29 de octubre de 2014
Padres e Hijos 29.10.14
Lectura: Efesios: 6, 1-9
Obedezcan como quien sirve al Señor y no a los hombres.
Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo. Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.
Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere. Esclavos, obedezcan a sus amos de este mundo con docilidad, respeto y sencillez de corazón, como a Cristo; no sólo cuando los están mirando, ni sólo para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. Sírvanles, pues, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, recordando que cada uno, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor, según el bien que haya hecho.
Y ustedes, amos, correspondan a sus esclavos en una forma semejante. Absténganse, pues, de toda clase de amenazas, recordando que tanto ellos como ustedes tienen el mismo amo, que está en los cielos y en el cual no hay favoritismos por una persona o por otra.
Reflexión: Parafraseando el texto: Si obedeces a tus padres te irá bien y vivirás largo tiempo, suena fácil pero como todo en la práctica nada sencillo, hablando como hija a veces nuestros padres parecen una metralleta con tantas indicaciones, arregla el cuarto, no hables de esa manera, ahorra y no despilfarres, ese novio o novia no me gusta, no andes con esas malas juntas, estudia para que seas alguien, haciendo un paréntesis ¿y es que ya no somos alguien?, no llegues tarde, avisa cuando llegues, no manejes como loco, friega el plato en el que comes, ayuda a arreglar el mercado, pon la ropa sucia en la cesta, camina derecho…en fin aquí puedes colocar la retahíla que tus padres te decían cuando vivías con ellos o las que aún te siguen diciendo porque ellos nunca dejan de ser padres, y eso esta bien, porque esa es su misión, bien lo dice la Palabra: “Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere”. Hay que entender a los padres, ellos no recibieron un manual de instrucciones cuando nos tuvieron, sino que en la medida que íbamos creciendo fueron aprendiendo con nosotros por ensayo y error, así que si te parece que se han equivocado en algo pues perdónales esa y las que faltan, créeme no lo hicieron con intención, y si aún te sigue pareciendo que se equivocan y chochean pues tenles paciencia que ellos ya van terminando su jornada aquí en esta tierra, disfrútalos mientras los tengas, habla con ellos, no seas tan olvidadizo y descuidado con sus necesidades, aunque a veces no te lo digan necesitan de ti.
La obediencia a los padres de la tierra de alguna manera nos ejercita para la obediencia a Dios Padre, así que aquel hijo o hija que ha demostrado obediencia a sus padres siempre se le hará más fácil aceptar la voluntad de Dios. Sé que nos cuesta el obedecer cuando vamos creciendo porque nos hacemos más independientes, pero la Palabra nos recuerda: “Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo”. Obediencia por amor a Dios, el que ama a Dios ama también a sus padres, y si esto no es así en tu vida pues revísate hay algo que no estás haciendo bien entonces, no es cuestión de ser el hijo perfecto, es cuestión de ser hijo, tampoco nosotros recibimos las instrucciones de cómo ser hijos y en la medida que vayamos compartiendo con nuestros padres cada etapa de la vida iremos aprendiendo, no te niegues la oportunidad de ese aprendizaje, tal vez la clave de ser buenos padres en el futuro es haber practicado siendo buenos hijos. Y si ya eres padre o madre en este momento pues sigue practicando.
Feliz día, que Dios te de la dicha de ser buen hijo o hija y buen padre o madre.
Vivan según su vocación 24.10.14
Efesios: 4, 1-6
“Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”.
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna de la vocación que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el vínculo de la paz.
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.
Reflexión: Vivan de acuerdo a la vocación que han recibido es uno de los mensajes que nos trae este texto, vocación, del latín vocatio, a nivel religioso es la inspiración con que Dios llama a algún estado. Llamados a vivir en humildad, amabilidad, a ser comprensivos, a soportarse con amor, mantenerse unidos y vivir en paz.
Debemos estar conscientes de este llamado, de la misión que tenemos dentro de la Iglesia, en el capítulo V, de la Evangelii Gaudium, numeral 273, se nos dice: “La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus propias necesidades. Dejará de ser pueblo”.
Un solo Señor, una sola fe, un solo cuerpo, un solo Espíritu por lo tanto estamos llamados a vivir en unidad como un solo pueblo, y no como entes aislados, cada uno tiene una misión pero la misma no la podemos cumplir encerrados en nuestro propio yo, tampoco podemos deshacernos tan fácilmente de ella, el hacerlo nos asemejaría a piezas inútiles, pues para que se pueda dar el puesta a punto de una máquina y todo marche bien, todas sus piezas deben estar cumpliendo y ejecutando sus funciones de lo contrario tendremos una marcha interrumpida o quizás estemos detenidos en su totalidad. Pensemos pues que si algo anda mal en nuestro alrededor es necesario analizar qué cosas estoy haciendo y que he dejado de hacer, que están influyendo en lo que está sucediendo. Tenemos la misión de iluminar, vivificar, esperanzar los lugares donde nos encontramos insertos, no nos hagamos de la vista gorda, es tú misión y es la mía, es la misión de todos ser agentes de paz y esperanza.
Por último los dejo con una frase del Papa Francisco: “Uno no vive mejor si se escapa de los demás, si se esconde, si se niega a compartir, si se resiste a dar, si se encierra en la comodidad. Eso no es más que un lento suicidio”. EG 272
Feliz día, aceita ese ánimo y comienza a funcionar a toda máquina, el mundo espera todo lo bueno de ti.
21 de octubre de 2014
Siempre listos 21.10.14
Lectura: San Lucas: 12, 35-38
“Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela”.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos".
Reflexión: Este texto me recuerda el eslogan de los Scouts, de hecho el estribillo de un himno de ellos, dice: “Siempre listos somos scouts... la amistad, la unión, nuestro afán”.
Así como los scouts, el Señor espera que nosotros también estemos siempre listos, mi jefe siempre me dice: “Pórtate bien”, y muchas han sido las veces que le he respondido: “Siempre”, ahora bien, esto no es del todo cierto, no todas las veces me porto bien, de hecho hay días en los que he reflexionado de mis acciones y he tenido que pedir disculpas a las personas con las que no he sido tan bien portada. Esto de portarse y hacer el bien debe ser en nosotros una práctica diaria y no eventual, porque no sabemos en qué momento el Señor nos llamará y vendrá por nosotros y aún no estamos listos.
Quiero compartir con ustedes un pedacito de la historia de vida de un hombre que demostró siempre esta actitud de estar listo para hacer el bien a toda hora, se trata de José Gregorio Hernández, cuentan los historiadores que se distinguió por su fe inquebrantable en Jesucristo y en su Iglesia, su humildad y sencillez y su ardiente amor a Dios y al prójimo, especialmente hacia los más pobres y necesitados. Muy querido por el pueblo que reconoció en él a un hombre excepcional.
En su ejercicio de la medicina, se destaco en el servcio entregado y desinteresado a sus pacientes, sobretodo a los que no tenían recursos, cuentan que el en la puerta de su consultorio tenía una cestica en la que colocaba dinero para que aquel paciente que no tuviera como comprar las medicinas agarrará de ahí lo que necesitara para adquirirlas. Tenía un horario de atención para los pobres y era de 1:00 a 3:00 pm.
Se dice que el día de su muerte, en la mañana había ido a misa, había hecho una hora de adoración al santísimo, el acostumbraba a rezar el Ángelus en la mañana, al mediodía y en la noche, y que había ido a visitar una paciente en la tarde, al salir de ahí fue a comprarle las medicinas a la farmacia y saliendo de la farmacia ocurre su trágica muerte, fue arrollado por un automóvil y al caer se golpea la cabeza con la acera y muere casi instantáneamente. Falleció el 29 de Junio de 1919, pero su vida fue un constante ejercicio de las virtudes humanas y cristianas, tanto así que en 1986 Juan Pablo II lo declaró Venerable, mostrando así su heroicidad.
A este hombre sencillo, la hora de su muerte lo agarró haciendo el bien, porque era su costumbre hacerlo, José Gregorio estaba como los Scouts, ¡siempre listo! y es conveniente reflexionar y preguntarnos: ¿Si esto me pasará a mí, estaría listo?, ¿Mi vida se caracteriza por una vivencia constante de la Fe, la esperanza y la caridad?, o al contrario vivo una vida falta de fe, apartada de Dios, centrada en mí mismo y mis necesidades, vivo en una constante tristeza y desilusión, quejándome de todo, inconforme con lo que tengo, una vida que para nada expresa servicio a mis hermanos en sus necesidades. Sin ánimo de señalar ni hacer sentir mal a nadie, detengámonos pues a pensar en lo que hoy nos dice la Palabra: “Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela”, estar en vela es estar siempre listos para hacer el bien, así como los Scouts y el Dr. José Gregorio Hernández.
Feliz día. Dios nos permita estar siempre listos y no despistados y dormidos a su llegada.
No acumules, reparte 20.10.14
Lectura: San Lucas: 12, 13-21
¿Para quién serán todos tus bienes?
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?".
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea".
Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida. Pero Dios le dijo: ‘;Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?'. Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios".
Reflexión: Con esta lectura se me viene a la mente aquel dicho popular que reza: “Nadie sabe para quién trabaja”. Un hombre rico que tuvo una muy buena cosecha y pensó que ya se había resuelto la vida, que ya podía sentar a echarse airecito y darse la buena vida, se dedicó a acumular bienes materiales y se centró solo en esa acción, lo que no sabía es que no hay nada finito aquí en la tierra que pueda acumular y acumular sin necesitar un desahogo porque al final de cuentas colapsará, ¿Cuál fue su error?, entonces ¿Esta mal hacerse de bienes?, su error, guardar todo para sí, dejo entrar en su vida la avaricia, el poseer, el placer y el hacer, dejando de lado todo lo demás, no esta mal tener cosas materiales y bienes, lo importante es recordarnos siempre que esas cosas no son lo más importante, son solo bienes que están dispuestos ahí para servirnos de ellos y ponerlos al servicio del otro, recuerdo siempre a un compañero de trabajo que decía: “ Yo siempre le doy la cola a todo aquel que me consiga de camino a la empresa porque cuando yo no tenía carro pasaba roncha caminando hasta aquí”. Y lo certifico cuando yo no tenía carro el muchas veces me dio la cola. Es así como debemos actuar, porque caer en el acto egoísta de solo beneficiarme yo si podemos ampliar ese rango de bienestar a otros, si yo favorezco mi entorno, cada día estaré mejor yo, es un efecto bumerang, el bien que doy se regresa y muchas veces amplificado, no nos preocupemos y afanemos en demasía por lo que se queda aquí en la tierra, sino más bien por lo que llena el alma, la palabra de Dios nos dice: "Busquen el reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura”. Mt 6,33. Lo que sea que quieras tener, si es una necesidad en tu vida, Dios te lo concederá, solo que cuando lo tengas recuerda que no es solo para tu beneficio sino que has de ponerlo al servicio del otro. Tal vez cuando te compres el carrito tendrás que darle la colita a un compañero, y si te parece molesto que te pidan la cola, recuerda cuando tú eras el pedaleado.
Feliz inicio de semana. No acumules, reparte así como el eslogan de la lotería.
19 de octubre de 2014
Santos irreprochables 16.10.14
Lectura: Efesios: 1, 1-10
“Nos eligió en Cristo antes de crear el mundo”.
Yo, Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, les deseo a ustedes, los hermanos y fieles cristianos que están en Éfeso, la gracia y la paz, de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado.
Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos: hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza.
Reflexión:
De aquí me llama la atención varias cosas las cuáles vuelvo a citar:
1. Dios nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales y celestiales: Para aquellos que piensan que Dios se ha olvidado de ellos y que no les tira nada al mingo.
2. Nos eligió para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos: para aquellos que piensan que ser santos esta pasado de modo y que es solo exclusividad de los religiosos y sacerdotes y las viejitas que viven metidas en la iglesia, señores la santidad es para todos, no lo digo yo lo dice la Palabra.
3. Por medio de Jesús nos hizo sus hijos y nos favoreció con su gracia: ¿Si eres hijo del Rey de Reyes que haces viviendo como un desgraciado?, es decir sin la Gracia de aquel que te dio la dignidad de Hijo.
4. Por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención: La sangre de Cristo tiene poder, tiene poder, tiene poder, para liberar…así dice el coro de una canción, entonces, ¿Qué haces viviendo como condenado si hay uno que por Amor a ti dio su vida?
5. Hacer que todas las cosas del cielo y la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza: ¿Qué cuerpo humano vulgar y silvestre puede andar descabezado?, ninguno, para poder andar necesitamos tener la cabeza en su sitio, así también en nuestra vida espiritual hemos de dejarnos dirigir por Cristo, que es y debe ser el centro y la cabecera de nuestra vida, sin Él, andamos sin dirección, viviendo a nuestro juicio, que a veces no es tan cuerdo como pensamos.
Nada tendrá sentido si solo manejamos las cosas a nuestro modo, nuestro pensamiento es limitado, el pensamiento de Dios alcanza la plenitud, aspiremos a lo grande, aunque pensemos que alcanzar la santidad dista muy lejos de nosotros, tenemos el aval de que ya dio nos dio el privilegio de hijos, y algo de santidad hemos de haber heredado suyo, y si caemos y metemos la pata, recordemos que la sangre de Cristo tiene el poder para limpiarnos y liberarnos de toda atadura del pecado y del mal. Amén
Feliz tarde, Hijo de Dios, proyéctate hacia la santidad, aunque te cueste, vale la pena intentarlo.
El todo es mayor que la parte 14.10.14
Lectura: San Lucas: 11, 37-41
“Den limosna, y todo lo de ustedes quedará limpio”.
“En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo: "Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo exterior no hizo también lo interior'? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio".
Reflexión: Jesús no se lavó antes de comer, no cumplió con la ceremonia, al parecer el anfitrión estaba muy pendiente de lo que hacía o dejaba de hacer su invitado, enfocado más en la parte que en el todo, fíjense que Jesús termina su intervención diciendo: “Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”. Preocúpense por cosas mayores, como por ejemplo su entorno y las necesidades que hay en el, tantos pobres a su alrededor y se detienen en detalles tan insignificantes como lavarse las manos para comer, cuando hay muchos que nada tienen que comer, con limpiarse las manos no limpiaran su alma, no es así como funciona en el Reinado de Dios que Jesús vino a mostrarnos, las obras de misericordia con el hermano, con la comunidad, con ese todo, es lo que al final de cuentas hará limpieza en nuestro actuar egoísta.
El Papa Francisco en el capítulo IV de la Evangelii Gaudium, sobre la dimensión social de la Evangelización, expresa claramente en el N° 235:
“El todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas. Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del mismo modo, una persona que conserva su peculiaridad personal y no esconde su identidad, cuando integra cordialmente una comunidad, no se anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio desarrollo. No es ni la esfera global que anula ni la parcialidad aislada que esteriliza”.
El mensaje que trajo Jesús no era para unos pocos, ni exclusivo para los que ya conocían la ley, al contrario Él tiene una perspectiva que arropa el todo y no que favorece la parte, por eso no se detiene en tonterías, porque mira más allá del legalismo religioso, sabiendo que lo importante no está en lo externo sino en lo que lleva el corazón del hombre en su interior, y que esa grandeza interna se desborde para favorecer a todos y no a una parcialidad. ¿Tus acciones van en beneficio del todo o de una pequeña parte de la sociedad? Lo que sea que hagas hazlo siempre pensando en que la mayoría salga beneficiado y que no queden sectores excluidos, cada acción suma para favorecer el todo, de esta manera estaremos contribuyendo con la expansión del Reinado de Dios aquí en la tierra y estaremos siendo impulsadores del progreso que tanto esperamos en nuestro país.
Feliz día, deja de fijarte en detalles irrelevantes y ocúpate del todo que aguarda una acción específica de ti. Parafraseando al P. Francisco. “No seas esfera global que anula ni parcialidad aislada que esteriliza”.
Libres, no esclavos 13.10.14
Lectura: Gálatas: 4, 22-24. 26-27. 31-5,1
No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre.
Hermanos: Dice la Escritura que Abraham tuvo dos hijos: uno de la mujer que era esclava y el otro de la que era libre. El hijo de la esclava fue engendrado según las leyes naturales; el de la libre, en cambio, en virtud de la promesa de Dios. Esto tiene un sentido simbólico. En efecto, las dos mujeres representan las dos alianzas: Agar representa la del monte Sinaí, que engendra esclavos y es figura de la Jerusalén de aquí abajo. Por el contrario, la Jerusalén de arriba es libre y ésa es nuestra madre. A este respecto dice la Escritura: Regocíjate tú, la estéril, la que no das a luz; rompe a cantar de júbilo, tú, la que no has sentido los dolores del parto; porque la mujer abandonada tendrá más hijos que aquella que tiene marido. Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre. Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.
