6 de marzo de 2014

No uses paraguas. 06.03.14

Lectura: Deuteronomio: 30, 15-20 Hoy pongo delante de ti la bendición y la maldición. Esto dice el Señor: "Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal. Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella. Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás, tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él; pues en eso está tu vida y el que habites largos años en la tierra que el Señor prometió dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob". Reflexión: En que compromiso se nos ha puesto con esta elección: La Bendición o la maldición. Aunque las opciones son totalmente concretas y una excluyente de la otra, eso hace más fácil la elección. Entonces, ¿todos votamos por la bendición?, eso esta de ante ojito, pues cada uno desea y quiere lo mejor para si, pero el recibir esta bendición depende de nosotros, Dios no niega su bendición a nadie, nosotros mismos impedimos que llegué, les ilustro un poco con la siguiente anécdota: Yo tengo una matica que se llama Luisa, desde que la compré la tenía en un sitio donde le pegaba la luz y cuando llovía le caía agua, después de un tiempo decidí meterla adentro de la casa, y la puse en un lugar donde no le pega casi luz, y como esta bajo techo no le cae la lluvia, sino que hay que regarla y como soy olvidadiza más son las veces que no la riego que las que si, al punto que a Luisa se le pusieron las hojas amarillas y se estaba secando, la pode y la saqué afuera otra vez, pero sinceramente no creo que retoñe de nuevo. Lo que quiero decir con todo esto es que Dios puede querer bendecirte, pero depende de ti y lo que elijas, fíjate que cuando Luisa estaba afuera le daba la luz y le caía la lluvia, pero cuando la guarde en la casa, prácticamente la maté, porque ni luz, ni agua, en el caso de Luisa fui yo quien decidió meterla, y ese cambio la afecto, pero en tu vida y en la mía, somos nosotros los que elegimos estar o no dentro de la bendición de Dios, no podemos pretender que realizando malas acciones, Dios nos bendiga, Dios hace llover sus bendiciones pero si tu pones un paraguas o te metes dentro de la casa difícilmente te mojará. Hay un camino que ha establecido Dios y que el que camine por ahí siempre estará mojado con su bendición, ese camino es el de sus mandamientos, decimos es que son muchos, imposible cumplir todos, para que se te haga más fácil te los resumió Jesús en 2:" Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo". No te salgas de ese camino y no te guardes en la casa de tu egoísmo, así tendrás la certeza de siempre estar mojado por la bendición de Dios. Feliz día, hoy no uses paraguas.

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