9 de agosto de 2014
Una señal, una prueba 21.07.14
Lectura: San Mateo: 12, 38-42
La reina del sur se levantará el día del juicio contra esta generación.
En aquel tiempo, le dijeron a Jesús algunos escribas y fariseos: "Maestro, queremos verte hacer una señal prodigiosa". Él les respondió: "Esta gente malvada e infiel está reclamando una señal, pero la única señal que se le dará, será la del profeta Jonás. Pues de la misma manera que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra.
Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta gente y la condenarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay alguien más grande que Jonás.
La reina del sur se levantará el día del juicio contra esta gente y la condenará, porque ella vino de los últimos rincones de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien más grande que Salomón".
Reflexión:
Una señal, una prueba, ¿Quién hay en la tierra que no se la haya pedido a Dios?, este texto me hace recordar la historia de Gedeón un juez y guerrero israelita hijo de Joás de la tribu de Manasés, reconocido por su gran obra guerrera contra los Madianitas; enemigo del pueblo de Israel. Cuando el ángel del Señor visitó a Gedeón para decirle que él había sido escogido para esa misión, Gedeón pidió al ángel del Señor una primera prueba, hizo panes y trajo carne en una canasta y la colocó sobre una piedra, el ángel tocó la comida y de la roca salió fuego que consumió la comida. No contento con esta señal pidió una segunda prueba, mató una oveja y trajo su piel lanuda y dijo al ángel sí Dios me ha escogido para esta misión que esta piel se humedezca con el rocío y el suelo quede seco, a la mañana siguiente sucedió como Gedeón lo pidió, sin embargo no le bastó esta señal y pidió una tercera prueba que consistía en que ahora la piel quedara seca y el suelo mojado, y Dios lo hizo, al día siguiente sucedió como Gedeón lo pidió, luego lucho muchas peleas con los Madianitas y venció.
Fíjense todas las señales y pruebas que Dios tuvo que dar a este hombre para que entendiera lo que Dios quería de él, nos pudiera parecer una conducta necia, insistente, incrédula, ¿Y nosotros, no estaremos siendo como Gedeón?, Señor, sí esto me no me conviene haz que desaparezca solo o sí esto me conviene manda a alguien que me lo diga, que aparezca un ángel, una señal, que la virgen me hable, llore o tantas tonterías que se nos ocurre pedir a Dios como señales.
¿Necesitas más señal que las que Dios ya ha dado?, en su palabra constantemente nos está hablando, nos da luces e instrucciones para seguir adelante, no necesitas más señal, sin embargo Dios a veces nos complace y sucede que cuando seguimos enfrascados en lo que queremos y no nos conviene, sucede que todo a nuestro alrededor se convierte en señal para nosotros pero a veces llevamos gríngolas como los caballos en los ojos, y no las vemos.
Deja ya de poner a prueba a Dios y de pedir señales haz lo que tienes y sabes que debes hacer, no le des más larga, ¿Para cuándo ? Hay una compañera de trabajo que siempre dice: El universo premia la acción no el pensamiento.
No necesitas más señal que las que Dios ya te ha dado en el pasado donde te ha demostrado que no te ha dejado solo y que lo que ha sucedido ha sido lo mejor.
Aceptar la voluntad de Dios implica humildad, reconocimiento y conformidad con las señales recibidas.
Ánimo lo que Dios ha dispuesto en este momento es lo mejor para ti, y si no lo ves, ya lo verás a su tiempo.
Feliz día.
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