos. Como el cielo está por encima de la tierra, mis caminos están por encima de los suyos y mis planes de sus planes. Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión". Reflexión: La palabra de Dios es viva, capaz de fecundar, engendrar y generar vida. Y la fidelidad del creyente se mide exactamente desde ese criterio. ¡Qué gran actualidad recobra hoy este pasaje, en una era especialmente inundada por tanta palabra que poco a poco intenta asfixiar la Palabra! La tarea del creyente es ser servidor de la Palabra. (Tomado de las notas de la Biblia del peregrino). Me fascina este texto de Isaías, tanto que hoy cuando lo busqué ya lo tenía resaltado en mi biblia. Creo que ese gusto viene del saber que Dios es un Dios de palabra, lo que dice lo cumple hasta la última letra, punto y coma. De una vez él nos aclara "mis planes no son sus planes, sus caminos no son mis caminos". No, nos engaña, habla claro porque sabe que nosotros algunas veces nos encanta tomar atajos y caminos verdes, eso está bien para evadir las guarimbas y barricadas, pero no para la vida de fe y la vida misma. Dios no toma atajos, no los necesita porque él sabe lo que esta antes, en frente y después del camino, su visión es ampliada. ¿Cómo hemos de responder? Te pongo dos modos: "Hágase en mi según tu palabra" Lc 1, 38 como respondió María ante el anuncio del Ángel que iba a ser Madre del Salvador. O como nos enseña el Padre Nuestro: "Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" Mt 6,10. ¿Quién es ese reino dónde se hará la voluntad divina? Pues el tuyo, el mío, el de todos, pero no vendrá solo, hay que darle entrada, como María, como los discípulos cuando aprendieron el Padre Nuestro. No es que la puerta a la voluntad de Dios este fuera de tu alcance es que tu tal vez estas tomando atajos y pretendes llegar a ella en tu tiempo y a tu modo, pero a la voluntad divina no se llega por los caminos verdes. Solo por el camino mostrado por Jesús. Tranquilo lo que Dios te ha prometido lo cumplirá. Feliz día, y pilas con los atajos.

Activa tu velita. 10.03.14

Lectura: Del salmo 18 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. La voluntad del Señor es santa y para siempre estable; los mandatos del Señor son verdaderos y enteramente justos. Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. Reflexión: El salmista hoy elogia los mandamientos y nos muestra las cualidades que poseen: 1. Reconfortan el alma. 2. Dan sabiduría al sencillo. 3. En ellos hay rectitud y alegría. 4. Son luz para alumbrar el camino. 5. Son verdaderos y justos. Tienen muchas más, pero quedémonos con estas por el momento. En especial quiero ilustrar dos de ellas: "Dan sabiduría al sencillo y son luz para alumbrar el camino." Con respecto a la primera tengo un ejemplo sencillo, mi primito Julio quién tiene 5 años, es muy tremendo y rebelde, cuando su mami le da una orden él es especialista en hacer todo lo contrario, generalmente cuando hace algo malo, en el mejor de los casos, su mamá lo manda al cuarto a reflexionar sobre sus actos, cuando esto pasa, llora y dice:" No quiero reflexionar", finalmente se cansa de llorar, se duerme, luego que se levanta dice: "no lo voy hacer más." Por un instante reflexiona y eso es signo de que algo de sabiduría le llega, aunque no le dura mucho. Pero se cumple lo que dice el salmista si reflexionamos sobre nuestras acciones, Dios nos da sabiduría, y ese reflexionar no es más que observar nuestras acciones en torno a los mandamientos. El otro ejemplo es el típico de cuando se va la luz, pues uno nunca tiene las velas a la mano, ni los fósforos, entonces comienza a tantear buscándolos, caminar a ciegas es muy incómodo, se tiene la sensación de que uno se puede caer o que puede tropezarse, luego que se enciende la velita, vuelve la seguridad a nosotros. Los mandamientos son como esa velita que se enciende para iluminar y poder ver por donde andamos y no tropezar. Pero tú puedes elegir si quieres encenderla o no, porque la velita no se enciende sola, tú tienes los fósforos, es decir tú decides cuando activar la velita de tu conciencia y caminar según lo que ella te dicte. También tú decides cuando acallarla o apagarla. Espero que siempre puedas mantenerla encendida para que no tropieces. Feliz inicio de semana y activa la velita de tu conciencia.

