28 de junio de 2014

Construye puentes no muros 12.06.14

Lectura: Mateo 5, 20-26 Todo el que se enoje contra su hermano, será llevado ante el tribunal. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entraran ustedes en el Reino de los cielos. Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo". Reflexión: "Deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano". Todo este texto me hizo recordar la historia de dos hermanos, quiénes recibieron de su padre un campo como herencia, cada uno le correspondía la mitad de las tierras, había allì un río, y los dos hermanos comenzaron a pelearse por el, nunca llegaron a un acuerdo y se pelearon, entonces decidieron que había que dividir el río con un muro de manera que ninguno irrumpiera los límites del otro, y contrataron un maestro de obra, el mejor de la región para que hiciera la división. Paso el tiempo y el maestro de obra mandó un emisario a cada uno de los hermanos para que vinieran a ver la obra lista, cual fue la sorpresa de ambos que el hombre en vez de haber hecho un muro, lo que hizo fue un puente. No les quedo de otra aún cuando se enojaron, que cruzar el puente y reconciliarse. Creo que cambie un poquito la versión jeje pero lo que quiero ilustrar es que en la vida son muchas las veces que nos enojamos y discutimos por tonterías, siendo tan fácil hablar y comunicar las diferencias todo lo complicamos. Empezamos a construir muros en las relaciones con el otro, en lugar de hacer puentes que cada vez nos acerquen más, Jesús nos recuerda con sus palabras que esto debe ser así, de nada sirve estar bien con Dios y no con el hermano, ¿Cómo amas a un Dios que no ves y al hermano que ves no?. El amar al otro implica comunicar, escuchar, ayudar, tolerar, no juzgar, en fin amar al otro propone un olvidarse y en dejar un de lado mi orgullo, soberbia, egoísmo, es descentrarnos de si mismos para centrarnos en una posición que nos permita tener también una visión del otro, de porque piensa y siente distinto. Y de esta manera poder llegar a los acuerdos, a las reconciliaciones, a la fraternidad, a la paz. Sería bueno identificar si en nuestras relaciones a diario solemos ser constructores de muros o de puentes. Tienes la capacidad de arreglarte con el otro o huyes y dejas esos cabos sueltos o lo que es peor los enfrentas con actitud altanera de no dar tu brazo a torcer?. Respóndete a ti mismo y si algo no esta bien, es tiempo de hacerlo diferente. Feliz día, ¿Eres puente o muro?

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