5 de diciembre de 2014

Lupe 05.12.14

Lectura: Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21.24-27 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina. Reflexión: Quiero comenzar resaltando esta frase: “No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial”. Vivimos con el Señor en la boca pero no en la acción, ¿Cómo es esto?, Señor ayúdame a conseguir un trabajo, Señor me hace falta esto o aquello, Señor sería mucho pedir si me dices directamente que es lo que debo hacer, Señor ampáranos de todo mal, y otros tantos viven hablando del amor de Dios y de su palabra y te lo presentan tan bonito que tú crees que ya estás en el cielo, en fin para muchas cosas invocamos su nombre y hay que estar claros a veces parecemos niño chiquito que para todo llama a la mamá, y no se trata de que ahora no lo vayas a nombrar, ni a solicitar su ayuda, y darle Gloria a su nombre, sino que esa acción de invocar su nombre debe ir acompañada de una acción inmediata, reconocer la grandeza de Dios me lleva a orientar lo que soy en función de lo que Él me plantea como forma de vida, la vida de fe que ayuda a calar el evangelio en el mundo, no una vida desprendida del mundo; sino en el mundo, accidentándome con lo que padece el mundo, no viviendo en irrealidades celestiales, si tu fe no te mueve de la comodidad en la que solo te conformas con el cumplimiento superficial de algunas normas, y vivir solo lo bello de la religión estas meando fuera del perol. ¿Qué hago con decir Dios es amor y la gente cuando me ve dice ahí llego el (la) malasangre ese(a)?, ¿Qué hago con rezar el Padrenuestro y no perdono las faltas del hermano?, ¿Qué hago con ir a misa si no doy palabras de ánimo o aliento al que sufre?. Jesús nos dice: “todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca”. ¿A qué roca se refiere? Me hace recordar una roca que visite en mis vacaciones, se llamaba La Piedra del Peñol o Peñón de Guatapé es un monolito de 220 metros de altura localizado en Guatapé (Antioquia, Colombia).Está compuesta por cuarzo, feldespato y mica. Actualmente se puede acceder a su cumbre subiendo 649 escalones construidos en el monolito. Su volumen: 22 millones de m3, Densidad 3000 kg/m3, para un total de 600 millones de Toneladas. Perímetro: 770 m. Altura sobre el nivel del mar 2137 m. Pienso en su gran tamaño y parece realmente indestructible, creo que nadie podría acabar con ella, tomó el ejemplo del Peñol e imagino que tal si mi vida de fe estuviese montada sobre esa gran Roca, ¡waoooo!, sin duda alguna sería totalmente inquebrantable, pero en la realidad a veces no es así, más bien pareciera que mi fe esta sobre arena movediza, piso resbaladizo, que en cualquier descuido ¡pum! Se viene abajo. Una vez alguien me dijo si tu vida no tiene el pilar espiritual cualquier fallo que tengas en lo personal, profesional o familiar te derrumbará, porque cuando uno de esos falla el pilar que nos sigue sosteniendo es Dios. También hoy leí de una reflexión que me pasaron que: “La solidez no viene de la casa en sí, sino del terreno, de la roca”. Tú puedes haber alcanzado muchas cosas a lo largo de tu vida pero si todo eso no ha tenido como base a Dios en cualquier momento quedarás en el aire. Tu matrimonio, tu trabajo, tus estudios, tu servicio, tu familia, tu noviazgo, tus proyectos móntalos sobre esa gran roca que es la Palabra de Dios y verás que venga lo que venga jamás quedarás guindando. Feliz tarde. Firme sobre la Roca y no guindando.

La Roca - El Peñol 04.12.14

Lectura: Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21.24-27 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina. Reflexión: Quiero comenzar resaltando esta frase: “No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial”. Vivimos con el Señor en la boca pero no en la acción, ¿Cómo es esto?, Señor ayúdame a conseguir un trabajo, Señor me hace falta esto o aquello, Señor sería mucho pedir si me dices directamente que es lo que debo hacer, Señor ampáranos de todo mal, y otros tantos viven hablando del amor de Dios y de su palabra y te lo presentan tan bonito que tú crees que ya estás en el cielo, en fin para muchas cosas invocamos su nombre y hay que estar claros a veces parecemos niño chiquito que para todo llama a la mamá, y no se trata de que ahora no lo vayas a nombrar, ni a solicitar su ayuda, y darle Gloria a su nombre, sino que esa acción de invocar su nombre debe ir acompañada de una acción inmediata, reconocer la grandeza de Dios me lleva a orientar lo que soy en función de lo que Él me plantea como forma de vida, la vida de fe que ayuda a calar el evangelio en el mundo, no una vida desprendida del mundo; sino en el mundo, accidentándome con lo que padece el mundo, no viviendo en irrealidades celestiales, si tu fe no te mueve de la comodidad en la que solo te conformas con el cumplimiento superficial de algunas normas, y vivir solo lo bello de la religión estas meando fuera del perol. ¿Qué hago con decir Dios es amor y la gente cuando me ve dice ahí llego el (la) malasangre ese(a)?, ¿Qué hago con rezar el Padrenuestro y no perdono las faltas del hermano?, ¿Qué hago con ir a misa si no doy palabras de ánimo o aliento al que sufre?. Jesús nos dice: “todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca”. ¿A qué roca se refiere? Me hace recordar una roca que visite en mis vacaciones, se llamaba La Piedra del Peñol o Peñón de Guatapé es un monolito de 220 metros de altura localizado en Guatapé (Antioquia, Colombia).Está compuesta por cuarzo, feldespato y mica. Actualmente se puede acceder a su cumbre subiendo 649 escalones construidos en el monolito. Su volumen: 22 millones de m3, Densidad 3000 kg/m3, para un total de 600 millones de Toneladas. Perímetro: 770 m. Altura sobre el nivel del mar 2137 m. Pienso en su gran tamaño y parece realmente indestructible, creo que nadie podría acabar con ella, tomó el ejemplo del Peñol e imagino que tal si mi vida de fe estuviese montada sobre esa gran Roca, ¡waoooo!, sin duda alguna sería totalmente inquebrantable, pero en la realidad a veces no es así, más bien pareciera que mi fe esta sobre arena movediza, piso resbaladizo, que en cualquier descuido ¡pum! Se viene abajo. Una vez alguien me dijo si tu vida no tiene el pilar espiritual cualquier fallo que tengas en lo personal, profesional o familiar te derrumbará, porque cuando uno de esos falla el pilar que nos sigue sosteniendo es Dios. También hoy leí de una reflexión que me pasaron que: “La solidez no viene de la casa en sí, sino del terreno, de la roca”. Tú puedes haber alcanzado muchas cosas a lo largo de tu vida pero si todo eso no ha tenido como base a Dios en cualquier momento quedarás en el aire. Tu matrimonio, tu trabajo, tus estudios, tu servicio, tu familia, tu noviazgo, tus proyectos móntalos sobre esa gran roca que es la Palabra de Dios y verás que venga lo que venga jamás quedarás guindando. Feliz tarde. Firme sobre la Roca y no guindando.

Panes (dones) y peces (servicio) 03.12.14

Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,29-37): En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino.» Los discípulos le preguntaron: «¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?» Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos contestaron: «Siete y unos pocos peces.» Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas. Reflexión: Varias frases me llaman la atención de este texto: 1. "Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino". Jesús no olvida nuestras necesidades y se compadece de ellas, sabe que necesitamos alimento espiritual pero también corporal. Lo tiene tan presente que esta consciente que sin el las fuerzas se nos agotan y se adelanta ante que se lo expresemos. Hay personas que tienen ese don de ayudar antes que se lo pidas, pienso en algunos ejemplos: Si tu compañero de trabajo tiene el carro malo, ¿ por qué no darle la cola?, si alguien llega a visitarte y viene de un día ajetreado ¿por qué no ofrecerle un pan y un juguito?, si ves que tu amigo anda estresado ¿ Por qué no invitarlo al cine?, en fin hay muchas situaciones donde podemos aliviar al otro anticipándonos a la necesidad que de alguna manera siempre se hace evidente. 2. "De donde vamos a sacar panes suficientes para ayudar a tanta gente". Un error muy común es cuando al momento de ayudar a alguien empezamos a ver las limitaciones que tenemos para hacerlo. Ejemplos: quiero ayudar a que los jóvenes creen valores, pero tal vez no me presten atención porque no soy tan bueno hablando. Quisiera ayudar más en la iglesia o en un servicio al otro, pero es que no tengo tiempo ni para bañarme. 3."¿Cuántos panes tienes?" ¿De verdad estas dispuesto a dar algo de ti?, ¿Le echarás pichón con el ayudar al otro?, ¿Qué te impide hacer algo en favor de los demás? 4. "Siete y unos pocos peces". Nadie da lo que no tiene, revisa en tu mochila de dones recibidos que cosas puedes poner al servicio de la humanidad, seguramente hay más que panes y peces, Dios te invita a ser generoso y traer a la mesa, tus ganas de ayudar a que este mundo sea mejor y el se encargará de multiplicarlas. Feliz noche! Trae tus panes (dones) y peces (servicio), para alimentar a éste mundo hambriento de que pasen cosas buenas.

Que se te note 02.12.14

Lectura: Evangelio según san Lucas (10,21-24): En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.» Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver y no vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.» Reflexión: En la madrugada de hoy recibí una imagen de un grupo de amigos con el que comparto la palabra cada día al igual que con ustedes, la imagen presenta a Jesús frente a un grupo de personas y tiene una pregunta que dice: "¿Amigo eres feliz?. Todos queremos ser felices pero no todos lo somos. Pensando un poco en lo que les diría el día de hoy busque el significado de algunas palabras que tienen que ver con este tema de ser feliz: 1. Felicidad: estado de ánimo de la persona alegre y satisfecha por la situación en que vive. 2. Júbilo: Alegría muy intensa y ostentable. 3. Alegría: Sentimiento de placer originado generalmente por una viva Satisfacción y que por lo común se manifiesta con signos exteriores como la risa o la sonrisa. Entonces puedo concluir que el estar alegre depende de un sin fin de cosas pequeñas que generan satisfacción y que la permanencia en el tiempo y manifestación de esa alegría me lleva a un estado de felicidad. Suena bonito pero llevarlo a la práctica y mantenerlo en el tiempo a veces no es tan fácil como decirlo. Hoy por ejemplo yo me levanté con un humor de perro porque me acosté tarde y me levanté muy temprano y tenía mucho sueño, y para echarle leña al fuego mi hermana me hizo un reclamo porque ayer llego tarde a su trabajo porque no salimos a la hora por mi causa y hoy no quería llegar tarde de nuevo. Y le dí una mala contesta. En fin... cuando comencé a leer el texto me pareció totalmente incongruente mi estado de ánimo con respecto a lo que expresa la palabra, pero una frase al principio de este texto me llamo la atención: "y lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús..." La Alegría le venía del espíritu y lo llenó tanto que manifiesta con sus palabras tal alegría, auto reflexioné Y me dije: Espíritu Santo, ven a mí y devuélveme la alegría. A veces dejamos que cosas insignificantes se roben nuestra alegría y nos quiten la sonrisa y el buen ánimo con el que tratamos al otro. Sería conveniente preguntarnos ¿ Con que frecuencia me molesto por las cosas que me pasan? ¿ Siempre que pasa algo que no me agrada lo tomo de la mejor manera o me obstino y lo manifiesto con maltrato hacia el otro? ¿Manifiesto alegría o vivo con cara de vinagre?. Señor, que me deje llenar de tu espíritu para dar gracias por los momentos felices de mi vida y dar gracias porque me has permitido ver, oír y vivir cosas a tu lado que me generan mucha alegría, gracias porque en las cosas pequeñas te me has revelado. Gracias también por aquellas personas que han llenado mi vida de luz y alegría. Amén. Feliz día! Que la Alegría se te note!

