29 de octubre de 2014

Vivan según su vocación 24.10.14

Efesios: 4, 1-6 “Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”. Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna de la vocación que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Reflexión: Vivan de acuerdo a la vocación que han recibido es uno de los mensajes que nos trae este texto, vocación, del latín vocatio, a nivel religioso es la inspiración con que Dios llama a algún estado. Llamados a vivir en humildad, amabilidad, a ser comprensivos, a soportarse con amor, mantenerse unidos y vivir en paz. Debemos estar conscientes de este llamado, de la misión que tenemos dentro de la Iglesia, en el capítulo V, de la Evangelii Gaudium, numeral 273, se nos dice: “La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus propias necesidades. Dejará de ser pueblo”. Un solo Señor, una sola fe, un solo cuerpo, un solo Espíritu por lo tanto estamos llamados a vivir en unidad como un solo pueblo, y no como entes aislados, cada uno tiene una misión pero la misma no la podemos cumplir encerrados en nuestro propio yo, tampoco podemos deshacernos tan fácilmente de ella, el hacerlo nos asemejaría a piezas inútiles, pues para que se pueda dar el puesta a punto de una máquina y todo marche bien, todas sus piezas deben estar cumpliendo y ejecutando sus funciones de lo contrario tendremos una marcha interrumpida o quizás estemos detenidos en su totalidad. Pensemos pues que si algo anda mal en nuestro alrededor es necesario analizar qué cosas estoy haciendo y que he dejado de hacer, que están influyendo en lo que está sucediendo. Tenemos la misión de iluminar, vivificar, esperanzar los lugares donde nos encontramos insertos, no nos hagamos de la vista gorda, es tú misión y es la mía, es la misión de todos ser agentes de paz y esperanza. Por último los dejo con una frase del Papa Francisco: “Uno no vive mejor si se escapa de los demás, si se esconde, si se niega a compartir, si se resiste a dar, si se encierra en la comodidad. Eso no es más que un lento suicidio”. EG 272 Feliz día, aceita ese ánimo y comienza a funcionar a toda máquina, el mundo espera todo lo bueno de ti.

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