8 de marzo de 2014

Levanta el alma. 08.03.14

Lectura: Del salmo 85 Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Presta, Señor, oídos a mi súplica, pues soy un pobre, lleno de desdichas. Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor, que en ti confía. Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo tuyo de alegría. Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta. Reflexión: Pobre, desdichado, calificativos poco estimulantes utiliza el salmista en el texto, le faltó poco para decir soy un perro arrastra’ o. En nuestra vida son muchas las veces que nos sentimos por el suelo, asimilamos el andar de los réptiles rastreros, andamos cabizbajos, clamamos: Señor escucha mi súplica, pero la desesperación nos envuelve al no vislumbrar respuesta pronta, y metemos más la cabeza, como el morrocoy. Eso nos pasa. Caemos en la autocompasión, ¡oh, soy tan desdichado! Es una práctica contraproducente en momentos de aflicción. Conozco una peluquera que le encantaba esta práctica, creo que ella lo hacía sin tener conciencia de ello, cada vez que iba a su peluquería me echaba los cuentos de su desdicha, problemas económicos: tenía muchas deudas y el dinero se le iba en eso, con sus familiares: sus hermanos se metían en problemas y ella era la que los ayudaba, con las personas que trabajaban con ella: no le duraban, todas se iban. Se le murió el novio, en fin era un constante ¡Ay de dolores! Yo decía hacia mis adentros pobrecita, le ha tocado duro. Y me daba cuenta que cuando la compadecía, la vez siguiente que iba estaba igual o peor. Decidí no ir más, esas quejas constantes me abrumaban. Me sorprendí luego de mucho tiempo, porque ella busco y encontró a Dios y cambio su actitud, la última vez que fui, hasta novio tenía y se veía contenta. A ella le pasó como al salmista, fíjate que el comienza hablando de su desdicha y luego dice: "y ya que a ti, Señor, levanto mi alma, llena a este siervo de alegría." Su actitud cambio por completo, primero cabeza gacha y luego levanta su mirada a Dios y reconoce a Dios como bueno, clemente, amoroso y sobretodo que escucha, luego de eso pone su súplica y dice espero respuesta pronta. Toma una actitud positiva al levantar la cabeza, el alma, reconocer la grandeza del que es su ayudador (Dios), deja su súplica a sus pies y finalmente indica seguridad de que su petición tendrá respuesta, porque al afirmar espero tu respuesta pronta, es como si dijera sé que tú me vas a responder. Es con esta actitud que debemos acercarnos a pedir a Dios, seguros de que nuestras súplicas son escuchadas y respondidas. Por último para las que somos mujeres, Feliz día de la mujer y nos dedico este pensamiento de mi repertorio:" Busca la belleza de Dios en las personas, para así poder amarlas."

Sacrificio o acciones justas. 07.03.14

Lectura: Isaias 58, 1-9 El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas las cadenas injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos y rompas todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano. Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha. Entonces clamarás al Señor y Él te responderá; lo llamarás, y Él te dirá: 'Aquí estoy' ". Reflexión: Este texto está en línea con la exigencia de la interiorización de las prácticas religiosas: si estás no salen del corazón y sobre todo como fruto de una verdadera justicia, se convierten en abominación para Dios. (Tomado de la explicación de la Biblia del peregrino). Si hablamos de justicia, hay muchas definiciones que se han hecho alrededor de este término a lo largo de la historia, solo mencionaré algunos, como cultura general, Ulpiano nos dice: "Justicia es la contaste y perpetua voluntad de darle a cada quién lo que le corresponde." Y John Rawls la define como:" Equidad, que consiste básicamente en el principio de igual libertad, el principio de justa igualdad de oportunidades y el principio de diferencia." Nuestras acciones deben ser fruto de verdadera justicia, no estamos haciendo nada con cumplir con religiosidades, ayuno, abstinencia, sacrificios, si a nuestro lado hay injusticia y nosotros pasamos de largo sin alzar la voz ante ellas, y peor aún si con nuestras acciones caemos en aquello de no dar a cada quién lo que corresponde. Y estaremos pensando yo no le quito nada a nadie, ni robo, ni soy corrupto, pero y ¿cómo estás en aquella práctica de asistir al necesitado?, es ahí donde debemos meter la lupa, nos lo recuerda la palabra hoy, está muy bien que vayas a misa, te confieses, hagas ayuno, oración, dejes de comer carne, o dulce, o decidas no utilizar tanto el whatsapp o el pin, como sacrificio para agradar a Dios en este tiempo de Cuaresma. O lo que sea que te hayas fijado como propósito. Ojalá que además de eso incluye en tu práctica del día a día, el ser justo. Al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. El mensaje de Dios es claro, para èl tiene más valor si tus actos piadosos van acompañados de obras visibles. Y de esa manera la luz que es Dios, brillará en nuestra vida como la aurora.

6 de marzo de 2014

No uses paraguas. 06.03.14

Lectura: Deuteronomio: 30, 15-20 Hoy pongo delante de ti la bendición y la maldición. Esto dice el Señor: "Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal. Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella. Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás, tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él; pues en eso está tu vida y el que habites largos años en la tierra que el Señor prometió dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob". Reflexión: En que compromiso se nos ha puesto con esta elección: La Bendición o la maldición. Aunque las opciones son totalmente concretas y una excluyente de la otra, eso hace más fácil la elección. Entonces, ¿todos votamos por la bendición?, eso esta de ante ojito, pues cada uno desea y quiere lo mejor para si, pero el recibir esta bendición depende de nosotros, Dios no niega su bendición a nadie, nosotros mismos impedimos que llegué, les ilustro un poco con la siguiente anécdota: Yo tengo una matica que se llama Luisa, desde que la compré la tenía en un sitio donde le pegaba la luz y cuando llovía le caía agua, después de un tiempo decidí meterla adentro de la casa, y la puse en un lugar donde no le pega casi luz, y como esta bajo techo no le cae la lluvia, sino que hay que regarla y como soy olvidadiza más son las veces que no la riego que las que si, al punto que a Luisa se le pusieron las hojas amarillas y se estaba secando, la pode y la saqué afuera otra vez, pero sinceramente no creo que retoñe de nuevo. Lo que quiero decir con todo esto es que Dios puede querer bendecirte, pero depende de ti y lo que elijas, fíjate que cuando Luisa estaba afuera le daba la luz y le caía la lluvia, pero cuando la guarde en la casa, prácticamente la maté, porque ni luz, ni agua, en el caso de Luisa fui yo quien decidió meterla, y ese cambio la afecto, pero en tu vida y en la mía, somos nosotros los que elegimos estar o no dentro de la bendición de Dios, no podemos pretender que realizando malas acciones, Dios nos bendiga, Dios hace llover sus bendiciones pero si tu pones un paraguas o te metes dentro de la casa difícilmente te mojará. Hay un camino que ha establecido Dios y que el que camine por ahí siempre estará mojado con su bendición, ese camino es el de sus mandamientos, decimos es que son muchos, imposible cumplir todos, para que se te haga más fácil te los resumió Jesús en 2:" Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo". No te salgas de ese camino y no te guardes en la casa de tu egoísmo, así tendrás la certeza de siempre estar mojado por la bendición de Dios. Feliz día, hoy no uses paraguas.