Imita la fe del centurión 01.12.14

Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-11): En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.» Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo.» Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace.» Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.» Reflexión: Ayer iniciamos el tiempo de Adviento, tiempo de espera y preparación para la venida del niño Dios, tiempo de hacer revisión de la casa (corazón) y sacar los corotos inútiles(pecados) y limpiar (reconciliarse con Dios) para que Jesús tenga un lugar digno donde nacer. Hablando de ser dignos la lectura de hoy nos muestra la historia del centurión que era jefe del ejército romano y de paso era pagano, todo esto suma para hacer de el una persona despreciable, al punto de exclamar: "No soy digno de que entres bajo mi techo, basta una palabra y mi criado quedará sano". Me pongo en su lugar y tomo para mi sus palabras y digo hoy: ¿Soy digno de Ti? ¿Qué falta a mi fe para que sea como la del centurión?. ¿Me creo superior o reconozco que delante de ti soy pequeño? ¿En medio de esa pequeñez te busco y reconozco que tu poder es tan grande y es lo que me puede ayudar en este momento? Quizás mi egoísmo, prepotencia, la crítica destructiva, la vanidad, la vanagloria, la exigencia, el perfeccionismo , la falta de humildad, autosuficiencia, la seguridad en lo material, la autocomplacencia, la inconformidad, son algunas de las cosas que pueden estar entorpeciendo el dirigirnos a Dios con la humildad y sencillez que lo hizo el centurión, a veces creemos que todo lo merecemos y nos lo tienen que dar porque lo queremos, y no es así, todo lo que recibimos es inmerecido, Dios nos lo da porque nos ama y nos lo da en su justa medida, el sabe lo que te hace bien, por eso te lo da. acéptalo con agradecimiento, lo que sea que este dando y pasando en este momento, Dios lo permite para tu bien. Señor, que yo pueda buscarte con actitud humilde y no prepotente, no imponiendo mi necesidad y mi voluntad sino más bien presentando mis miserias para que tu misericordia se haga presente en mi vida. Que pueda yo decir como el centurión hoy: Basta tu palabra para que quede sano. Feliz día Prepara tu corazón para que nazca Dios, aunque no seas digno Él quiere venir a ti.

Tío Carbel 26.11.14

Lectura: Lucas (21,12-19) En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Les echarán mano, y perseguirán, entregándolos a las sinagogas y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendrán ocasión de dar testimonio. Hacer propósito de no preparar su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario suyo. Y hasta sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos los traicionarán, y matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de su cabeza perecerá; con su perseverancia salvarán sus almas.» Reflexión: Hoy al leer el texto no pude evitar centrar mi atención en estas palabras: “Así tendrán ocasión de dar testimonio”. El evangelista expone que el momento de la persecución, de la traición, de las pruebas, ese es el justo momento de dar testimonio, muchas veces somos cuestionados y señalados por otros al vivir nuestra fe y algunas ocasiones la replegamos y solo la damos a conocer cuando estamos seguros de que nuestros interlocutores serán receptivos con el mensaje que queremos dar de Dios, y no nos damos cuenta de que Jesús cuando vino a la tierra dio a conocer su mensaje por doquier y generó en muchos la inquietud y en otros el rechazo, dar testimonio de lo que Dios tenía para Él, lo llevó a una muerte en cruz, y esto lo sufrió sin dar un paso atrás, ¿Soy capaz de dar a conocer mi fe aun cuando mi entorno me señale y me critique?, ¿Prefiero callarme y no defender mi fe cuando fuese necesario tan solo por no entrar en polémica?, ¿Los momentos de prueba en mi vida sirven para dar testimonio de lo que creo?. A propósito de esta última pregunta, el día domingo estuve visitando un amigo que recién le diagnosticaron un cáncer y se le paralizo la pierna y el brazo derecho, mientras estuve ese rato con Él lo escuche decir: “Menos mal que fue un cáncer y no un accidente, porque así me da chance de prepararme y además es el momento de fortalecer la fe y dar testimonio, porque a veces los cristianos al momento de sufrir andamos llorando, entonces es la oportunidad de demostrar que aún en un situaciones de dolor y sufrimiento podemos estar felices, porque lo que yo tengo no es una uña encajada, así que es el momento de acompañar a Jesús y sin ser digno de decir estas palabras: “Señor, aparta de mi este cáliz pero que no se haga mi voluntad sino la tuya.”. Ahí se las dejo… Feliz día, cualquiera que sea tu situación de dolor, sufrimiento o persecución, es el momento de dar testimonio.

Da lo mejor de ti. 24.11.14

Lectura: Lucas (21,1-4) En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: «Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.» Reflexión: Dos grupos de personas: los ricos y la viuda pobre. Dos acciones: los primeros que dieron de lo que les sobró y la segunda que dió todo lo que tenía. Un observador: Jesús. Ofrenda: del latín ofrenda, cosas que se deben ofrecer. Pensando en estas cosas que debo ofrecer a Dios, puedo decirles que una ofrenda es todo aquello que nosotros haciéndolo bien podemos agradar a Dios. Así pues podemos ofrecer nuestra jornada en el trabajo, el cuidado de los hijos, mi tiempo de oración, la disciplina deportiva que práctico, mis estudios, mi servicio en la iglesia, en fin hay un sin número de cosas con las que podemos agradar a Dios, pero hay algo que debe acompañarlas, ese algo es el desprendimiento con el que lo haces, ¿lo que yo le entrego a Dios es mi máxima capacidad?, así como en una empresa manufacturera las ventas y lo que se ofrece al mercado va en torno a la capacidad productiva de la planta pues así también debo yo entregar de mí a Dios. Todo tenemos algo para dar por muy pobres que seamos, podríamos empezar con una sonrisa, ¿te parece?. Da como la viuda todo lo que tienes y Dios te lo multiplicará. Y que el darte en lo que haces y a los demás lleve impreso el amor, con eso Dios quedará más que agradado con tu ofrenda. Feliz inicio de jornada. Da lo mejor de ti.

20 de noviembre de 2014

Lo que conduce a la Paz 20.11.14

Lectura: Lucas (19,41-44) En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.» Reflexión: Qué tal si leemos nuevamente y en vez de Jerusalén colocamos Venezuela, o el nombre tuyo, ¿verdad que cambia totalmente?, no puedo evitar pensar en que Jesús llora para decir lo que dice:" Sí al menos tú comprendieras En este día lo que te conduce a la paz". Señor, ¿Acaso estoy en guerra?, que lucha interna la que hay en mí, que al verla lloras, lloras porque te compadeces y esperas que pueda levantarme, darme cuenta que has venido. Señor, no permita que mi piedra (vida) sea echada abajo por el enemigo que ronda, Jerusalén es ciudad Santa, hoy quiero ser ciudad santa que te reciba, lejos del egoísmo y el ser el centro yo, que seas tu el centro. En lo cotidiano que yo te haga mio. En lo ordinario de mi quehacer mi vida se eleve a ti al punto de que mi oración y trabajo sean uno. Dame la paz que quieres darme y que yo la reciba, que no sea yo causa de llanto para ti. Para terminar los dejo con la siguiente frase del Papa Francisco:" La santidad no está reservada a quiénes pueden separarse de los quehaceres ordinarios para dedicarse a la oración". Feliz tarde! Que encontremos la paz que Jesús nos viene a dar.

Produce el MÀS 19.11.14

Lectura: Lucas (19,11-28) En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro.Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo." Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: "No queremos que él sea nuestro rey." Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez." Él le contestó: "Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades." El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco." A ése le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades." El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras." Él le contestó: "Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Con que sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses." Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez." Le replicaron: "Señor, si ya tiene diez onzas." "Os digo: 'Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.' Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia."»Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén. Reflexión: Este texto se conoce también como la parábola de los talentos. Me hace pensar en una pregunta:¿Qué has hecho con lo que se te ha dado?. En estos días mi hermano me envió unas fotos de un pintor que pinta sus cuadros con los pies porque no tiene manos, era impresionante ver lo perfecto de su cuadro pese a lo limitado, sin duda alguna es un Don recibido de Dios y esta persona lo ha puesto a producir. Luego mi hermano escribió: Hermana que talento me dio Dios a mi, es que se me hace difícil Verlo. Le dije aquellas cosas donde eres bueno haciéndolas te pueden ayudar a identificar cuáles son tus talentos. No mencionaré los talentos de mi hermano porque no es de lo que quiero hablar, lo que intento hacer ver es que eso puede pasar le a muchos de nosotros, creer que no tenemos talento porque no hay algo que resalte en nosotros como el pintor de pie, cada uno es bueno en algo, Dios te ha dado algo en lo que eres bueno, descubrelo y ponlo a producir, y si hay algo que no haces tan bien tranquilo, ten paciencia, la práctica hace al maestro, pienso hay dones propios y dones que se cultivan. Lo importante es no darse por vencido y volverse holgazán como el siervo del texto. Tu tienes mucha capacidad, no mires los límites, mira dentro de ti el MÁS (legado) que puedes dar. Feliz tarde! . Usa tus talentos y produce el MÁS que este mundo espera de ti.

Baja del àrbol 18.11.14

Lectura: San Lucas (19,1-10) En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.» Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.» Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.» Jesús le contestó: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.» Reflexión: Ayer se nos hablaba del ciego de Jericó, a quién Jesús sanó a las afueras de la ciudad, hoy entra a ella y la atraviesa, tiene un encuentro más, un hombre llamado Zaqueo intenta verle pero no lo conseguía porque era bajo de estatura, pega una carrera y sube a un árbol para poder verle. Dos hombres con la necesidad de ver a Jesús uno ciego y otro de baja estatura, curioso es que ambos hacen algo que llama la atención, uno gritó y el otro subió un árbol. Pareciera que el caminar hacia Jesús no sólo basta sentir necesidad de verlo Y encontrarle, sino también realizar una acción que la manifieste. ¿Cuando digo que busco a Dios lo hago de una manera pasiva o mis acciones y todo mi ser realmente demuestran que estoy en esa búsqueda?. El ciego gritó, Zaqueo se subió y bajo, ¿Qué acción concreta en este momento debo realizar para tener ese encuentro con Jesús? Tal vez "soltar" mi pecado y mis apegos, "confiar" en su providencia, "perdonar" a los demás, a mi mismo. Jesús, se dirige a Zaqueo: -"Baja pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa". El Señor espera esa acción concreta nuestra, dar el primer paso, Él se encargará del resto, "hoy tengo que", que grande que Jesús quiera venir a tu casa y a la mía, es preciso preparar la casa ( el corazón). Todos murmuraban porque era pecador, ¿ Quién hay que no lo sea? Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: -"Mis bienes se los doy a los pobres y a quién haya quitado le devolveré cuatro veces". El encuentro con Jesús nos hace ver que hemos fallado pero también nos invita a rectificar y mejorar. Para generar un cambio positivo en nuestra vida nunca es tarde. Jesús respondió: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa...porque el hijo del hombre vino a salvar lo que estaba perdido". DIOS ha llegado a La casa (el corazón), no dejes que se vaya de ti, adueña te de Él, porque ha venido para quedarse. Feliz día bájate del árbol, Jesús vino a quedarse.

Que vea otra vez 17.11.14

Lectura: Lucas (18,35-43):En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna.Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: «Pasa Jesús Nazareno.»Entonces gritó: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!»Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?»Él dijo: «Señor, que vea otra vez.»Jesús le contestó: «Recobra la vista, tu fe te ha curado.»En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Reflexión: Había un ciego, sentado al borde de camino, pidiendo limosna. No lo dice el texto pero otros evangelios mencionan el nombre del ciego, se llamaba Bartimeo. Hoy es el ciego somos tu y yo, ¿Qué ceguera no física hay en mi vida hoy?, la autocomplacencia que sólo me permite darme gusto a mi mismo, la falta de sinceridad con el otro que ha depositado en mi su confianza, el encerrarme en mi mismo y no dar a conocer lo que soy con defectos y virtudes, el hacerme fuerte a pesar de los sentimientos que deseo expresar, quedarse ciego no físicamente, es dejar de ver más allá de lo que tengo al frente, ¿Me conformo con lo que tengo ante mi?, ¿Es eso lo que Dios tiene para mi o es un capricho solamente?. ¿Estoy recibiendo limosnas de la vida cuando pudiera recibir de Dios algo mayor? ¿Por qué me conformo con las migajas?. Pasa Jesús de Nazaret y hay revuelo. En nuestra vida sucede igual cuando el pasa comenzamos a ver cosas en nosotros que no han estado bien, se nos revuelve el charco, el ciego gritó: "Hijo de David, ten compasión de mí". Señor, también quiero yo gritar en medio de esta ceguera en la que estoy, quiero gritar fuerte y que me escuches. Quiero salir pero no sé cómo. Te acercas y me dices: ¿Qué quieres que haga por ti?. Es mi momento de hablarte y decirte lo que me duele, lo que me angustia, lo que me deja ciego. Respondo: "Señor, que vea otra vez". Sólo podré ver si tu me haces ver, limpia mi visión y aparta de mi camino lo que me imposibilita y me limita. Te alabo y glorifico tu nombre Señor por lo que has hecho en mí. Feliz día e inicio de semana y que Dios amplie nuestra visión.

29 de octubre de 2014

Padres e Hijos 29.10.14

Lectura: Efesios: 6, 1-9 Obedezcan como quien sirve al Señor y no a los hombres. Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo. Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra. Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere. Esclavos, obedezcan a sus amos de este mundo con docilidad, respeto y sencillez de corazón, como a Cristo; no sólo cuando los están mirando, ni sólo para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. Sírvanles, pues, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, recordando que cada uno, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor, según el bien que haya hecho. Y ustedes, amos, correspondan a sus esclavos en una forma semejante. Absténganse, pues, de toda clase de amenazas, recordando que tanto ellos como ustedes tienen el mismo amo, que está en los cielos y en el cual no hay favoritismos por una persona o por otra. Reflexión: Parafraseando el texto: Si obedeces a tus padres te irá bien y vivirás largo tiempo, suena fácil pero como todo en la práctica nada sencillo, hablando como hija a veces nuestros padres parecen una metralleta con tantas indicaciones, arregla el cuarto, no hables de esa manera, ahorra y no despilfarres, ese novio o novia no me gusta, no andes con esas malas juntas, estudia para que seas alguien, haciendo un paréntesis ¿y es que ya no somos alguien?, no llegues tarde, avisa cuando llegues, no manejes como loco, friega el plato en el que comes, ayuda a arreglar el mercado, pon la ropa sucia en la cesta, camina derecho…en fin aquí puedes colocar la retahíla que tus padres te decían cuando vivías con ellos o las que aún te siguen diciendo porque ellos nunca dejan de ser padres, y eso esta bien, porque esa es su misión, bien lo dice la Palabra: “Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere”. Hay que entender a los padres, ellos no recibieron un manual de instrucciones cuando nos tuvieron, sino que en la medida que íbamos creciendo fueron aprendiendo con nosotros por ensayo y error, así que si te parece que se han equivocado en algo pues perdónales esa y las que faltan, créeme no lo hicieron con intención, y si aún te sigue pareciendo que se equivocan y chochean pues tenles paciencia que ellos ya van terminando su jornada aquí en esta tierra, disfrútalos mientras los tengas, habla con ellos, no seas tan olvidadizo y descuidado con sus necesidades, aunque a veces no te lo digan necesitan de ti. La obediencia a los padres de la tierra de alguna manera nos ejercita para la obediencia a Dios Padre, así que aquel hijo o hija que ha demostrado obediencia a sus padres siempre se le hará más fácil aceptar la voluntad de Dios. Sé que nos cuesta el obedecer cuando vamos creciendo porque nos hacemos más independientes, pero la Palabra nos recuerda: “Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo”. Obediencia por amor a Dios, el que ama a Dios ama también a sus padres, y si esto no es así en tu vida pues revísate hay algo que no estás haciendo bien entonces, no es cuestión de ser el hijo perfecto, es cuestión de ser hijo, tampoco nosotros recibimos las instrucciones de cómo ser hijos y en la medida que vayamos compartiendo con nuestros padres cada etapa de la vida iremos aprendiendo, no te niegues la oportunidad de ese aprendizaje, tal vez la clave de ser buenos padres en el futuro es haber practicado siendo buenos hijos. Y si ya eres padre o madre en este momento pues sigue practicando. Feliz día, que Dios te de la dicha de ser buen hijo o hija y buen padre o madre.

Vivan según su vocación 24.10.14

Efesios: 4, 1-6 “Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”. Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna de la vocación que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Reflexión: Vivan de acuerdo a la vocación que han recibido es uno de los mensajes que nos trae este texto, vocación, del latín vocatio, a nivel religioso es la inspiración con que Dios llama a algún estado. Llamados a vivir en humildad, amabilidad, a ser comprensivos, a soportarse con amor, mantenerse unidos y vivir en paz. Debemos estar conscientes de este llamado, de la misión que tenemos dentro de la Iglesia, en el capítulo V, de la Evangelii Gaudium, numeral 273, se nos dice: “La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus propias necesidades. Dejará de ser pueblo”. Un solo Señor, una sola fe, un solo cuerpo, un solo Espíritu por lo tanto estamos llamados a vivir en unidad como un solo pueblo, y no como entes aislados, cada uno tiene una misión pero la misma no la podemos cumplir encerrados en nuestro propio yo, tampoco podemos deshacernos tan fácilmente de ella, el hacerlo nos asemejaría a piezas inútiles, pues para que se pueda dar el puesta a punto de una máquina y todo marche bien, todas sus piezas deben estar cumpliendo y ejecutando sus funciones de lo contrario tendremos una marcha interrumpida o quizás estemos detenidos en su totalidad. Pensemos pues que si algo anda mal en nuestro alrededor es necesario analizar qué cosas estoy haciendo y que he dejado de hacer, que están influyendo en lo que está sucediendo. Tenemos la misión de iluminar, vivificar, esperanzar los lugares donde nos encontramos insertos, no nos hagamos de la vista gorda, es tú misión y es la mía, es la misión de todos ser agentes de paz y esperanza. Por último los dejo con una frase del Papa Francisco: “Uno no vive mejor si se escapa de los demás, si se esconde, si se niega a compartir, si se resiste a dar, si se encierra en la comodidad. Eso no es más que un lento suicidio”. EG 272 Feliz día, aceita ese ánimo y comienza a funcionar a toda máquina, el mundo espera todo lo bueno de ti.

21 de octubre de 2014

Siempre listos 21.10.14

Lectura: San Lucas: 12, 35-38 “Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela”. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos". Reflexión: Este texto me recuerda el eslogan de los Scouts, de hecho el estribillo de un himno de ellos, dice: “Siempre listos somos scouts... la amistad, la unión, nuestro afán”. Así como los scouts, el Señor espera que nosotros también estemos siempre listos, mi jefe siempre me dice: “Pórtate bien”, y muchas han sido las veces que le he respondido: “Siempre”, ahora bien, esto no es del todo cierto, no todas las veces me porto bien, de hecho hay días en los que he reflexionado de mis acciones y he tenido que pedir disculpas a las personas con las que no he sido tan bien portada. Esto de portarse y hacer el bien debe ser en nosotros una práctica diaria y no eventual, porque no sabemos en qué momento el Señor nos llamará y vendrá por nosotros y aún no estamos listos. Quiero compartir con ustedes un pedacito de la historia de vida de un hombre que demostró siempre esta actitud de estar listo para hacer el bien a toda hora, se trata de José Gregorio Hernández, cuentan los historiadores que se distinguió por su fe inquebrantable en Jesucristo y en su Iglesia, su humildad y sencillez y su ardiente amor a Dios y al prójimo, especialmente hacia los más pobres y necesitados. Muy querido por el pueblo que reconoció en él a un hombre excepcional. En su ejercicio de la medicina, se destaco en el servcio entregado y desinteresado a sus pacientes, sobretodo a los que no tenían recursos, cuentan que el en la puerta de su consultorio tenía una cestica en la que colocaba dinero para que aquel paciente que no tuviera como comprar las medicinas agarrará de ahí lo que necesitara para adquirirlas. Tenía un horario de atención para los pobres y era de 1:00 a 3:00 pm. Se dice que el día de su muerte, en la mañana había ido a misa, había hecho una hora de adoración al santísimo, el acostumbraba a rezar el Ángelus en la mañana, al mediodía y en la noche, y que había ido a visitar una paciente en la tarde, al salir de ahí fue a comprarle las medicinas a la farmacia y saliendo de la farmacia ocurre su trágica muerte, fue arrollado por un automóvil y al caer se golpea la cabeza con la acera y muere casi instantáneamente. Falleció el 29 de Junio de 1919, pero su vida fue un constante ejercicio de las virtudes humanas y cristianas, tanto así que en 1986 Juan Pablo II lo declaró Venerable, mostrando así su heroicidad. A este hombre sencillo, la hora de su muerte lo agarró haciendo el bien, porque era su costumbre hacerlo, José Gregorio estaba como los Scouts, ¡siempre listo! y es conveniente reflexionar y preguntarnos: ¿Si esto me pasará a mí, estaría listo?, ¿Mi vida se caracteriza por una vivencia constante de la Fe, la esperanza y la caridad?, o al contrario vivo una vida falta de fe, apartada de Dios, centrada en mí mismo y mis necesidades, vivo en una constante tristeza y desilusión, quejándome de todo, inconforme con lo que tengo, una vida que para nada expresa servicio a mis hermanos en sus necesidades. Sin ánimo de señalar ni hacer sentir mal a nadie, detengámonos pues a pensar en lo que hoy nos dice la Palabra: “Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela”, estar en vela es estar siempre listos para hacer el bien, así como los Scouts y el Dr. José Gregorio Hernández. Feliz día. Dios nos permita estar siempre listos y no despistados y dormidos a su llegada.

No acumules, reparte 20.10.14

Lectura: San Lucas: 12, 13-21 ¿Para quién serán todos tus bienes? En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?". Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea". Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida. Pero Dios le dijo: ‘;Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?'. Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios". Reflexión: Con esta lectura se me viene a la mente aquel dicho popular que reza: “Nadie sabe para quién trabaja”. Un hombre rico que tuvo una muy buena cosecha y pensó que ya se había resuelto la vida, que ya podía sentar a echarse airecito y darse la buena vida, se dedicó a acumular bienes materiales y se centró solo en esa acción, lo que no sabía es que no hay nada finito aquí en la tierra que pueda acumular y acumular sin necesitar un desahogo porque al final de cuentas colapsará, ¿Cuál fue su error?, entonces ¿Esta mal hacerse de bienes?, su error, guardar todo para sí, dejo entrar en su vida la avaricia, el poseer, el placer y el hacer, dejando de lado todo lo demás, no esta mal tener cosas materiales y bienes, lo importante es recordarnos siempre que esas cosas no son lo más importante, son solo bienes que están dispuestos ahí para servirnos de ellos y ponerlos al servicio del otro, recuerdo siempre a un compañero de trabajo que decía: “ Yo siempre le doy la cola a todo aquel que me consiga de camino a la empresa porque cuando yo no tenía carro pasaba roncha caminando hasta aquí”. Y lo certifico cuando yo no tenía carro el muchas veces me dio la cola. Es así como debemos actuar, porque caer en el acto egoísta de solo beneficiarme yo si podemos ampliar ese rango de bienestar a otros, si yo favorezco mi entorno, cada día estaré mejor yo, es un efecto bumerang, el bien que doy se regresa y muchas veces amplificado, no nos preocupemos y afanemos en demasía por lo que se queda aquí en la tierra, sino más bien por lo que llena el alma, la palabra de Dios nos dice: "Busquen el reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura”. Mt 6,33. Lo que sea que quieras tener, si es una necesidad en tu vida, Dios te lo concederá, solo que cuando lo tengas recuerda que no es solo para tu beneficio sino que has de ponerlo al servicio del otro. Tal vez cuando te compres el carrito tendrás que darle la colita a un compañero, y si te parece molesto que te pidan la cola, recuerda cuando tú eras el pedaleado. Feliz inicio de semana. No acumules, reparte así como el eslogan de la lotería.

19 de octubre de 2014

Santos irreprochables 16.10.14

Lectura: Efesios: 1, 1-10 “Nos eligió en Cristo antes de crear el mundo”. Yo, Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, les deseo a ustedes, los hermanos y fieles cristianos que están en Éfeso, la gracia y la paz, de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado. Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos: hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza. Reflexión: De aquí me llama la atención varias cosas las cuáles vuelvo a citar: 1. Dios nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales y celestiales: Para aquellos que piensan que Dios se ha olvidado de ellos y que no les tira nada al mingo. 2. Nos eligió para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos: para aquellos que piensan que ser santos esta pasado de modo y que es solo exclusividad de los religiosos y sacerdotes y las viejitas que viven metidas en la iglesia, señores la santidad es para todos, no lo digo yo lo dice la Palabra. 3. Por medio de Jesús nos hizo sus hijos y nos favoreció con su gracia: ¿Si eres hijo del Rey de Reyes que haces viviendo como un desgraciado?, es decir sin la Gracia de aquel que te dio la dignidad de Hijo. 4. Por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención: La sangre de Cristo tiene poder, tiene poder, tiene poder, para liberar…así dice el coro de una canción, entonces, ¿Qué haces viviendo como condenado si hay uno que por Amor a ti dio su vida? 5. Hacer que todas las cosas del cielo y la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza: ¿Qué cuerpo humano vulgar y silvestre puede andar descabezado?, ninguno, para poder andar necesitamos tener la cabeza en su sitio, así también en nuestra vida espiritual hemos de dejarnos dirigir por Cristo, que es y debe ser el centro y la cabecera de nuestra vida, sin Él, andamos sin dirección, viviendo a nuestro juicio, que a veces no es tan cuerdo como pensamos. Nada tendrá sentido si solo manejamos las cosas a nuestro modo, nuestro pensamiento es limitado, el pensamiento de Dios alcanza la plenitud, aspiremos a lo grande, aunque pensemos que alcanzar la santidad dista muy lejos de nosotros, tenemos el aval de que ya dio nos dio el privilegio de hijos, y algo de santidad hemos de haber heredado suyo, y si caemos y metemos la pata, recordemos que la sangre de Cristo tiene el poder para limpiarnos y liberarnos de toda atadura del pecado y del mal. Amén Feliz tarde, Hijo de Dios, proyéctate hacia la santidad, aunque te cueste, vale la pena intentarlo.

El todo es mayor que la parte 14.10.14

Lectura: San Lucas: 11, 37-41 “Den limosna, y todo lo de ustedes quedará limpio”. “En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer. Pero el Señor le dijo: "Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo exterior no hizo también lo interior'? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio". Reflexión: Jesús no se lavó antes de comer, no cumplió con la ceremonia, al parecer el anfitrión estaba muy pendiente de lo que hacía o dejaba de hacer su invitado, enfocado más en la parte que en el todo, fíjense que Jesús termina su intervención diciendo: “Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”. Preocúpense por cosas mayores, como por ejemplo su entorno y las necesidades que hay en el, tantos pobres a su alrededor y se detienen en detalles tan insignificantes como lavarse las manos para comer, cuando hay muchos que nada tienen que comer, con limpiarse las manos no limpiaran su alma, no es así como funciona en el Reinado de Dios que Jesús vino a mostrarnos, las obras de misericordia con el hermano, con la comunidad, con ese todo, es lo que al final de cuentas hará limpieza en nuestro actuar egoísta. El Papa Francisco en el capítulo IV de la Evangelii Gaudium, sobre la dimensión social de la Evangelización, expresa claramente en el N° 235: “El todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas. Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del mismo modo, una persona que conserva su peculiaridad personal y no esconde su identidad, cuando integra cordialmente una comunidad, no se anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio desarrollo. No es ni la esfera global que anula ni la parcialidad aislada que esteriliza”. El mensaje que trajo Jesús no era para unos pocos, ni exclusivo para los que ya conocían la ley, al contrario Él tiene una perspectiva que arropa el todo y no que favorece la parte, por eso no se detiene en tonterías, porque mira más allá del legalismo religioso, sabiendo que lo importante no está en lo externo sino en lo que lleva el corazón del hombre en su interior, y que esa grandeza interna se desborde para favorecer a todos y no a una parcialidad. ¿Tus acciones van en beneficio del todo o de una pequeña parte de la sociedad? Lo que sea que hagas hazlo siempre pensando en que la mayoría salga beneficiado y que no queden sectores excluidos, cada acción suma para favorecer el todo, de esta manera estaremos contribuyendo con la expansión del Reinado de Dios aquí en la tierra y estaremos siendo impulsadores del progreso que tanto esperamos en nuestro país. Feliz día, deja de fijarte en detalles irrelevantes y ocúpate del todo que aguarda una acción específica de ti. Parafraseando al P. Francisco. “No seas esfera global que anula ni parcialidad aislada que esteriliza”.

Libres, no esclavos 13.10.14

Lectura: Gálatas: 4, 22-24. 26-27. 31-5,1 No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre. Hermanos: Dice la Escritura que Abraham tuvo dos hijos: uno de la mujer que era esclava y el otro de la que era libre. El hijo de la esclava fue engendrado según las leyes naturales; el de la libre, en cambio, en virtud de la promesa de Dios. Esto tiene un sentido simbólico. En efecto, las dos mujeres representan las dos alianzas: Agar representa la del monte Sinaí, que engendra esclavos y es figura de la Jerusalén de aquí abajo. Por el contrario, la Jerusalén de arriba es libre y ésa es nuestra madre. A este respecto dice la Escritura: Regocíjate tú, la estéril, la que no das a luz; rompe a cantar de júbilo, tú, la que no has sentido los dolores del parto; porque la mujer abandonada tendrá más hijos que aquella que tiene marido. Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre. Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Reflexión: Dos mujeres, dos símbolos, la esclavitud y la libertad, fíjense por un hombre, Adán, entro el pecado en el mundo, el hijo de Agar nació según las leyes naturales es decir estaba atado a esta descendencia del pecado, de la desobediencia de nuestros primeros padres, era esclavo. En cambio Isaac, el hijo de la libre, Zara, viene al mundo por una promesa dada por Dios, al igual que Jesús, quién nace como promesa de salvación. Dios nos ha hizo libre a través del cumplimiento de esta promesa. No sé si recuerdan la película 12 años de esclavitud nominada y ganadora a los premios Oscar del 2013. La película está basada en la autobiografía de Solomon Northup, un mulato afroamericano nacido libre en el estado de Nueva York que fue secuestrado en el Distrito de Columbia en 1841 para ser vendido como esclavo y que trabajó en plantaciones en Louisiana durante 12 años hasta su liberación. Imaginen habiendo nacido libre, tuvo que vivir como esclavo todo ese tiempo. Él es golpeado para obligarlo a ocultar su identidad de hombre libre, y mantener el nombre de Platt. Mientras trabajaba en los campos para la siembra, Northup es llamado por el sheriff local, que llega en un coche con otro hombre. Preguntan acerca de la vida pasada de Northup, el sheriff hace una serie de preguntas para contrastarlo con los hechos de su vida en Nueva York. Northup reconoce al compañero del sheriff como un comerciante que conocía de Saratoga, y se da cuenta que el hombre ha llegado a liberarlo. Después de ser esclavizado por 12 años, Northup vuelve a la libertad y es devuelto a su familia. ¿Qué tiene que ver este tema de esclavitud con nosotros? Lo que le paso a Solomon puede estar pasándonos en este instante, tal vez hay cosas que nos están esclavizando en este momento y no nos damos cuenta, a lo mejor estamos secuestrados por ellas y no lo sabemos, entre ellas pueden estar: una vida disoluta, los vicios, la mentira, el materialismo y la ansiedad de tener cada día más, la vida alejada de Dios, el orgullo, el egoísmo, la vanidad, la rebeldía en el no aceptar la voluntad de Dios, la dejadez, la apatía, la infidelidad, y todo eso se resume en una sola palabra “PECADO”. El pecado nos ata y nos esclaviza, vuelve inmóvil nuestra vida y no nos deja avanzar, el remedio no es el callarse y resignarse sino darnos cuenta de que hay alguien que vino para que nosotros fuéramos libres y dio su vida por nosotros, es la promesa de Dios hecha carne, y ese alguien es Jesús. Somos libres gracias a Él, y Él nos ha mostrado el camino de la redención, ¿Por qué seguir empeñados en mantener en nuestras manos atadas a los grilletes del pecado, si podemos alcanzar del Padre su Misericordia? Deja ya la rebeldía de corazón y muéstrate ante Dios con todos tus lastres, para que Él te limpie y vuelvas a vivir en la libertad que se te ha sido dada como hijo de Dios que eres. Deja atrás el hombre viejo y esclavizado y vive la vida de un hombre nuevo y renovado por la Gracia divina. Recuerda a ti te parió La libre no la esclava, no vivas 12 años de esclavitud pudiendo vivir una vida entera en completa libertad. Feliz tarde, hijo de la libre.

Rígidez y flexibilidad 10.10.14

Lectura: Lucas (11,15-26) En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.» Reflexión: Les confieso que esta lectura me puso a pensar mucho más de la cuenta para escribir, me llama la atención en particular el pedacito que dice: “ Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa”, en otra traducción aparece: “Todo reino dividido va a la ruina…”. De divisiones hemos oído hablar mucho últimamente, división social, política entre otras, pero hoy en especial quiero hablar de la división interna que puede existir a veces dentro de nosotros mismos, cuando la mente y la voluntad están totalmente divorciados, en esa inestabilidad ¿Quién hay que pueda mantenerse en pie?, tal como lo expresa la lectura, tarde que temprano esa casa se derrumba. Estoy leyendo un libro que hace referencia sobre el pensamiento rígido y flexible, aunque a simple vista pudiéramos pensar que el pensamiento rígido es más fuerte, apilado y difícil de derrumbarse pues no es así, es el más falible de los dos, una persona con pensamiento rígido obedece a criterios preestablecidos y no admite variaciones de ningún tipo, y cuando existe algo que se opone a lo ya fijado pues entonces tiene lugar la inestabilidad, el desequilibrio, la mente rígida no acepta equivocaciones, y muchas veces los aciertos están fijados a sus criterios propios, que cabe destacar son su verdad, pero eso no significa que para el resto del mundo sean una verdad, el autor del libro, Walter Rizo, pone un ejemplo que me llamó mucho la atención, aquí se los comparto: A un hombre le preguntan ¿Bailas?, No. ¿Por qué no lo intentas? Porque no quiero equivocarme. Si voy hacer algo debo hacerlo perfecto. Si nunca lo intenta ¿cómo es que lo hará perfecto?, Si no se equivoca la primera vez, ¿cómo es que piensa aprender a hacerlo bien?. Esto puede pasarnos, me pasa a mí frecuentemente, estamos tan arraigados en lo que ya conocemos que al presentarse situaciones nunca antes vividas decimos, no esto no lo puedo hacer porque no me saldría bien, lo dañaría todo, seguro me equivoco, Y ¿qué pasa si te equivocas?, aprende a reírte de ti mismo si lo haces mal, saca lo positivo de eso. Todo forma parte de un aprendizaje, no hay porque temer a equivocarse, al final de todo, eso es la experiencia. No dividas tu reino interior, bájale dos a la rigidez y flexibilízate ante las cosas e ideas nuevas que se te presentan, recuerda que un reino dividido fácilmente puede ser destruido. Para finalizar les dejo con una trilogía de pensamientos que me fueron enviados hace algunos días y son dignos de ser compartidos, además de que van muy a tono con el tema: “Una experiencia nunca es un fracaso, siempre viene a demostrar algo”. Thomas Alva Edison (1847-1931) Físico e inventor estadounidense. “La experiencia no consiste en lo que se ha vivido, sino en lo que se ha reflexionado”. José María de Pereda. (1833-1906) Escritor español. “La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. Aldous Huxley (1894- 1963) Novelista, ensayista y poeta inglés. Feliz fin de semana, flexibilízate y aprende a reírte de lo que te sucede.

Pedir y darse 09.10.14

Lectura: "Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, porque quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abrirá". Mt 7,7 Reflexión: Esta mañana cuando iba de camino al trabajo le envié un mensaje a una compañera a quién quiero mucho, le escribí para pedirle algo, decía así: “Buen día, ¿cómo estás? De casualidad no hay una arepita para mí”. Yo tenía mucha hambre y sé que ella muchas veces me lleva desayuno sin que yo se lo pida, no todo el tiempo pero si con gran frecuencia, y recordé que en algún momento me dijo, cuando quieras arepita me la pides temprano. La respuesta a mi petición el día de hoy, fue: “Si, de casualidad si hay arepita, pasa por aquí cuando llegues”. Comprobadísimo entonces lo que dice la Palabra de Dios el día de hoy, muestra de ello la arepita que recibí y esta reflexión, ya que a petición de una lectora que me escribió para decir que volviera a escribir que ella lo necesitaba, pues entonces aquí estoy nuevamente. Me llama la atención que siempre vivimos pidiéndole cosas a Dios, pero pienso en algo, si nosotros somos las manos de Dios en la tierra, y si todos nos dedicamos a pedir y no a dar, ¿Qué pobre o necesitado podrá recibir algo, si mis manos están abiertas para recibir y no para dar?. Actualmente me encuentro leyendo la encíclica del Papa Francisco: “La Evangelli Gaudium, La Alegría del Evangelio”. Y en su capítulo IV La Dimensión social de la Evangelización, expone claramente en su numeral 199, lo siguiente: “Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro . Esta atención amante es el inicio de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cuál deseo buscar efectivamente su bien. Esto implica valorar al pobre en su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe. El verdadero amor siempre es contemplativo, nos permite servir al otro no por necesidad o vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia: .” El corazón de Dios siempre tiene preferencia por los pobres, y en ese preferirlos los favorece, nosotros somos favorecidos por Él, por el amor que nos tiene, pero la dimensión del Evangelio nos lleva más allá de solo sentirnos amados, sino también de amar al otro, y amar al prójimo implica darse a él, en la misma medida que me siento amado por Dios y recibo, en esa misma medida me dispongo a dar al otro, cabe destacar que pobre no es solo aquel que carece de cosas materiales, sino que carece de fe, de afecto, de atención, en fin todo aquel que en algún momento tenga necesidad de algo, hay mucha gente que necesita a nuestro alrededor, pero si nos enfocamos solo en pedir y recibir, difícilmente podremos identificar lo que el otro necesita para dárselo. La invitación es pues a enfocar nuestro mayor esfuerzo en ayudar a Dios en esa acción de dar al que pide, si está en nuestras manos, seamos pues el instrumento que Dios use para dar al otro y demostrarle su grandeza y amor, y no nos preocupemos tanto por lo que hemos de recibir pues seguramente Dios dispondrá de otro instrumento para hacernos llegar lo que nos hace falta, como la arepita pues que llega con frecuencia, pidiéndola yo o no. Feliz y Santo día para ti, pide pero también da. Dedicado en especial a aquella que siempre con cariño me trae mi arepita.

Siempre regresa 23.09.14

Lectura: "Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios". 2 Co 4,9 Reflexión: Perseguidos y abandonados. Confieso que hoy no sentía inspiración para escribir pero creo que al final ella, la inspiración siempre regresa. No nos pertenece solo viene y va porque es libre. Sigamos... Perseguidos ¿por quién?, pues no se me ocurre más nada que decir que ser perseguidos por la tristeza que muchas veces nos arropa y se queda pegada a nosotros como si tratase de nuestra piel. Y déjenme decirles que no es así, la tristeza es solo un estado de ánimo, es finito, no tiene porque hacerse perenne en nuestras vidas. Muchas son las situaciones que pueden traernos consigo sentimientos de tristeza, es bueno sentirla, pero no quedarse anclada en ella, las razones por las que muchas veces nos quedamos ahí detenidos es porque nos cuesta mirar más allá de lo que nos está pasando, no tenemos la visión y mucho menos pensamos que pueda venir algo mejor, y sino hay nada mejor entonces mejor me quedo llorando, cuando era pequeña recuerdo que cuando me caía, lloraba y luego me levantaba y seguía jugando, fácilmente podía pasar del llanto a la risa, me pregunto ahora: ¿No podría tener esa misma actitud ahora?, creo que sí, es solo cuestión de estar consciente que el dolor es algo momentáneo y que pronto pasara, "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", dicen por ahí, en atención a esto se hace imprescindible buscar siempre la salida, ir avanzando para no dejar que la tristeza se adhiera y se vuelva un estado permanente en nosotros. Es necesario pues entrar en contacto con la alegría que yace dentro de cada uno de nosotros, en estos días estuve leyendo un subsidio que emitió la conferencial episcopal de Venezuela para ser usado el próximo mes con motivo del mes de la Biblia, el cuál dice: “Así como los árboles no empiezan su existencia por las ramas sino por la raíz, la alegría no nace de la voluntad ni de una declaración, sino que proviene de nuestro modo de estar en el mundo. No se trata de vivir para estar alegre, sino de sentirnos alegres por la vida que vamos eligiendo. Cuando nos propongamos la alegría como un fin y salgamos a buscarla terminaremos casi siempre por encontrar dos de sus más pobres imitaciones. El placer y la diversión. El placer se agota una vez conseguido y pide ser renovado de inmediato. La diversión es una pompa de jabón: su estallido dura un segundo y luego no hay más. La alegría, en cambio, sobreviene a lo vivido, a lo experimentado, incluso a lo padecido. No nos atrae como un anzuelo: es un perfume que emana de nuestro vivir. El monje benedictino alemán Anselm Grün, lo dice de una manera sencilla “No es posible decretar la alegría. Ella es la expresión de una vida plena. No puedo ansiar la alegría por sí misma, pero sí puedo intentar vivir mi vida con todos los sentidos. Entonces tomaré contacto con la alegría que hace tiempo se encuentra en mí”. Quiero pues terminar estas líneas diciéndome a mí misma y a ustedes. que si se puede ser feliz con lo que vamos viviendo aunque no sean tan grato lo que este aconteciendo en este momento. Feliz día, no hay mal que dure cien años pero si hay alegría que pueda combatirlo. La inspiración y la Alegría siempre regresan.

19 de septiembre de 2014

Tú sirves para algo 16.09.14

Lectura: 1 Corintios: 12, 12-14. 27-31 Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es miembro de él. Hermanos: Así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es miembro de él. En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan, a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan? Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Reflexión: Hace algún tiempo escuche una frase que me gusto y me la quede: “No todos servimos para todo pero todos servimos para algo”. Tengo un amigo que siempre que habla conmigo sobre mi trabajo dice: “Y pensar cuantas manos debe pasar un producto antes de llegar al consumidor”. Trabajo en una empresa manufacturera de alimentos, y ciertamente son muchas las cosas que pasan para lograrlo. Desde el que piensa en la idea de desarrollarlo hasta el que te lo despacha en la bodega o supermercado. Sacar a la venta algo nuevo es producto del esfuerzo de mucha gente y de las habilidades que cada uno de ellos tiene, el de mercadeo que hace el estudio del mercado, el investigador que desarrolla la fórmula del producto, el analista de panel que realiza el estudio con el consumidor para validar su preferencia por él, el especialista de empaque que busca la mejor opción de empaque para preservar y contenerlo, el comprador que busca los mejores precios de los insumos y materias primas, el de ingeniería que evalúa la tecnología y maquinaria para su fabricación, el de mantenimiento que vela por el funcionamiento correcto de las máquinas, el de producción que dedica horas de trabajo para materializar la idea en rico y sabroso alimento, el de calidad que chequea que todo cumpla con los más altos estándares de calidad, el de almacén que guarda, almacena y preserva el producto para su despacho, el de logística que coordina la ruta donde será enviado, el vendedor que hace el negocio con el cliente, el transportista que lleva el producto a los distribuidores, el almacenista que los recibe en el establecimiento comercial, el anaquelista que los coloca en los anaqueles, el cajero que cobra, el carruchero que lleva las bolsas, y finalmente ya en casa la cocinera o cocinero que prepara la rica comida con ese producto. Estoy segura que hay muchas otras más personas que intervienen en este proceso pero lo importante aquí es reconocer que si alguna de estas personas dejase de cumplir con su trabajo, se rompe la cadena y se hace cuesta arriba obtener el resultado final. En la vida de Fe sucede algo muy parecido, y San Pablo lo ilustra perfectamente con la armonía que debe tener el cuerpo y los miembros que lo conforman, todos son importantes hasta el más insignificante de ellos, y si eres de los que piensa que hay alguna parte de ti que no lo es, te pongo un ejemplo: En estos días atrás tenía una uña del dedo del pie enterrada, lo que comúnmente se conoce como uñero, no le preste atención al principio pero al pasar los días me di cuenta que ya se me dificultaba caminar y tuve que buscar ayuda para sacármelo y aún después me siguió doliendo y aunque quería estar tranquila, el dolorcito me incomodaba. En la Iglesia, así sucede, muchos son sus miembros y el actuar articulado de cada uno de ellos hace que todo avance y fluya como el proceso de fabricación de un producto, pero basta que alguien se enoje o se empiece a sentir mal, o hayan chismes, intrigas, menosprecios, exclusiones, pretensiones o cualquier actitud de esas que sabemos no son tan cristianas pero que en una comunidad pueden tener cabida, para que todo empiece a descontrolarse o a incomodar como el uñero en el pie. Si formamos parte de un todo, lo ideal es que trabajemos para que ese todo funcione, no quitándole la responsabilidad al otro para figurar, sino aportando nuestro granito de arena en lo que somos buenos. Si eres buen lector, entonces lee la Palabra de Dios, si eres músico, canta, toca para Dios, si eres bueno expresándote entonces predica, si eres bueno en la logística entonces coordina y no seas obstáculo en el camino hacia Cristo para otros, si eres bueno enseñando, da de lo que sabes, si te gusta la acción social, ayuda a los pobres, si no te gusta hablar y eres tímido pues dedícate a orar por los demás, cada uno tiene un don y ese don debe estar al servicio del Reino de Dios, no seas miembro flojo que desarticula y desarmoniza el Cuerpo perfecto de Cristo, lo que sea que seas bueno hazlo y también deja que los otros hagan su trabajo, no seas ni freno, ni obstáculo en la vida de fe de tu hermano, sino que al contrario se acelerador y ayuda idónea para el otro, y de esa manera siempre tendremos un cliente (comunidad) satisfecho con un producto (servicio) de calidad , y lo mejor de todo tendremos al jefe (Cristo) contento con nuestros resultados. Feliz día, Haz pero también deja hacer.

Días finitos 15.09.14

Lectura: “Hazme saber; Señor mi fin, dónde llega la medida de mis días, para saber lo frágil que soy. De unos palmos hiciste mis días, mi existencia nada es para ti, solo un soplo el hombre que se yergue, mera sombra el humano que pasa, sólo un soplo las riquezas que amontona, sin saber quién las recogerá.” Salmo 38,5. Reflexión: No quisiera estar escribiendo acerca de cosas tristes pero también de las situaciones tristes aprendemos, estuve hoy en la tarde; en el funeral del esposo de una amiga, Rubén era su nombre, y padecía de un cáncer en los pulmones, que termino consumiendo su salud y finalmente su vida. Pero no es de su enfermedad de lo que les quiero hablar sino de unas palabras que solía decir él en vida, y de las cuáles me enteré yo por boca de su esposa, quién en medio de su dolor las recordó, y las repitió: “Con Dios uno siempre sale ganando, porque si Él te sana, te quedas en esta vida y la disfrutas, pero si no, igual Dios te lleva con Él y también sales ganando”. ¡Qué palabras!, dicha desde el corazón de un hombre joven, con toda una vida por delante y una familia hermosa, pero que supo aceptar la voluntad de Dios y constato que el paso hacia la muerte también es una ganancia, nuestros días en la tierra son finitos tal como lo expresa el salmista, nadie hay que conozca cuando será el último día de su existencia en esta tierra, eso no lo podemos planificar, aun teniendo una enfermedad terminal como la de Rubén, no sabemos el momento exacto en el que seremos llamados. En estos días bromeaba con una compañera de trabajo al modificar el monto de mi seguro de vida, decidí ponerlo del monto más alto a un monto intermedio y dije en tono jocoso: “No tengo pensado morirme este año”, seguido de este comentario se escucharon las risas de mi compañera, quién inmediatamente dijo: “qué loquita eres, eso no lo planeas tú”. Ciertamente no lo planeamos, pero tampoco lo pensamos mucho, y hay quienes dicen para que pensar en algo que estamos seguros que algún día llegará, tienen razón pero yo diría mejor para que gastarnos la vida pensando en la muerte, vivamos felices y no con tristeza porque cada minuto cuenta, no malgastemos ese tiempo tan valioso que se nos regala a cada instante, muchos no tomamos conciencia de ello sino hasta cuando vemos que ya se nos agota la vida, y luego de agotarla no hay refill, y puede ser tarde cuando reaccionemos. Nuestra vida es un regalo de Dios, que hemos de disfrutar valorando cada segundo vivido y que mejor manera de darle su valor que viviéndola al máximo sabiendo que con Dios siempre ganamos, así como decía Rubén, no importa si estamos al borde de la muerte, si estamos con Dios todo es ganancia.

Gallinita ciega 12.09.14

Lectura: San Lucas: 6, 39-42 ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano". 1 Corintios: 9, 16-19. 22-27 Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Hermanos: No tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que se me ha confiado una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de la predicación. Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. ¿No saben que en el estadio todos los corredores compiten, pero uno solo recibe el premio? Corran de manera que consigan el premio. Además, todos los atletas se privan de muchas cosas: ellos lo hacen por un premio que se acaba; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así pues, yo corro, pero no a ciegas, y lucho, pero no dando golpes al aire, sino que domino mi cuerpo y lo obligo a que me sirva, no sea que, después de predicar a los demás, quede yo descalificado. Reflexión: Al leer este texto de Lucas, no pude evitar recordar mi niñez y en especial un juego infantil, llamado la gallinita ciega, el cual consiste en que los otros jugadores tapan los ojos, normalmente con un pañuelo o venda, a un jugador seleccionado. Entonces el resto de jugadores empiezan a darle vueltas hasta marear al que pilla. Mientras todos corren y la gallina gira, se va cantando una canción así, o similar: Gallinita, gallinita ¿Qué se te ha perdido en el pajar? Una aguja y un dedal Da tres vueltas y la encontrarás A partir de ese momento, el jugador nombrado «gallina ciega» intenta atrapar a alguno de los que juegan, guiándose por sus voces. Tocando, por supuesto, pero sin pegar. Cuando alguien es atrapado sustituye a la gallina. En algunas versiones avanzadas del juego hay que adivinar quién es el jugador pillado, palpándole. En otras, cuando atrapa al otro jugador, ese jugador queda fuera del juego. Cuando estén jugando, para poder ayudar a la gallina a conseguir sus presas, los jugadores normalmente le hablan o le dan pistas de dónde se encuentran (como por ejemplo: cantando o gritándole direcciones como izquierda o derecha). Suele jugarse en un área espaciosa, libre de obstáculos para evitar que el jugador haciendo el papel de "la gallina" se lastime al tropezarse o golpearse con algo. El pintor Francisco Goya inmortalizó este juego en un cuadro titulado precisamente La gallina ciega (Goya). Ahora vamos con la conexión del juego con la Palabra de hoy: ¿Puede un ciego guiar a otro ciego?, ¿Qué pasaría si en la gallinita ciega todos los jugadores tuviesen los ojos vendados?, posiblemente la respuesta sería: Todos tropezarían, se caerían o se golpearían. De niños era divertido jugar pero cuando no eras tú el jugador vendado, de lo contrario el andar a ciegas es incómodo, sobre todo porque no se tiene certeza de a donde se debe ir, y además que implica confiar en otra persona para poder orientarte, imagina si el que te toca guiarte es malicioso y busca dirigirte por zonas de obstáculos para que caigas, en un juego es aceptable, pero si se trata de la vida misma puede ser perjudicial. El texto nos recuerda además: “El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro”. En este andar por la vida, hay muchas personas que encontramos en el camino que nos ayudan, nos guían, nos orientan y aconsejan pero hay que ser cuidadosos en la recepción de esas orientaciones porque puede darse el caso de que la voz que estamos escuchando sea la de otro ciego que esta o igual que nosotros o en peores condiciones, así que mosca. San Pablo en la carta a los Corintios nos dice: “¿No saben que en el estadio todos los corredores compiten, pero uno solo recibe el premio? Corran de manera que consigan el premio. Además, todos los atletas se privan de muchas cosas: ellos lo hacen por un premio que se acaba; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así pues, yo corro, pero no a ciegas, y lucho, pero no dando golpes al aire, sino que domino mi cuerpo y lo obligo a que me sirva, no sea que, después de predicar a los demás, quede yo descalificado”. Si en este momento eres vidente y no ciego, ayuda a otros en su lucha pero no te olvides de pelear tu propia lucha porque el descuidarte en ella te puede llevar a la ruina. Es como cuando estabas en la escuela y ayudabas a estudiar a otros para un examen porque eras el que más sabía de la materia, al final los resultados todos los demás sacaban buena nota y tú no. ¿Por qué?, te enfocas tanto en ayudar al otro que te confías y olvidas que tú también debes practicar y esforzarte. Es nuestra misión anunciar el Evangelio a todo el mundo pero también debemos vivirlo, esa es la lucha diaria, correr pero no a ciegas para no tropezar, escuchando la voz del verdadero maestro que es Cristo.

Check list 11.09.14

Lectura: San Lucas: 6, 27-38 Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después. Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos". Reflexión: Muchas cosas por hacer se nos especifican en este texto, en mi trabajo cuando vamos a iniciar un proyecto siempre solemos hacer un cronograma de actividades para saber específicamente lo que cada quién le toca hacer y en qué tiempo debe estar cumpliendo con ello, hay tareas que llevan su tiempo por la complejidad que tienen, es así como algunas pueden completarse en un solo día y otras se pueden tardar meses, inclusive hasta un año, tomando esa práctica quisiera hacer un check list de todo lo que hoy nos trae la Palabra, empecemos: 1. Amen a sus enemigos. (Esto incluye a los que nos hacen la vida de cuadritos cada día) 2. Hagan el bien a los que los aborrecen. (Esto incluye a los que nos caen como patada en el hígado). 3. Bendigan a quienes los maldicen. (Incluye a los que nos insultan). 4. Oren por quienes los difaman. (Incluye a los que viven pendiente de cuando nos caemos para llevar el chisme). 5. Preséntale la otra mejilla al que te golpea. (Incluye a los que nos han hecho un daño terrible). 6. Al que te quite el manto, déjalo llevarse la túnica. (Incluye a los que piden préstamos y no nos pagan nunca). 7. Dale al que te pide. (Incluye a aquellos que pensamos no tienen necesidad de pedirnos porque tienen más que nosotros). 8. Al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. (Incluye a los que nos dicen préstame esto y ahorita te lo devuelvo). 9. Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes. 10. Sean misericordiosos, no juzguen, no condenen y perdonen. (Incluye a… todos sin excepción, si hasta ese que estás pensando que se merece no lo perdones), Luego de tener la lista debemos establecer el tiempo de cumplimiento, aquí viene la diferencia con la usual lista que hago en mis proyectos, la de mi trabajo tiene un tiempo finito de culminación, esta lista de actividades que nos trae el texto bíblico de hoy, no, pues es de ejecución permanente. Aquí no hay pa’ donde agarrar con esa pata hincha’ a, dice un dicho popular, por eso el seguimiento a las tareas relacionadas con la auténtica conducta cristiana, son tan difíciles de llevar, porque mantenerse en el tiempo con un cumplimiento exitoso de estas actividades es lo que nos cuesta y resulta complicado e incluso nos parece hasta exagerado, sobre todo aquello de dejar que el otro se lleve lo que es mío, lo mío es mío y no me lo quita nadie, es uno de los pensamientos que podemos tener. Pienso que la clave para poder cumplir siempre, está en: “Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes”, a nadie le gusta que lo traten mal, y como ese es nuestro deseo, usémoslo como medida para así relacionarnos con los demás en ese mismo porcentaje. Que es difícil, si lo es, pero nada nos cuesta intentarlo. Además la Palabra de Dios no es solo exigencia, sino también ganancia, fíjense que termina diciendo: “recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica”. No perdemos, sino que más bien seremos recompensados, ojo no lo hagamos solo por la recompensa, miren que Dios puede ver nuestras intenciones, actuemos desde nuestro corazón sin esperar nada a cambio y sin mirar los rostros de quienes ayudamos para no hacer distinciones, ni tener preferencias. Amar a todos por igual y tratarlos como yo quiero ser tratado, esa es la máxima de hoy, y de siempre, recordemos que no es un cronograma de tiempo finito. Feliz día y actívate a cumplir con tu cronograma del día.

Hipócritas o ciegos II 26.08.14

Lectura: San Mateo: 23,23-26. Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: " Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera". Reflexión: Seguimos con los que nos faltan, hoy solo tomaremos dos más: 4. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas que pagan el impuesto…y descuidan lo más importante…la misericordia y la lealtad. Fariseo, apegado a la ley donde no tiene cabida la práctica del mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, Jesús nos muestra que las dos cosas son importantes al decir: Hay que observar lo uno sin descuidar lo otro. El hombre no está al servicio de la ley sino al contrario, la ley se hizo para servir al hombre. En cierta ocasión escuche a un sacerdote decir: “Si vas de camino a la Iglesia y alguien necesita tu ayuda en el momento, ayúdale, Dios sabrá entender porque estas dejando de ir con él. No te enfrasques en ser legalista, más bien cumple la ley por amor. 5. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato y por dentro están llenos de inmoralidad y robos. Esto es como vestirse sin bañarse, y de paso ponerse perfume, al cabo de un rato cuando sudas, el olor que despides no es del todo agradable, es preciso bañarse para colocarse ropa nueva. Así mismo el creyente que deja el hombre viejo debe nacer del agua y del espíritu, su conversión ha de empezar por el interior y todo lo que desmanche y desinfecte dentro influirá poco a poco en su cambio exterior. Nadie que siga guardando odio, rencor, inmoralidad, egoísmo, maledicencia…y otros, podrá tener una vida limpia en lo externo, viviría una mentira, con una máscara que se quita y se pone a su antojo. No seamos disfraces, seamos cristianos de verdad. Feliz día y cero máscaras.

Hipócritas o ciegos 25.08.14

Lectura: San Mateo: 23,13-22 ¡Ay de ustedes, guías ciegos! En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de condenación que ustedes mismos!¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que está sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él". Reflexión: Perdónenme por iniciar esta semana con tan tajante lectura pero no soy yo sino que así lo previó Dios. Hoy Jesús lanza un mensaje contundente hacia un grupo de personas de su época que podemos muy fácilmente trasladarlo a nosotros, pues Dios nos habla cada día y de forma muy directa. Veamos que intenta Jesús decir con esa frase Hipócritas: “En el idioma de Jesús, la palabra hipócrita designa también al que juzga según las apariencias y al que se burla de las cosas de Dios. No todos los fariseos eran hipócritas pero Jesús denuncia una deformación que se ve a menudo en las élites religiosas.” (Comentario de la Biblia Latinoamericana). El título que encabeza este texto al ubicarlo en la Biblia es: “Siete maldiciones contra los fariseos”. Que rudo y poco agradable ese término “maldición”, Jesús a menudo habla de esa manera a aquellos que se empeñaban en seguir ciegos, lo mismo puede pasarnos a nosotros, que andamos ciegos, sordos y mudos como dice la canción. Hoy veremos solo 3 de las sentencias y mañana continuamos con el resto: 1. ¡Ay de ustedes, hipócritas!, que cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ni dejan entrar. Al leer esto pienso en lo mucho que nos gusta juzgar al otro y no ver nuestro propio rabo de paja, y vivimos señalando y excluyendo al otro, limitando su participación en la Iglesia por su condición de pecador. ¿Y quién hay que no lo sea?. Jesús en su encuentro con la mujer adúltera dice: “ El que esté libre de pecado que lance la primera piedra” y la palabra continua diciendo que poco a poco todos los presentes fueron retirándose. Jesús no condena al pecador, sino al pecado. ¿Quiénes somos nosotros para decidir quién entra y quién no en el Reino de los Cielos?. Eso solo le corresponde a Dios que conoce y escudriña cada corazón. 2. ¡Ay de ustedes, hipócritas!, que recorren mar y tierra para ganar un pagano y cuando se ha convertido lo transforman en un demonio. No sé qué es peor si cerrar las puertas al hermano o hacerlo entrar para hacer de él una peor persona que la que antes era. Pienso en este momento en el cuidar la Fe del otro, constantemente doy charlas y catequesis en la Iglesia, siempre trato de tener el cuidado de no enseñar algo errado a mis hermanos que inician en su Fe y quizás debemos llevarlo más allá, a la vivencia, no podemos hablar de humildad, sino la practicamos. Al contradecirnos en nuestras palabras y actuar estaríamos siendo anti testimonio para el otro, contribuimos a desvirtuar su Fe, pues generalmente los patrones que tienden a copiarse son los malos, los torcidos. Diría un sacerdote amigo: “Entonces fabricamos unos mounstritos, en vez de verdaderos cristianos”. Hoy te recuerdo tú eres guardián de la Fe de tu hermano. Aprovecho la oportunidad para pedir perdón a todos mis hermanos, por los momentos que en vez de fortalecer su aprendizaje en la Fe con mis palabras y acciones, los he desvirtuado. 3. ¡Ay de ustedes, que son guías ciegos!. Ustedes dicen: Jurar por el templo no obliga pero jurar por el tesoro sí. ¿Qué vale más el oro mismo o el templo que hace del oro una cosa sagrada?. Claramente estas personas se estaban quedando en lo exterior, ¿Quién es más importante la vasija o el alfarero que la hace?, ¿En mi vida doy el valor y lugar a Dios que él se merece?, ¿A quién estoy siguiendo, a la palabra de Dios que es su voz o la de aquellos que miran solo lo externo?. Los féretros son estéticos por fuera pero por dentro albergan podredumbre, no seamos uno más de estos. Feliz día, no sigas a los hipócritas o guías ciegos, no seas parte de las élites religiosas, sigue al que es camino, verdad y vida, Jesús.

