28 de junio de 2014

Morocotas en el cielo 20.06.14

Lectura: San Mateo: 6, 19-23 Donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón. Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!" Reflexión: Hablando de tesoros recordé que mi abuela siempre cuenta que antes la gente como no había bancos escondía el dinero en unas vasijas y lo enterraban, en ese tiempo eran las morocotas, cuenta que muchos llegaban a viejos se morían y ese tesoro quedaba enterrado y nadie sabía su ubicación, dicen que en la noche algunos busca tesoros salían a escarbar la tierra para ver si se conseguían lo que ellos llamaban un entierro, y que la forma de ubicarlos era porque donde estaba enterrado veían una luz. Estos cuentos forman parte de nuestra cultura popular tienen parte de verdad pero mucha más de fantasía, sin embargo es bueno para ilustrar lo que el texto de hoy nos muestra, el hombre tiene un afán desmedido por las riquezas, y muchos son los que suman todos sus esfuerzos para obtener dinero, bienes, mientras más tengo es mejor, muchos gastan su vida enfocados en ese objetivo, viven para el dinero, este anhelo desmedido es pecado, el dinero y todas las cosas están hechas para servir al hombre, no para que el hombre sea esclavo de ellas, fíjense los que enterraban sus morocotas no llegaban a disfrutarlas, se morían y nadie sabía dónde estaban, y si la conseguía un vivo busca tesoro se hacía rico con el esfuerzo de otro, que absurdo no?, esforzarse tanto y al final no disfrutar de los frutos de ese esfuerzo. En fin lo que intento decir es que no seamos como esos viejos necios y tercos, que enterraban sus churupos, y se empeñaban en acumular riquezas materiales en esta tierra y no compartían ese dinero ni con ellos mismos, los tesoros que debemos acumular son los que provienen de las acciones de bien que tengamos para con los demás, Dios ve lo que hay en tu corazón, en la medida que ofreces tu ayuda a otro en esa medida la vasija de morocotas que Dios te tiene en el cielo se llena, al menos así lo veo yo, y ese bien que tú haces se multiplica y vienen de ahí los frutos y créeme que si los verás. Los ojos son la ventana del alma escuche decir en una oportunidad, si mis ojos miran lo que no debo y anhelan lo que trae oscuridad, ¿cómo estará mi interior?, cuida lo que ves y cómo lo ves, los ojos se hicieron para admirar la belleza de la vida, para admirar la creación divina, los cerros, el amanecer, admirar los hijos, la esposa, el esposo, en fin para dejar entrar luz al alma, no vuelvas tu mirada a lo que la empaña y oscurece. Como dice la canción:"Ven abre tus ojos, mira hacia arriba y disfruta las cosas buenas que tiene la vida lala lala lala". Feliz día, acumula morocotas en el cielo y abre los ojos para ver la belleza de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario