15 de febrero de 2014

Minutos de Reflexión 04/02/2014

Minutos de reflexión Lectura: San Marcos: 5, 21-43 ¡Óyeme, niña, levántate! En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva". Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba... Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, está dormida". Y se reían de Él. Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: "¡Talitá, kum!", que significa: "¡Óyeme, niña, levántate!" La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña. Reflexión: Mi hermano quièn tiene una niña de 3 años suele decir que cuando la ve llorando, esa imagen le parte el alma, si a èl le sucede esto con su hija al verla llorar, puedo entonces tratar de entender la angustia y el dolor que siente Jairo al ver a su hija postrada en una cama y desesperado busca como ayudarla y encuentra a Jesùs. En muchas ocasiones el dolor nos lleva a Jesùs. Ahora bien, veamos ¿quièn era Jairo?, jefe de la sinagoga, representa las autoridades religiosas de la època, conocedor de la ley. ¿Y por què busca a Jesùs? Jairo, reconoce que la ley ha perdido el horizonte de la vida, se ha quedado solo en mero cumplimiento y formalismo, por eso acude a Jesùs que es la fuente que vivifica la ley, puesto que en Èl, se cumplió todo lo escrito. En la homilía del Domingo, el sacerdote decía: "Acudan a Jesùs que es la luz, afèrrense a Èl". Esto fue lo que Jairo hizo. Jesús responde a Jairo:"No temas, basta que tengas Fe.". Hoy te lo dice a ti, que has acudido a Èl, para contarle lo que te pasa. Y sucede el milagro... "Talitá, kum", es tiempo pues de levantarse del hoyo en el que puedes estar en este momento, no hay que temer, sino seguir. Busca a Jesùs y afèrrate a Èl y levántate. Feliz día! Talitá kum!

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