15 de mayo de 2014

¿Por què me persigues? 09.05.14

Lectura: Hch 9, 1-20 Conversión de Saulo Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Tenía la intención de encontrar y llevarse presos a Jerusalén a todos los que pertenecieran al Camino, fueran hombres o mujeres. En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? —¿Quién eres, Señor? —preguntó. —Yo soy Jesús, a quien tú persigues —le contestó la voz—. Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer. Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos, porque oían la voz pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada. Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión. —¡Ananías! —Aquí estoy, Señor. —Anda, ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: —Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a tus santos en Jerusalén. Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre. —¡Ve! —Insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre. Ananías se fue y, cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; y habiendo comido, recobró las fuerzas. Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco. Reflexión: Saulo, a quièn luego se conocerá con el nombre de Pablo, ciudadano Romano, conocedor de la ley estudio en la escuela de Gamaliel, perseguidor de los cristianos. "Camino de Damasco", al parecer este signo del camino tiene mucha relevancia en la vida de Fe, ayer lo veíamos con el etíope hoy se refleja nuevamente con Pablo, Dios sale al encuentro del hombre en el camino, sale al encuentro del pecador, del que no es creyente, del que está confundido, del que dice no tener tiempo para èl. Dios ha salido a tu encuentro por el camino de la vida, quiere decir entonces que ha permanecido al lado tuyo acompañándote, seguramente lo has visto y sentido en algún momento. Se abrió un diálogo, Dios habla a Saulo directamente: " Saulo, Saulo ¿Por què me persigues? ". Saulo tenía licencia para llevar preso a todo aquel que fuera Cristiano. ¿Cuántas veces actuamos como perseguidores de nuestra Iglesia, somos implacables al hablar de ella? .Expertos en identificar los errores garrafales. ¿Y cuántos nos dedicamos a hacer que cada día sea ella mejor?. Es fácil, la Iglesia somos todos los bautizados, siendo mejores cristianos cada día, ya estamos aportando nuestro grano de arena. Ama a tu Iglesia, no seas su perseguidor. Saulo, ciego durante tres días, sin comer, ni beber. Tres días pasó el Señor en el sepulcro, tal vez era necesario que Saulo viviera la soledad del sepulcro al estar ciego, a oscuras, pues el hombre que emerge luego de este acontecimiento es uno totalmente renovado, tal vez tu estés en la etapa de ceguera, de oscuridad, pero tranquilo, llegará para ti tambièn la luz. Por otro lado Ananías fue el destinado para sanar a Saulo de su ceguera, no entendía como Dios había escogido a Saulo, pero el mensaje de Dios es claro: "Ve, porque el es el instrumento que he escogido para dar a conocer mi nombre a los paganos." Y así fue, a Saulo, le fue restablecida la vista y a partir de allì comenzo su misión. En nuestra vida también hay muchos Ananìas, que Dios envía para ayudarnos a conocer el propósito que Dios tiene para nosotros, estemos atentos, Dios nos habla cada día a través de muchos instrumentos, para que sepamos como y hacía donde dirigirnos.

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