4 de marzo de 2014

Tu fe vale más que el oro. 03.03.14

Lectura: 1 Pedro: 1, 3-9 Ustedes no han visto a Cristo, y sin embargo, lo aman; al creer ahora en Él se llenan de una alegría indescriptible. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que Él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, Él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que Él revelará al final de los tiempos. Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego. A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en Él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe. Reflexión: El oro es un mineral muy codiciado y valioso. Se han preguntado cómo se obtiene?. Una vez pregunte y no entendí, luego busqué y encontré lo siguiente: El proceso parte de la fuente mineral, para la cual se hacen estudios al suelo para ubicar las llamadas vetas, es decir, los lugares donde hay oro. Para la obtención de este mineral se utilizan explosivos y se obtienen bloques o fragmentos que luego son sometidos a molienda para bajar su granulometría, es decir hacerlo más fino, el producto molido se dispone en montículos sobre plataformas, las cuales se someten a un proceso de lixiviación, similar a cuando colamos café, solo que aquí el agua contiene cierta cantidad de cianuro de sodio. El producto lixiviado ya contiene el oro pero también las impurezas. Para recuperar el oro se agrega zinc en polvo y sales de plomo a la solución. El oro se separa y precipita, y el zinc y el plomo se combinan con el cianuro. Pero aún no hemos obtenido el oro, es necesario someterlo a un primer calentamiento a 550°C, para eliminar el mercurio, luego el precipitado seco y frío se mezcla con fundentes y se coloca la carga en hornos fundentes los cuales pueden alcanzar temperaturas hasta 1300°C. Este proceso elimina la escoria y finalmente con la colada final se obtiene el oro. Y Taran... sencillo como hacer un vaso de limonada. No era mi intención aburrirte con este cuento del proceso del oro, pero si quería traerlo a la luz, para que nos demos cuenta de la magnitud de las pruebas por las que pasa el oro antes de ser metal precioso y valioso. Son muchas, y además si el oro no fuese mineral, mucho le dolería todas estas etapas. Parafraseando la carta de Pedro, nos dice: Alégrense de sufrir cualquier pena, porque su fe será probada para así ser digna de la gloria de Dios, y luego indica su fe es más valiosa que el oro. Eso quiere decir que si nuestra fe es más valiosa, cualquiera podría robarla, cualquier angustia, tormento, problema, pecado, pudiese adueñarse de ella o hacerla desfallecer, es ahí donde se pone a prueba nuestra resistencia y la firme convicción en aquel en quién hemos depositado la fe. Si el oro para ser valioso es acrisolado, no será aún más la fe, que está por encima de este mineral?. Si estas siendo probado en este momento de algún modo, no te inquietes, piensa, Dios te está haciendo más valioso todavía.