Pinocho, corazón de carne 21.08.14

Lectura: Ez 36, 23 -28 Yo santificare mi gran nombre profanado entre las naciones, profanado allí por ustedes. Y las naciones sabrán que yo soy el Señor - oráculo del señor – cuando yo por medio de ustedes manifieste mi santidad a la vista de ellos. Los tomaré de entre las naciones, los recogeré de todos los países y los llevaré a su suelo. Los rociaré con agua pura y quedarán purificados, de todas sus impurezas y de todas sus basuras los purificaré. Y les daré un corazón nuevo, infundiré en ustedes un espíritu nuevo, quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que se conduzcan según mis preceptos y observen y practiquen mis mandamientos. Habitarán la tierra que yo di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. Reflexión: “Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne” Esta lectura me hace traer a la memoria el cuento de una marioneta pero que seguramente mucho de ustedes lo han escuchado. Se trata de Pinocho, en italiano Pinocchio, escirto por Carlo Collodi. El mismo sufrió varias adaptaciones para llevarlo a película comics, donde se narra la historia de una marioneta, quién fue fabricada a partir de un trozo de madera tallado a mano por un zapatero llamado Geppetto, y este lo trataba como a un hijo, seguramente lo que más recordamos es el crecimiento de su nariz al decir mentiras, pero no es precisamente el que deseo resaltar en este momento, quiero hablarles esta vez de lo que lleva dentro. Si estamos hablando de un muñeco, es un ser totalmente inanimado, sin vida, de lógica ya que las cosas materiales no la poseen, Pinocho se mete en muchos problemas y al final queda sin vida hasta que el hada interviene y le da un corazón y así lo transforma en un niño de carne y hueso, hay una canción infantil que habla de esta historia, que dice en una de sus estrofas: “ Al médico de guardia llamaron con urgencia y con su vieja ciencia por todo remendó, pero dijo en tono preocupado: Esto ha sido en vano le falta el corazón. Y vino el hada protectora y viendo que Pinocho se moría le puso un corazón de fantasía y Pinocho sonriendo despertó” Ahora bien evaluando nuestra vida y la relación que tiene con este texto y con Pinocho, podemos preguntarnos: ¿Qué vacíos hay dentro de mí que hacen que viva no como una cosa inanimada?, ¿Es mi vida una experiencia de amor a Dios y de amor al prójimo en consonancia con que lo que tengo en el pecho es un corazón de carne?, ¿Mis actitudes hacia los demás son duras, ásperas, inflexibles, intolerantes y faltas de comprensión?. Señor, reconozco que dentro de mí he endurecido mi corazón y te he vuelto la espalda en muchas oportunidades, cada vez que soy rudo, intolerante, incomprensivo, despectivo, indiferente con uno de mis hermanos, contigo lo soy. También he endurecido mi corazón al no reconocer mis errores y ser orgulloso, caprichoso y terco, aún cuando repetidas veces me has mostrado el camino, choco una y otra vez con lo mismo, como un ciclo sin fin. Pon dentro de mí, tú Espíritu para que pueda actuar según su sabiduría y rectitud de corazón. Saca de mí el corazón de piedra duro y terco y coloca en mí un corazón conforme a tu voluntad, flexible, dócil y compasivo. Por último que mis palabras, acciones, pensamientos, reflejen la presencia de un corazón de carne y no de piedra. Feliz día, “es tiempo de cambiar”, como dice la canción de Juanes. ¿Qué estas esperando el hada madrina?.

Lo mejor de mi viaje 16.08.14

Sí me preguntaran que fue lo que más me gusto de mi viaje podría decir sin duda alguna que el trato de las personas con las que compartí durante todo el recorrido. Siento que fueron muchas las atenciones, de verdad me hicieron sentir amada. Te doy el resumen, mi tío en San Cristóbal y su esposa nos hospedaron, pasearon, la esposa nos llevó hasta la aduana en Cúcuta y eso es un pedal, espero que selláramos salida y nos dejó en el aeropuerto. Luego mi hermano en Río Negro nos recibió con unos regalitos en la llegada, durante nuestra estadía en su casa y salidas no dejo que pagáramos nada, creo que el pobre va a quedar desfalcado. Cuando visitamos la casa de su novia ella no dejo que hiciéramos nada, fue demasiado, en extremo espléndida en atenciones. Luego un día que fuimos de paseo a Medellín la mamá de la novia de mi hermano fue nuestra guía y su lema era: “lo que Ustedes quieran yo quiero " y no dejo que gastáramos ni un peso, ni el pasaje del metro, nada. Fuimos a un pueblito San Antonio de Pereira y los dos lugares que visitamos una venta de dulces y un lugar de tragos, en ambos las chicas cada vez que servían decían: "con gusto " , sé que podemos decir lo dicen porque se les está pagando pero de verdad se notaba lo hacían con gusto como decían. Hoy llegué a Venezuela a San Cristóbal y la amiga de mi papá, Mercedes, me recibió con una sopita y un almuerzo light como dice ella con unos toticos ricos (topocho sancochado). Me dio su cuarto para que me acostara, me busco paño para que no mojara el mío, pantuflas para que descansara los pies. Me dijo báñese para que vaya fresca, ¿cómo negarme? Y sabes que no soy amiga del baño, me pidió el taxi, me hizo café y me dio galleta para que no me fuera lisa en el viaje...en fin realmente la belleza de cualquier lugar la da su gente y es grato saber que en mi país también hay mucha gente bella... Los paisajes y lugares hermosos pero ¿qué es eso sin su gente?. Lo mejor de mi Viaje fue la gente.

9 de septiembre de 2014

Amada 10.09.14

Por: Johanna Andreina Jaimes Pérez. Miércoles 10 de Septiembre de 2014 Minutos de Reflexión Lectura: Salmo 45, 11-17 Escucha, hija, mira y pon atento oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará de tu belleza. Él es tu Señor, ¡póstrate ante él!. La hija de Tiro con presentes, y los más ricos pueblos recrearán tu semblante. Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey. Vírgenes tras ella, compañeras suyas, donde él son introducidas; entre alborozo y regocijo avanzan, al entrar en el palacio del rey. En lugar de tus padres, tendrás hijos; príncipes los harás sobre toda la tierra. Reflexión: En esta oportunidad les dejo con algo que escribí hace unos añitos atrás leyendo este mismo salmo: Si eres joven o viejo no importa, lo que importa es que en algún momento de tu vida hayas soñado con esa persona amada, si con esa que te robará el sueño, suele pasarnos que ideamos esa persona, imaginamos como será, los momentos felices que podamos vivir con ella, se nos olvida el mundo entero familia, amigos para nosotros solo existe él o ella, pensamos en todo lo que tenga que ver con esa persona y entre tanto pensar nos desesperamos por encontrar esa joven o ese joven que robe nuestro corazón, pues necesitamos que nos amen pero ya!. Y nos viene a la cabeza la pregunta ¿Dónde anda metido o metida? ¿Por qué se tarda tanto en aparecer? ¿Es que acaso ya me lo (a) tumbaron sin tan siquiera conocerlo (a)? … Una de esas semanas en las que me hacía esas preguntas pues ya se acercaba el día de los enamorados y estaba más sola que la una, y mis amigos hablaban de cómo celebrarían ese día con sus respectivos amores, que si irían al cine, a comer, que le regalarían flores, no se porque se me metió en la cabeza que tal vez yo no había nacido para el amor o para ser amada, si tal vez fui un poco dramática pero eso llegue a pensar, era viernes y todo el día ese pensamiento estuvo en mi mente. Al siguiente día al levantarme tomé la Biblia para comenzar mi oración del día y mientras leía sentí la necesidad de escribir algo que no venía de mí, el cual citó: Amada “Día tras día busco y no encuentro, quizás no busco donde debo. La felicidad es inalcanzable cuál cima escarpada y empinada a menudo me repito. Quizás no este muy lejos, quizás este ante mis ojos. El cielo azul lo grita en su tranquilidad y hermosura. La brisa susurra palabras dulces a mis oídos. ¿Quién me habla? Jamás había escuchado esa voz. Mi corazón siente paz al escucharla. Mi corazón se alegra al escucharla… Una lágrima corre por mi mejilla. Tu amor se desborda en mi ser, como torrente de agua viva desciende sobre mí! Tú mi mejor obra Tú mi princesa amada, alcanzó a oír. ¿A quién buscas? Si estoy aquí ¿A quién esperas? Si estoy delante de ti, Mi amor es para ti. Después de esto solo pude llorar, nunca había escuchado palabras tan bellas, no recuerdo manifestación de amor más hermosa que la que tuvo Dios para mí esa mañana, en ese momento supe que su amor es para mí, sí porque el me ama a mí y a ti, somos sus joyas preciosas por eso antes que cualquier amor, el debe ser el primero, pues así como él esta loco de amor por nosotros también nosotros hemos de estar locos de amor por él, pues solo en esa locura de amor podremos desprendernos de todo lo que tenemos familias, amigos, apegos materiales para servirle a través de aquellos hermanos que viven sin amor, olvidados por la sociedad pues nuestro mismo egoísmo e indiferencia ha hecho que muchos piensen que no merecen ser amados que para ellos la felicidad es inalcanzable. Es hora de recordarles y hacerles saber que existe alguien que los ama con el amor más grande que puedan imaginar y que ese alguien es Dios.