28 de junio de 2014
Perdido o despistado 28.06.14
Lectura:
Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,41-51):
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Reflexión: ¿Perdido yo?, ¡no!, yo sé donde ando. Así suele decir un amigo cuando le dicen andas perdido. Perdida andaba yo ayer, al salir del trabajo me fui a una caminata y cuando llegué al punto de partida tenía muchas ganas de orinar me dirigí hacia los baños y luego al salir un señor me dice: ¿Srita. Ud. no leyó lo que dice ahí arriba?, y yo le respondí, no señor, al mismo tiempo que levanté la vista y decía:"Caballeros". Puff!!! Casi caigo como condorito. Eso no es estar perdido eso es andar despista’o.
Bueno en fin con esto lo que quiero decir es que Jesús no andaba perdido ni mucho menos despistado. Si de algo estaba claro Jesús, es de lo que vino hacer en este mundo, sino para muestra el tamaño de la respuesta que le dio a sus padres cuando lo interrogan: ¿Por qué nos has tratado así? Y él responde con otra pregunta: ¿Por qué me buscaban, no sabían que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?.
Yo de pequeña le hubiese respondido así a mi mamá, y mínimo me hubiese volteado la cara, pero María guardó silencio y todas estas cosas las guardaba en su corazón.
Jesús tenía clara su misión aún a su temprana edad, ya decía lo que sería de grande.
Ojalá nosotros tomáramos conciencia de nuestra misión como cristianos, y el compromiso que tenemos de dar a conocer al Padre, dejáramos de andar perdidos y despistados por la vida, metiéndonos por caminos que no son, el camino y la guía es Cristo, llevar a los demás al encuentro con Dios, esa es la misión, y si alguien te pregunta o te crítica: ¿Qué haces?, ¿Estás loco?
Podemos responder, yo me ocupo de las cosas de mi Padre ¿y tú?, ¿Qué estás haciendo por propagar ese reino de Dios aquí en la tierra?, ¿Construyes pedacito de cielo o infierno?
Feliz día y toma conciencia de tu misión.
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