Reflexión:
Dos mujeres, dos símbolos, la esclavitud y la libertad, fíjense por un hombre, Adán, entro el pecado en el mundo, el hijo de Agar nació según las leyes naturales es decir estaba atado a esta descendencia del pecado, de la desobediencia de nuestros primeros padres, era esclavo. En cambio Isaac, el hijo de la libre, Zara, viene al mundo por una promesa dada por Dios, al igual que Jesús, quién nace como promesa de salvación. Dios nos ha hizo libre a través del cumplimiento de esta promesa. No sé si recuerdan la película 12 años de esclavitud nominada y ganadora a los premios Oscar del 2013. La película está basada en la autobiografía de Solomon Northup, un mulato afroamericano nacido libre en el estado de Nueva York que fue secuestrado en el Distrito de Columbia en 1841 para ser vendido como esclavo y que trabajó en plantaciones en Louisiana durante 12 años hasta su liberación. Imaginen habiendo nacido libre, tuvo que vivir como esclavo todo ese tiempo. Él es golpeado para obligarlo a ocultar su identidad de hombre libre, y mantener el nombre de Platt. Mientras trabajaba en los campos para la siembra, Northup es llamado por el sheriff local, que llega en un coche con otro hombre. Preguntan acerca de la vida pasada de Northup, el sheriff hace una serie de preguntas para contrastarlo con los hechos de su vida en Nueva York. Northup reconoce al compañero del sheriff como un comerciante que conocía de Saratoga, y se da cuenta que el hombre ha llegado a liberarlo. Después de ser esclavizado por 12 años, Northup vuelve a la libertad y es devuelto a su familia.
¿Qué tiene que ver este tema de esclavitud con nosotros? Lo que le paso a Solomon puede estar pasándonos en este instante, tal vez hay cosas que nos están esclavizando en este momento y no nos damos cuenta, a lo mejor estamos secuestrados por ellas y no lo sabemos, entre ellas pueden estar: una vida disoluta, los vicios, la mentira, el materialismo y la ansiedad de tener cada día más, la vida alejada de Dios, el orgullo, el egoísmo, la vanidad, la rebeldía en el no aceptar la voluntad de Dios, la dejadez, la apatía, la infidelidad, y todo eso se resume en una sola palabra “PECADO”. El pecado nos ata y nos esclaviza, vuelve inmóvil nuestra vida y no nos deja avanzar, el remedio no es el callarse y resignarse sino darnos cuenta de que hay alguien que vino para que nosotros fuéramos libres y dio su vida por nosotros, es la promesa de Dios hecha carne, y ese alguien es Jesús. Somos libres gracias a Él, y Él nos ha mostrado el camino de la redención, ¿Por qué seguir empeñados en mantener en nuestras manos atadas a los grilletes del pecado, si podemos alcanzar del Padre su Misericordia?
Deja ya la rebeldía de corazón y muéstrate ante Dios con todos tus lastres, para que Él te limpie y vuelvas a vivir en la libertad que se te ha sido dada como hijo de Dios que eres. Deja atrás el hombre viejo y esclavizado y vive la vida de un hombre nuevo y renovado por la Gracia divina.
Recuerda a ti te parió La libre no la esclava, no vivas 12 años de esclavitud pudiendo vivir una vida entera en completa libertad.
Feliz tarde, hijo de la libre.
Rígidez y flexibilidad 10.10.14
Lectura: Lucas (11,15-26)
En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.»
Reflexión: Les confieso que esta lectura me puso a pensar mucho más de la cuenta para escribir, me llama la atención en particular el pedacito que dice: “ Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa”, en otra traducción aparece: “Todo reino dividido va a la ruina…”. De divisiones hemos oído hablar mucho últimamente, división social, política entre otras, pero hoy en especial quiero hablar de la división interna que puede existir a veces dentro de nosotros mismos, cuando la mente y la voluntad están totalmente divorciados, en esa inestabilidad ¿Quién hay que pueda mantenerse en pie?, tal como lo expresa la lectura, tarde que temprano esa casa se derrumba.
