30 de marzo de 2015
El pacto 26.03.15
Lectura del libro del Génesis (17,3-9):
En aquellos días, Abrán cayó rostro en tierra, y Dios le dijo: «Mira, éste es mi pacto contigo: Serás padre de muchedumbre de pueblos. Ya no te llamarás Abrán, sino que te llamarás Abrahán, porque te hago padre de muchedumbre de pueblos. Te haré crecer sin medida, sacando pueblos de ti, y reyes nacerán de ti. Mantendré mi pacto contigo y con tu descendencia en futuras generaciones, como pacto perpetuo. Seré tú Dios y el de tus descendientes futuros. Les daré a ti y a tu descendencia futura la tierra en que peregrinas, la tierra de Canaán, como posesión perpetua, y seré su Dios.» Dios añadió a Abrahán: «Tú guarda mi pacto, que hago contigo y tus descendientes por generaciones.»
Reflexión: En este texto de hoy en particular me llama la atención una palabra que se repite varias veces, y es la palabra: “Pacto”, busque la definición de la misma y encontré lo siguiente: El pacto (en latín: pactum ), es un convenio o tratado solemne, estricto y condicional entre dos o más partes en que se establece una obediencia a cumplir uno o varios acápites establecidos en un contrato formal y en que ambas partes se comprometen a ejecutar ciertas acciones y a recibir retribuciones de la otra parte por su cumplimiento.
Dios hizo un pacto con Abrahán y su descendencia: “Seré tú Dios y el de tus descendientes futuros. Les daré a ti y a tu descendencia futura la tierra en que peregrinas, la tierra de Canaán, como posesión perpetua, y seré su Dios”. Según la definición de pacto, el mismo implica un cumplimiento de ambas partes, ahora bien ¿Cuál es la parte que le toca cumplir a Abraham y su descendencia?, ser fieles a Dios, por eso dice: Seré tu Dios. Y si Dios me habla directamente a mí con esta palabra, ¿Doy cumplimiento a este pacto?, tal vez mi fidelidad a Dios se basa en simplemente decir creo en Dios, pero en el momento de la prueba esa afirmación pierde fuerza, me alejo de ti ¡Oh, mi Dios! cuando pretendo andar mi camino sin consultarte, dejándote en segundo plano al accionar mi vida en torno a personas y ocupaciones que me consumen el tiempo, ¿ no estaré yo siéndote infiel?. La fidelidad es elegir y optar siempre por una misma opción aun cuando existan muchas, reconozco que me cuesta tanto, Señor, elegirte siempre.
En un pacto, los pactantes pueden decidir cumplir o no y en el momento que se incumple el pacto se rompe y se sufren las consecuencias de lo que se haya establecido, en el caso de nuestro pacto con Dios, Él no puede dejar de cumplir, es decir Dios es fiel a su pacto, a su promesa, entonces si Dios es fiel a lo que se comprometió, quién está rompiendo el pacto somos nosotros, el hombre, así el cumplimiento de lo acordado no tiene lugar por nuestra propia causa, de la fidelidad a Dios dependía que Abraham fuera padre de muchas naciones y esto tuvo lugar porque Abraham creyó y fue fiel, sería conveniente interpelarnos con respecto a este tema, si Dios me ha hecho una promesa ¿Por qué aún no se ha cumplido?, ¿Es culpa de Dios o de mi incumplimiento?, ¿Soy consciente de que mis elecciones son las que me llevan a tener los resultados que tengo?. El pacto de Dios con nosotros es perpetuo, el no cambiará de opinión de un día para otro, incluso es paciente y espera nuestra respuesta, en el momento que te decidas a cumplir con tu parte pues tendrá lugar esa promesa de Dios para ti, por supuesto que Dios puede bendecirte cuando le plazca y lo hará porque es bueno, pero cuando se trata de pactos es necesario que todas las partes cumplan.
Feliz día cumple tu parte que Dios siempre cumplirá la de Él.
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