5 de abril de 2014

Que el amor viva en nosotros 03.04.14

Lectura: Juan 5, 37-47 El Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no habita en ustedes, porque no le creen al que él ha enviado. Ustedes estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues bien, ellas son las que dan testimonio de mí. ¡Y ustedes no quieren venir a mí para tener vida! Yo no busco la gloria que viene de los hombres; es que los conozco y sé que el amor de Dios no está en ellos. Yo he venido en nombre de mi Padre y ustedes no me han recibido. Si otro viniera en nombre propio, a ése sí lo recibirían. ¿Cómo va a ser posible que crean ustedes, que aspiran a recibir gloria los unos de los otros y no buscan la gloria que sólo viene de Dios? No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre; ya hay alguien que los acusa: Moisés, en quien ustedes tienen su esperanza. Si creyeran en Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí. Pero, si no dan fe a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis palabras?" Reflexión: Todo lo que Jesús dice y hace proviene de su comunión con el Padre. Jesús es fuente de vida y Señor del sábado y esta respaldado por testimonio fehacientes: Su palabra,sus obras, las escrituras y hasta el mismo Moisés. El gran obstáculo para aceptar esto es que sus oyentes no poseían el amor de Dios. Se amaban a si mismos y buscaban su propio honor y gloria. (tomado de los comentarios de la Biblia de nuestro pueblo). Que palabras tan duras les dice Jesús a los fariseos: " además yo sè que ustedes no poseen el amor de Dios" Jn 5,42 Jesús conoce perfectamente el corazón del hombre y si hoy estuviese frente a nosotros, ¿que cosas nos diría? ¿Hemos dejado que el amor de Dios habite en nosotros? O ¿Son otros nuestros intereses?. El que vive el amor de Dios lo demuestra con hechos concretos, Jesús así lo hizo, no andaba con rodeos, no es solo decir, es hacer, por eso el hablaba con autoridad porque sabía que sus obras le respaldaban. San Juan de la cruz dice: "Al final seremos juzgados en el amor". Decir que creemos en Dios y que conocemos su amor implica un compromiso, porque esto debe traducirse en vivencia, en nuestro quehacer diario, cosa que no se nos da tan fácilmente. Como un inicio debemos: " Identificar y Hacernos conscientes" ¿Conscientes de què? De las acciones propias que no van a tono con el vivir el amor de Dios. Como segundo paso: "Rectificar", siempre podemos volver a comenzar. Reconocer nuestras fallas es también vivir el amor de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario