19 de septiembre de 2014
Check list 11.09.14
Lectura:
San Lucas: 6, 27-38
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después. Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".
Reflexión: Muchas cosas por hacer se nos especifican en este texto, en mi trabajo cuando vamos a iniciar un proyecto siempre solemos hacer un cronograma de actividades para saber específicamente lo que cada quién le toca hacer y en qué tiempo debe estar cumpliendo con ello, hay tareas que llevan su tiempo por la complejidad que tienen, es así como algunas pueden completarse en un solo día y otras se pueden tardar meses, inclusive hasta un año, tomando esa práctica quisiera hacer un check list de todo lo que hoy nos trae la Palabra, empecemos:
1. Amen a sus enemigos. (Esto incluye a los que nos hacen la vida de cuadritos cada día)
2. Hagan el bien a los que los aborrecen. (Esto incluye a los que nos caen como patada en el hígado).
3. Bendigan a quienes los maldicen. (Incluye a los que nos insultan).
4. Oren por quienes los difaman. (Incluye a los que viven pendiente de cuando nos caemos para llevar el chisme).
5. Preséntale la otra mejilla al que te golpea. (Incluye a los que nos han hecho un daño terrible).
6. Al que te quite el manto, déjalo llevarse la túnica. (Incluye a los que piden préstamos y no nos pagan nunca).
7. Dale al que te pide. (Incluye a aquellos que pensamos no tienen necesidad de pedirnos porque tienen más que nosotros).
8. Al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. (Incluye a los que nos dicen préstame esto y ahorita te lo devuelvo).
9. Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes.
10. Sean misericordiosos, no juzguen, no condenen y perdonen. (Incluye a… todos sin excepción, si hasta ese que estás pensando que se merece no lo perdones),
Luego de tener la lista debemos establecer el tiempo de cumplimiento, aquí viene la diferencia con la usual lista que hago en mis proyectos, la de mi trabajo tiene un tiempo finito de culminación, esta lista de actividades que nos trae el texto bíblico de hoy, no, pues es de ejecución permanente. Aquí no hay pa’ donde agarrar con esa pata hincha’ a, dice un dicho popular, por eso el seguimiento a las tareas relacionadas con la auténtica conducta cristiana, son tan difíciles de llevar, porque mantenerse en el tiempo con un cumplimiento exitoso de estas actividades es lo que nos cuesta y resulta complicado e incluso nos parece hasta exagerado, sobre todo aquello de dejar que el otro se lleve lo que es mío, lo mío es mío y no me lo quita nadie, es uno de los pensamientos que podemos tener.
Pienso que la clave para poder cumplir siempre, está en: “Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes”, a nadie le gusta que lo traten mal, y como ese es nuestro deseo, usémoslo como medida para así relacionarnos con los demás en ese mismo porcentaje. Que es difícil, si lo es, pero nada nos cuesta intentarlo. Además la Palabra de Dios no es solo exigencia, sino también ganancia, fíjense que termina diciendo: “recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica”. No perdemos, sino que más bien seremos recompensados, ojo no lo hagamos solo por la recompensa, miren que Dios puede ver nuestras intenciones, actuemos desde nuestro corazón sin esperar nada a cambio y sin mirar los rostros de quienes ayudamos para no hacer distinciones, ni tener preferencias. Amar a todos por igual y tratarlos como yo quiero ser tratado, esa es la máxima de hoy, y de siempre, recordemos que no es un cronograma de tiempo finito.
Feliz día y actívate a cumplir con tu cronograma del día.
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