Santos aquì y ahora. 04.03.14

Lectura: “Sean Santos, porque yo, el Señor, soy santo”. 1Pe 1, 16. Dios, ¿tú te volviste loco? , darnos semejante mandato. Y los que dicen: eso no es conmigo, pues sepan que “Sean” es la forma imperativa del verbo ser, para los pronombres personales en plural: “ellos”, “Ustedes”. Es decir se refiere a los discípulos en aquel tiempo, pero hoy se refiere a nosotros. De esta no estamos excluidos. Así que habrá que ver ¿cómo se come esto de ser santo hoy en día? Tengo un amigo que dice: “El que quiera ser Santo primero debe morirse, porque no hay un santo que haya sido proclamado santo en vida”. Mi jefe dice: “¿Quieren ir al cielo?, pues muéranse”. Un poco tétricos ambos comentarios pero yo les compro esa idea, no tan literal como ellos la expresan, pero sí, de cierta manera para ser santos en la actualidad es necesario “morir”, ¿morir a qué?, tal vez sea tu interrogante, morir a nuestro egoísmo, morir a nuestra apatía, morir a nuestra indiferencia, morir a nuestro maltrato hacia los demás, morir a nuestro carácter airado, morir a nuestra comodidad, morir a nuestra vida sin Dios, morir a la vida de vicios y placeres, tantas cosas que tú sabes que en cada paso te alejan de Dios, porque ser santo ¿qué es?, Jesús dice: Sean santos porque yo soy santo, entonces si Jesús es santo, ser santos es ser como Jesús, imitarlo en todo. ¡Qué difícil!, Ta forza’o como dicen los chamos. Inmediatamente decimos, Jesús lo hizo porque era Dios y bueno nació para eso, y ahora yo te digo: Y que hay con todos los que han seguido los pasos de Jesús antes que nosotros, que eran de carne y hueso como tu y como yo, que muchos de ellos, fueron niños, jugaron, estudiaron, trabajaron, se enamoraron, se casaron, tuvieron hijos, o algunos se quedaron solteros, y todos vivieron una vida de santidad, y hoy después de muertos la Iglesia los reconoce como santos, ¿qué hay de ellos?, ¿Cómo hicieron, si eran humanos como nosotros?. Piensa si ellos pudieron hacerse santos en su cotidianidad, ¿por qué tu y yo no?. Una vez en mi trabajo me dijeron: “Aquí no estamos para ser santos”. Y yo replique: “Si estamos, porque haciendo bien mi trabajo, y cumpliendo correctamente con el deber que me corresponde, ya yo estoy viviendo una vida de santidad”. Porque ser santos no es hacer prodigios, ni cosas extraordinarias, sino hacer de forma extraordinaria las cosas ordinarias. ¿Que hizo la Madre Teresa de Calcuta?, atendió a los pobres y necesitados, dime si nosotros no podemos atender también a un pobre o a un enfermo. Eso no es nada del otro mundo, solo basta que lo hagamos con entrega y disposición. Eso por ponerles un ejemplo, pero podemos hacer muchas otras cosas por los demás. Y si caemos en desánimo porque sabemos que a veces metemos la pata y esto nos aleja de la vida de santidad, te invito a que leas los siguientes comentarios que se hacen de algunos santos: Es bueno saber que santa Teresita del Niño Jesús tenía una terquedad invencible desde niña; que san Alfonso María de Ligorio tenía un genio endemoniado; que san Agustín fue un gran pecador antes de su conversión y que santa Teresa de Jesús confesó nunca haber podido rezar un rosario completo sin distraerse. (fuente Catholic.net). Nos dice el Papa Pío XI sobre San Francisco de Sales que “se engañaría quien creyera que su dulzura era privilegio de su naturaleza. San Francisco por su temperamento era de carácter vivo, pronto a airarse, pero habiéndose puesto por modelo la imitación de Jesucristo manso y humilde de corazón, con la ayuda de la gracia y el dominio de sí mismo, consiguió reprimir y refrenar los movimientos de su carácter de tal manera que llegó a ser un vivo retrato del Dios de la Paz y la dulzura. (fuente: SCTJM). Como podrás ver, también ellos cojearon de una patica, pero no se amilanaron por eso, sino que continuaron adelante, se cayeron y se levantaron, tantas veces fue necesario, para alcanzar esa corona de Gracia, que es la santidad. Finalmente les dejo, el siguiente pensamiento: “Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de èl. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja.” San Agustín. Así que agarra tu patica coja y camina, que tarde o temprano llegarás a la meta, y ojalá que tu meta sea la santidad.

