13 de febrero de 2013

Y sigo contando 12

Hace ya casi 3 años, cuando comencé la labor de dirigir al grupo de solteros cursillistas de San Diego, mi mayor preocupación era la cantidad de personas que lo conformaban, recuerdo claramente que solía decir: somos 3 gatos, ¿cómo vamos hacer los que nos toca si somos tan poquitos? Y constantemente la oración de mi par y mía era: Señor, que seamos muchos. Poco a poco se fueron incorporando más equipistas al equipo, y eso nos llenaba de alegría pero no se me quitaba la idea de estar siempre contándonos cada vez que nos reuníamos para hacer algo, en mi mente constantemente se repetía uno, dos, tres…mientras iba observando las caras de los chicos. Ya no éramos 3 gatos, mi cuenta daba mucho más, casi siempre llegaba hasta el 12, y a manera de alivio decía: bueno ya pasamos los 10. En la actualidad ya somos 25, pero no es de ese número del que quiero hablarles sino del 12. Doce fueron los apóstoles; que fueron llamados por Jesús para la misión de dar a conocer la Buena Noticia, «Y cuando era de día, llamo a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales llamo apóstoles» Lc 6,13 doce las tribus de Israel, que formaron el pueblo escogido por Dios: «¡Bienaventurado eres tú, oh Israel! ¿Quién como tú, oh pueblo salvo por el Señor, escudo de tu socorro y espada de tu excelencia? Tus enemigos tratarán de engañarte, pero tú pisotearás sus lugares alto».Dt 33,29. Doce la edad que tenia Jesús cuando se perdió en el templo y se le escucha reconocer por primera vez a Dios como Padre, anticipando lo que sería su ministerio público al responder: «Y ¿por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» Lc 2,49. En fin parece que este número tiene algo especial. Hoy mientras estaba en misa con el grupo, volví a contarnos en silencio, cuál fue mi sorpresa que el total de los asistentes, nuevamente era 12, y dije para mí: Gracias Dios. En la homilía el padre decía que el 12 era múltiplo de 3 y que el 3 es número perfecto, la Santísima Trinidad; Padre, Hijo y Espíritu Santo, 3 personas en 1 solo Dios, ¡Que perfección! Entendí pues que lo importante no es la cantidad sino que ese poco o ese mucho Dios lo hace perfecto, como el 12. Y sí los apóstoles que eran 12 y pudieron cumplir la misión que Jesús les dejó, más aún nosotros podremos seguir ese ejemplo, sabiendo que Dios hará perfecta su obra, así pensemos que somos 3 gatos.

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