Estoy leyendo un libro que hace referencia sobre el pensamiento rígido y flexible, aunque a simple vista pudiéramos pensar que el pensamiento rígido es más fuerte, apilado y difícil de derrumbarse pues no es así, es el más falible de los dos, una persona con pensamiento rígido obedece a criterios preestablecidos y no admite variaciones de ningún tipo, y cuando existe algo que se opone a lo ya fijado pues entonces tiene lugar la inestabilidad, el desequilibrio, la mente rígida no acepta equivocaciones, y muchas veces los aciertos están fijados a sus criterios propios, que cabe destacar son su verdad, pero eso no significa que para el resto del mundo sean una verdad, el autor del libro, Walter Rizo, pone un ejemplo que me llamó mucho la atención, aquí se los comparto:
A un hombre le preguntan ¿Bailas?,
No.
¿Por qué no lo intentas?
Porque no quiero equivocarme. Si voy hacer algo debo hacerlo perfecto.
Si nunca lo intenta ¿cómo es que lo hará perfecto?, Si no se equivoca la primera vez, ¿cómo es que piensa aprender a hacerlo bien?. Esto puede pasarnos, me pasa a mí frecuentemente, estamos tan arraigados en lo que ya conocemos que al presentarse situaciones nunca antes vividas decimos, no esto no lo puedo hacer porque no me saldría bien, lo dañaría todo, seguro me equivoco, Y ¿qué pasa si te equivocas?, aprende a reírte de ti mismo si lo haces mal, saca lo positivo de eso. Todo forma parte de un aprendizaje, no hay porque temer a equivocarse, al final de todo, eso es la experiencia. No dividas tu reino interior, bájale dos a la rigidez y flexibilízate ante las cosas e ideas nuevas que se te presentan, recuerda que un reino dividido fácilmente puede ser destruido.
Para finalizar les dejo con una trilogía de pensamientos que me fueron enviados hace algunos días y son dignos de ser compartidos, además de que van muy a tono con el tema:
“Una experiencia nunca es un fracaso, siempre viene a demostrar algo”. Thomas Alva Edison (1847-1931) Físico e inventor estadounidense.
“La experiencia no consiste en lo que se ha vivido, sino en lo que se ha reflexionado”. José María de Pereda. (1833-1906) Escritor español.
“La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. Aldous Huxley (1894- 1963) Novelista, ensayista y poeta inglés.
Feliz fin de semana, flexibilízate y aprende a reírte de lo que te sucede.
Pedir y darse 09.10.14
Lectura:
"Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, porque quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abrirá". Mt 7,7
Reflexión: Esta mañana cuando iba de camino al trabajo le envié un mensaje a una compañera a quién quiero mucho, le escribí para pedirle algo, decía así: “Buen día, ¿cómo estás? De casualidad no hay una arepita para mí”. Yo tenía mucha hambre y sé que ella muchas veces me lleva desayuno sin que yo se lo pida, no todo el tiempo pero si con gran frecuencia, y recordé que en algún momento me dijo, cuando quieras arepita me la pides temprano.
La respuesta a mi petición el día de hoy, fue: “Si, de casualidad si hay arepita, pasa por aquí cuando llegues”. Comprobadísimo entonces lo que dice la Palabra de Dios el día de hoy, muestra de ello la arepita que recibí y esta reflexión, ya que a petición de una lectora que me escribió para decir que volviera a escribir que ella lo necesitaba, pues entonces aquí estoy nuevamente.
Me llama la atención que siempre vivimos pidiéndole cosas a Dios, pero pienso en algo, si nosotros somos las manos de Dios en la tierra, y si todos nos dedicamos a pedir y no a dar, ¿Qué pobre o necesitado podrá recibir algo, si mis manos están abiertas para recibir y no para dar?. Actualmente me encuentro leyendo la encíclica del Papa Francisco: “La Evangelli Gaudium, La Alegría del Evangelio”. Y en su capítulo IV La Dimensión social de la Evangelización, expone claramente en su numeral 199, lo siguiente:
“Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro . Esta atención amante es el inicio de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cuál deseo buscar efectivamente su bien. Esto implica valorar al pobre en su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe. El verdadero amor siempre es contemplativo, nos permite servir al otro no por necesidad o vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia: .”
