1 de mayo de 2014

No tengan miedo, vayan a Galilea. 21.04.14

Lectura: San Mateo (28,8-15): En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alégrense» Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: «No tengan miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.» Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: «Digan que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras ustedes dormían. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y los sacaremos de apuros.» Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy. Reflexión: El encuentro de Jesús con las mujeres, nos llena de alegría al saber que ha resucitado. Es una noticia que debe comunicarse de inmediato, las mujeres fueron corriendo a toda prisa a contarle a los demás discípulos. Estaban llenas de gozo, y es que cuando se tiene una Buena Noticia, no se puede esperar para contarla, y menos si se tiene la primicia, que privilegio, Señor, el de esas mujeres. Que privilegio el de los que viven la fe, porque también hemos sido testigos de este hecho, durante la Semana Santa. Tenemos la oportunidad de ser hombres y mujeres nuevos, comunicar al otro que Jesús ha resucitado y vive en nosotros. Jesús dice a las mujeres: "No teman...vayan a Galilea, alli me verán". Esto me recuerda las palabras del Papa Francisco: "Vayan sin miedo a servir", y podemos preguntarnos: ¿Dónde vamos a servir? Pues también el Papa nos dió la respuesta: "Vayan a las periferias", a la Galilea de hoy, recodemos que Galilea era la ciudad de los gentiles, donde convergìan múltiples, religiones, culturas, políticas, era la zona donde hacía falta llevar la Buena nueva en los tiempos de Jesús, tanto que èl comenzó allì su misión. ¿Y cuál es nuestra periferia hoy? ¿Nuestra Galilea? Es preciso pues identificarla, para comenzar desde allì la misión de comunicar el evangelio a toda la creación.

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