30 de enero de 2014

Minutos de Reflexiòn 26/01/14

Salmo 56 : "Señor, apiádate de mí." Apiádate de mí, Señor apiádate, pues en ti me refugio; me refugio a la sombra de tus alas hasta que pase el infortunio. Voy a clamar al Dios altísimo,al Dios que me ha colmado de favores; desde el cielo,su amor y su lealtad me salvarán de mis perseguidores. Señor, demuestra tu poder y llénese la tierra de tu gloria; pues tu amor es más grande que los cielos y tu fidelidad las nubes toca. Reflexión: Si me pidieran quedarme con alguna frase en particular, yo me quedarìa con esta: "Me refugio a la sombra de tus alas, hasta que pase el infortunio". Cuando a los niños les sucede algo, se golpean, se caen, sienten miedo, generalmente recurren donde su mamá, y basta que la madre, los abrace y cobije, para que muy pronto se tranquilicen. No solo los niños, muchos grandes tambièn lo hacen. En una oportunidad, una terapeuta amiga mía, me dijo que en el abrazo se puede percibir protección. Y si esto es así, porque no pensar que Dios nos cobija como una madre y nos protege con su abrazo. Por eso mi deseo para hoy es: ¡que recibas el Abrazo de Dios!

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