El corazón de Dios siempre tiene preferencia por los pobres, y en ese preferirlos los favorece, nosotros somos favorecidos por Él, por el amor que nos tiene, pero la dimensión del Evangelio nos lleva más allá de solo sentirnos amados, sino también de amar al otro, y amar al prójimo implica darse a él, en la misma medida que me siento amado por Dios y recibo, en esa misma medida me dispongo a dar al otro, cabe destacar que pobre no es solo aquel que carece de cosas materiales, sino que carece de fe, de afecto, de atención, en fin todo aquel que en algún momento tenga necesidad de algo, hay mucha gente que necesita a nuestro alrededor, pero si nos enfocamos solo en pedir y recibir, difícilmente podremos identificar lo que el otro necesita para dárselo.
La invitación es pues a enfocar nuestro mayor esfuerzo en ayudar a Dios en esa acción de dar al que pide, si está en nuestras manos, seamos pues el instrumento que Dios use para dar al otro y demostrarle su grandeza y amor, y no nos preocupemos tanto por lo que hemos de recibir pues seguramente Dios dispondrá de otro instrumento para hacernos llegar lo que nos hace falta, como la arepita pues que llega con frecuencia, pidiéndola yo o no.
Feliz y Santo día para ti, pide pero también da.
Dedicado en especial a aquella que siempre con cariño me trae mi arepita.
Siempre regresa 23.09.14
Lectura:
"Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios". 2 Co 4,9
Reflexión: Perseguidos y abandonados. Confieso que hoy no sentía inspiración para escribir pero creo que al final ella, la inspiración siempre regresa. No nos pertenece solo viene y va porque es libre.
Sigamos...
Perseguidos ¿por quién?, pues no se me ocurre más nada que decir que ser perseguidos por la tristeza que muchas veces nos arropa y se queda pegada a nosotros como si tratase de nuestra piel. Y déjenme decirles que no es así, la tristeza es solo un estado de ánimo, es finito, no tiene porque hacerse perenne en nuestras vidas.
Muchas son las situaciones que pueden traernos consigo sentimientos de tristeza, es bueno sentirla, pero no quedarse anclada en ella, las razones por las que muchas veces nos quedamos ahí detenidos es porque nos cuesta mirar más allá de lo que nos está pasando, no tenemos la visión y mucho menos pensamos que pueda venir algo mejor, y sino hay nada mejor entonces mejor me quedo llorando, cuando era pequeña recuerdo que cuando me caía, lloraba y luego me levantaba y seguía jugando, fácilmente podía pasar del llanto a la risa, me pregunto ahora: ¿No podría tener esa misma actitud ahora?, creo que sí, es solo cuestión de estar consciente que el dolor es algo momentáneo y que pronto pasara, "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", dicen por ahí, en atención a esto se hace imprescindible buscar siempre la salida, ir avanzando para no dejar que la tristeza se adhiera y se vuelva un estado permanente en nosotros. Es necesario pues entrar en contacto con la alegría que yace dentro de cada uno de nosotros, en estos días estuve leyendo un subsidio que emitió la conferencial episcopal de Venezuela para ser usado el próximo mes con motivo del mes de la Biblia, el cuál dice:
“Así como los árboles no empiezan su existencia por las ramas sino por la raíz, la alegría no nace de la voluntad ni de una declaración, sino que proviene de nuestro modo de estar en el mundo. No se trata de vivir para estar alegre, sino de sentirnos alegres por la vida que vamos eligiendo.
Cuando nos propongamos la alegría como un fin y salgamos a buscarla terminaremos casi siempre por encontrar dos de sus más pobres imitaciones. El placer y la diversión. El placer se agota una vez conseguido y pide ser renovado de inmediato. La diversión es una pompa de jabón: su estallido dura un segundo y luego no hay más.
La alegría, en cambio, sobreviene a lo vivido, a lo experimentado, incluso a lo padecido. No nos atrae como un anzuelo: es un perfume que emana de nuestro vivir.
El monje benedictino alemán Anselm Grün, lo dice de una manera sencilla “No es posible decretar la alegría. Ella es la expresión de una vida plena. No puedo ansiar la alegría por sí misma, pero sí puedo intentar vivir mi vida con todos los sentidos. Entonces tomaré contacto con la alegría que hace tiempo se encuentra en mí”.
Quiero pues terminar estas líneas diciéndome a mí misma y a ustedes. que si se puede ser feliz con lo que vamos viviendo aunque no sean tan grato lo que este aconteciendo en este momento.
Feliz día, no hay mal que dure cien años pero si hay alegría que pueda combatirlo. La inspiración y la Alegría siempre regresan.
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