22 de febrero de 2014

Dios no le pone tentaciones a nadie. 18.02.14

Lectura: Santiago: 1, 12-18 Dios no le pone tentaciones a nadie. Hermanos: Dichoso el hombre que sufre la tentación, porque después de superarla, recibirá en premio la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que lo aman. Que nadie diga, cuando sufre una tentación, que es Dios el que lo tienta, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni pone Él mismo a nadie en tentación. Más bien, cuando alguno es tentado, es su propia concupiscencia la que lo arrastra y lo seduce. La concupiscencia concibe y da a luz al pecado; y el pecado, cuando madura, engendra la muerte. No se equivoquen, queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por su propia voluntad nos engendró mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. Reflexión: "Jesùs soportó las pruebas por fidelidad al Padre y por amor a la humanidad; por eso Dios cambio su corona de espinas por una corona de resurrección. Cuando un creyente resiste las pruebas por amor a la vida, pasa de una resistencia pasiva a una resistencia activa". (Luis Alonso Schokel). Hace unas semanas atrás vi una pelìcula titulada: "El guerrero pacìfico", esta basada en un hecho real y trata sobre la vida de un joven gimnasta muy talentoso que sufre un accidente en una moto y la pierna se la partió en 7 partes, totalmente traumático, su entrenador evidentemente lo sacó del equipo. El joven entró en crisis y con la ayuda de otro entrenador anciano, quièn le enseña que para concentrarse en lo que desea realmente debe sacar la basura de su cabeza. El joven superó esta prueba y finalmente entro al equipo de nuevo y ganó medalla de oro en las olimpiadas. No es nuestra historia pero si refleja muy bien nuestras luchas por vencer las pruebas que se nos presentan en la vida, "Muchas son las pruebas del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor". Sal 34,20 Dice el texto de hoy:"Nadie en la tentación diga que Dios lo tienta, porque Dios no es tentado por el mal y no tienta a ninguno". Muchos tienen este concepto de Dios, y es tan mal, porque toda buena dádiva viene de Dios, el mal, la tentación y los deseos mal sanos, vienen de nosotros mismos, de nuestra tendencia al mal, días atrás nos decìa la palabra: "lo que mancha al hombre no es lo que entra por la boca sino lo que sale de ella". Mt 15,18, esta inclinación por el mal, la Iglesia la llama "Concupiscencia". Pensemos pues, que en el momento de la prueba o de la tentación, Dios esta acompañándonos y no que nos esta poniendo una conchita de mango, ni buscándonos la caìda, al contrario esta ahì como el viejo entrenador de la película, dicièndonos saca la basura de tu mente, para que alcances lo que realmente deseas, la medalla de oro, la corona de la vida. Feliz dìa, Dios sea tu fortaleza en medio de la prueba

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