1 de mayo de 2014
¿Acaso seré yo el que le traiciona? 16.04.14
Lectura:
San Mateo: 26, 14-25
¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado!
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: "¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?" Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselo.
El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?" El respondió: "Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: 'El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa' ". Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua.
Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce y mientras cenaban, les dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme". Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: "¿Acaso soy yo, Señor?" Él respondió: "El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido". Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: "¿Acaso soy yo, Maestro?" Jesús le respondió: "Tú lo has dicho".
Reflexión:
¿Acaso sere yo el que te traiciona?
Hay que ser cara dura para ser culpable de algo y preguntar a otro ¿soy culpable?.
Muchos son los que cometen crímenes y andan en la calle con sus caras bien lavadas. Y lo peor es que se sabe quiénes son y nada pasa, la impunidad reina en estos casos. Jesús en su tiempo vivió de cerca estas cosas, y siempre levanto la voz ante ellas, hoy en el texto le dice a Judas: "Más le valiera a ese hombre no haber nacido"
No quisiera que Dios dijera eso de mí nunca.
¿Podemos traicionar a Dios?¿De qué manera?. Cuando se entrega al otro a la pena para beneficio nuestro.
Cuando se especulan los precios de los productos y se hace que otros paguen hasta 4 veces su valor.
Cuando se roban los insumos de los hospitales, sabiendo que los mismos son para el servicio de la comunidad.
Cuando veo que otros pasan trabajo y soy incapaz de hacer algo para alivianar su necesidad.
Cuando se cometen injusticias y se condenan inocentes, solo porque se necesitaba un chivo espiatorio a quièn hacer pagar.
Cuando la corrupción invade todos los ámbitos y se hace que se paguen por servicios que son gratis.
Con todas aquellas acciones donde se antepone tu beneficio sin tomar en cuenta que estas pisoteando y entregando al otro, alli estamos entregando a Jesús, una vez más.
¿Acaso soy yo el que hace algo de esto?
Rectificar es de sabios y estamos a tiempo.
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