1 de marzo de 2014

Tienes que ser un niño. 01.03.14

Lectura: San Marcos: 10, 13-16. El que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. En aquel tiempo, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos. Reflexión: Este texto me hace recordar el coro de una canción que dice: "Tienes que ser un niño, tienes que ser un niño, tienes que ser un niño para ir al cielo". ¿Por qué Jesús querría, que siendo personas ya adultas y maduras, volvamos a ser como niños? ¿Tener actitud infantil?. Voy a contarles varias anécdotas de niños que conozco, para entender mejor lo que busca Jesús: 1. En una oportunidad rezaba el rosario en casa hogar y los niños al poner sus intenciones pedían por: sus padres para que estuvieran bien, cabe destacar que a muchos de ellos sus padres los abandonaron y ni siquiera los visitan. Otros pedían por los malandros para que no maten tanta gente. Orar por los que nos hacen daño, esto lo dice Jesús y estos niños parecen entenderlo perfectamente. 2. En otra oportunidad dando una charla pregunté a unos niños y jóvenes: ¿De qué manera sientes el amor de Dios?, uno de ellos respondió: cuando está oscureciendo, todo está solo y estamos en la parada y entonces el bus llega. Díganme ahora si esto no es confiar en el amor de Dios. 3. Mi sobrino quiere disfrazarse de pirata Jake, pero no quiere ponerse el parche porque él no quiere que le espichen su ojo, porque sino ¿cómo va a ver?. ¿Esto no es comprender el valor de cada parte de nuestro cuerpo y saber que no podemos dañarla? Amarse a sí mismo. 4. El otro día llegué a la casa hogar y había un niño nuevo, inmediatamente me saludo, me abrazo y me dijo: Te quiero mucho. Sin tan siquiera conocerme, lo expresó. ¿No es esto amor al prójimo a primera vista?. 5. Mi primito luego de comer va corriendo y dice a su mamá, déjame meterme en la piscina, ella le indica: Espera a que te baje la comida. El niño se va y al rato regresa diciendo, mami , la comida ya me bajo hasta la rodilla, ¿me dejas bañar?. ¿Díganme si los niños no son ocurrentes y alegran nuestras vidas?. En fin de lo que habla Jesús es de volver a tener esos corazones de niños que tienen la capacidad de amar conociéndote o no, reconocen el amor de Dios y el valor de sus vidas. Y viven con alegría e inocencia la vida. Tal vez nos hace falta un toque de niño, en nuestro día a día. Si tienes un niño cerca de ti, ámalo y disfruta de sus ocurrencias y llénate de él, porque en el Reino de los cielos ellos tienen el primer lugar. Dios bendiga todos los niños en especial los de tu familia y la mía.

Paciencia en el sufrimiento. 28.02.14

Lectura: Santiago: 5, 9-12. Miren que el juez ya está a la puerta. Hermanos míos: No murmuren los unos de los otros, para que en el día del juicio no sean condenados. Miren que el juez ya está a la puerta. Tomen como ejemplo de paciencia en el sufrimiento a los profetas, los cuales hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que supieron soportar el sufrimiento. Ustedes han oído hablar de la paciencia de Job y ya ven el final que le dio el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa; que el sí de ustedes sea sí, y el no de ustedes sea no, para que no queden expuestos a ser condenados en el juicio. Reflexión: La carta de Santiago nos presenta dos ideas: La paciencia en el sufrimiento y que nuestro si debe ser si y el no, no. Con respecto a la primera, se nos da como ejemplo el de Job, para los que no conocen la historia de este hombre se las resumo: Vivía en el país de Us, hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Tenía 7 hijas y 3 hijos. 7 mil ovejas y 3 mil camellos, 500 bueyes y 500 asnas, era el hombre más grande de todos los hijos de oriente. Dios se complacía del actuar de Job, pero un día Satán se presentó ante Dios y le dijo: vengo de recorrer la tierra. Dios le responde: viste a mi siervo Job, no hay nadie como él. Inmediatamente Satán le replica: claro, el es fiel porque tu lo bendices, pero quítale todo y verás que te maldice. Y así fue, Dios le dio permiso a Satán de que tocara los bienes de Job, pero que a él no lo tocara. Murieron los hijos de Job, sus rebaños, perdió su casa y hasta su mujer. Y de paso le dio lepra, en pocas palabras estaba sala ‘o, le cayó frutero, lo importante de esta historia es que Job no maldijo a Dios, y por este comportamiento Dios lo premio con el doble de bienes, en realidad Dios premio la paciencia de Job, su aguante durante el sufrimiento. Esta historia nos exhorta a vivir esas pruebas a las que la vida nos expone, con el aguante de Job, porque al final todo pasará. Soporta como un guerrero esa enfermedad, la pérdida del ser querido, el desempleo, que el marido o la mujer te dejó, en fin la prueba que te tocó. Porque como dice el dicho no hay mal que por bien no venga. Luego, que tu si sea si y tu no sea no. Simple como que seas hombre y mujer sin doblez, que por donde se te vea seas el mismo o la misma, eso fue lo que pasó con Job, tanto en la prosperidad como en el sufrimiento, siempre mantuvo su sì a Dios, ojalá podamos ser como este hombre, Job, con un sí, sin doblez, ni medias tintas para Dios. O estas con Dios o no lo estas.