26 de marzo de 2014

Sed de Dios. 24.03.14

Lectura: De los salmos 41 y 42 Estoy sediento del Dios que da la vida. Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío. Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo? Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas. Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la cítara. Reflexión: "Del Dios que da la vida está mi ser sediento". Sediento, viene de la raíz, sed, que significa:"Necesidad o ganas de beber. Anhelo, ansía o deseo vehemente". Varias veces en la Biblia se menciona esta palabra "sed", aquí les dejo tres citas que recuerdo, Los israelitas en el desierto a Moisés: ¿Por qué nos has sacado de Egipto? ¿Para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y al ganado? Ex 17,3. La Samaritana a Jesús: Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no tenga que venir a sacarla. Jn 4, 15. Jesús en la cruz: Tengo sed. Jn 19, 28. Para nosotros humanamente el tener sed es una necesidad básica que debemos cubrir. ¿Quién no ha sentido sed alguna vez en su vida? Hasta Jesús la sintió. Nuestra sed humana se calma con el agua, pero existen otras sed, que no las calma un vaso de agua. La sed de justicia, la sed de venganza. Así como los israelitas ¿De qué vivimos sedientos? ¿A quién le pedimos de beber?, o como la Samaritana ¿Reconoces quién te habla, el que te ofrece saciar tu sed, tù más profunda sed?: "Si conocieras el don de Dios..."Jn 4,10. Dios quiere hablarte, este tiempo es propicio para que despierte en ti ese susurro divino que el Creador ha sembrado en ti desde toda la eternidad, para que la sed que sientes te lleve a buscar el "agua viva", con la que sólo podrás saciarte. Deja ya de buscar en otros pozos, lo que Dios hoy te ofrece sentado en el brocal del pozo de tu vida. "Dame de beber, de tu agua Señor, ya no quiero tener sed jamás" No sé, de que sientes sed en este momento, tus deseos, tus anhelos, pero estoy segura que sean lo que sean, sólo Dios podrá saciarlos. "Dame de beber necesito más, ya no quiero tener sed jamás" Dile a Dios, cuéntale de tu sed y pídele que la sacie. "Dame agua viva, llena hoy mi ser, ven y sáciame con tu verdad" Que Dios hoy te inunde con el torrente de agua viva y humedezca tu corazón y lo prepare así como se prepara la tierra para recibir la semilla. "Yo quiero beber del agua de vida eterna" Pidamos pues a Dios del agua que nos da la vida para siempre. Amén.

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