1 de marzo de 2014
Paciencia en el sufrimiento. 28.02.14
Lectura:
Santiago: 5, 9-12.
Miren que el juez ya está a la puerta.
Hermanos míos: No murmuren los unos de los otros, para que en el día del juicio no sean condenados. Miren que el juez ya está a la puerta. Tomen como ejemplo de paciencia en el sufrimiento a los profetas, los cuales hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que supieron soportar el sufrimiento. Ustedes han oído hablar de la paciencia de Job y ya ven el final que le dio el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso.
Pero sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa; que el sí de ustedes sea sí, y el no de ustedes sea no, para que no queden expuestos a ser condenados en el juicio.
Reflexión: La carta de Santiago nos presenta dos ideas:
La paciencia en el sufrimiento y que nuestro si debe ser si y el no, no.
Con respecto a la primera, se nos da como ejemplo el de Job, para los que no conocen la historia de este hombre se las resumo: Vivía en el país de Us, hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Tenía 7 hijas y 3 hijos. 7 mil ovejas y 3 mil camellos, 500 bueyes y 500 asnas, era el hombre más grande de todos los hijos de oriente. Dios se complacía del actuar de Job, pero un día Satán se presentó ante Dios y le dijo: vengo de recorrer la tierra. Dios le responde: viste a mi siervo Job, no hay nadie como él. Inmediatamente Satán le replica: claro, el es fiel porque tu lo bendices, pero quítale todo y verás que te maldice. Y así fue, Dios le dio permiso a Satán de que tocara los bienes de Job, pero que a él no lo tocara. Murieron los hijos de Job, sus rebaños, perdió su casa y hasta su mujer. Y de paso le dio lepra, en pocas palabras estaba sala ‘o, le cayó frutero, lo importante de esta historia es que Job no maldijo a Dios, y por este comportamiento Dios lo premio con el doble de bienes, en realidad Dios premio la paciencia de Job, su aguante durante el sufrimiento. Esta historia nos exhorta a vivir esas pruebas a las que la vida nos expone, con el aguante de Job, porque al final todo pasará. Soporta como un guerrero esa enfermedad, la pérdida del ser querido, el desempleo, que el marido o la mujer te dejó, en fin la prueba que te tocó.
Porque como dice el dicho no hay mal que por bien no venga.
Luego, que tu si sea si y tu no sea no. Simple como que seas hombre y mujer sin doblez, que por donde se te vea seas el mismo o la misma, eso fue lo que pasó con Job, tanto en la prosperidad como en el sufrimiento, siempre mantuvo su sì a Dios, ojalá podamos ser como este hombre, Job, con un sí, sin doblez, ni medias tintas para Dios. O estas con Dios o no lo estas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario