15 de mayo de 2014

¿Entiendes lo que lees? 08.05.14

Lectura: Hch 8, 26-39 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Reflexión: Este texto narra la historia de Felipe era el apóstol y el etíope, ministro de la Reina Candanes y administrador de sus bienes, eunuco y pagano, no conocemos su nombre, pero como siempre hagamos el ejercicio de colocarle nuestro nombre.¿Listo? El Espíritu Santo hace salir a Felipe a un camino no transitado, otras traducciones dice que se trata de un camino desértico, por allí transitaba aquel personaje etíope, esto puede verse como signo de la esterilidad, la sequía en la que estaba aquella vida, y Dios envía a Felipe a su encuentro. Aún cuando aquel hombre era de origen pagano (no creyente), buscaba simpatizar con el cristianismo, leía las escrituras pero nada entendía, es lógico, imagínate que nos entreguen un libro en un idioma que no conocemos difícilmente podremos entenderlo sino tenemos traductor. Eso fue lo que hizo Felipe, tradujo e hizo fácil de digerir las escrituras al etíope y se las explica a luz del Espíritu. Eso pasa mucho, a veces leemos y no comprendemos la Palabra de Dios. La Iglesia tiene la responsabilidad de comunicar y explicar las escrituras, y nosotros como bautizados también tenemos ese compromiso. Mucha es la mies y pocos los obreros, ojalá cada día existan más Felipes que quieran difundir y explicar el mensaje. Finalmente el etíope se bautiza y se marcha lleno de alegría, por haber recibido el anuncio de la Palabra. El evangelio tiene ese efecto en aquel que lo recibe de corazón, lo llena de alegría y renueva su vida. Feliz día. Que seas parte de los Felipes de hoy.

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