19 de septiembre de 2014

Días finitos 15.09.14

Lectura: “Hazme saber; Señor mi fin, dónde llega la medida de mis días, para saber lo frágil que soy. De unos palmos hiciste mis días, mi existencia nada es para ti, solo un soplo el hombre que se yergue, mera sombra el humano que pasa, sólo un soplo las riquezas que amontona, sin saber quién las recogerá.” Salmo 38,5. Reflexión: No quisiera estar escribiendo acerca de cosas tristes pero también de las situaciones tristes aprendemos, estuve hoy en la tarde; en el funeral del esposo de una amiga, Rubén era su nombre, y padecía de un cáncer en los pulmones, que termino consumiendo su salud y finalmente su vida. Pero no es de su enfermedad de lo que les quiero hablar sino de unas palabras que solía decir él en vida, y de las cuáles me enteré yo por boca de su esposa, quién en medio de su dolor las recordó, y las repitió: “Con Dios uno siempre sale ganando, porque si Él te sana, te quedas en esta vida y la disfrutas, pero si no, igual Dios te lleva con Él y también sales ganando”. ¡Qué palabras!, dicha desde el corazón de un hombre joven, con toda una vida por delante y una familia hermosa, pero que supo aceptar la voluntad de Dios y constato que el paso hacia la muerte también es una ganancia, nuestros días en la tierra son finitos tal como lo expresa el salmista, nadie hay que conozca cuando será el último día de su existencia en esta tierra, eso no lo podemos planificar, aun teniendo una enfermedad terminal como la de Rubén, no sabemos el momento exacto en el que seremos llamados. En estos días bromeaba con una compañera de trabajo al modificar el monto de mi seguro de vida, decidí ponerlo del monto más alto a un monto intermedio y dije en tono jocoso: “No tengo pensado morirme este año”, seguido de este comentario se escucharon las risas de mi compañera, quién inmediatamente dijo: “qué loquita eres, eso no lo planeas tú”. Ciertamente no lo planeamos, pero tampoco lo pensamos mucho, y hay quienes dicen para que pensar en algo que estamos seguros que algún día llegará, tienen razón pero yo diría mejor para que gastarnos la vida pensando en la muerte, vivamos felices y no con tristeza porque cada minuto cuenta, no malgastemos ese tiempo tan valioso que se nos regala a cada instante, muchos no tomamos conciencia de ello sino hasta cuando vemos que ya se nos agota la vida, y luego de agotarla no hay refill, y puede ser tarde cuando reaccionemos. Nuestra vida es un regalo de Dios, que hemos de disfrutar valorando cada segundo vivido y que mejor manera de darle su valor que viviéndola al máximo sabiendo que con Dios siempre ganamos, así como decía Rubén, no importa si estamos al borde de la muerte, si estamos con Dios todo es ganancia.

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