5 de diciembre de 2014
La Roca - El Peñol 04.12.14
Lectura: Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21.24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.
Reflexión: Quiero comenzar resaltando esta frase: “No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial”. Vivimos con el Señor en la boca pero no en la acción, ¿Cómo es esto?, Señor ayúdame a conseguir un trabajo, Señor me hace falta esto o aquello, Señor sería mucho pedir si me dices directamente que es lo que debo hacer, Señor ampáranos de todo mal, y otros tantos viven hablando del amor de Dios y de su palabra y te lo presentan tan bonito que tú crees que ya estás en el cielo, en fin para muchas cosas invocamos su nombre y hay que estar claros a veces parecemos niño chiquito que para todo llama a la mamá, y no se trata de que ahora no lo vayas a nombrar, ni a solicitar su ayuda, y darle Gloria a su nombre, sino que esa acción de invocar su nombre debe ir acompañada de una acción inmediata, reconocer la grandeza de Dios me lleva a orientar lo que soy en función de lo que Él me plantea como forma de vida, la vida de fe que ayuda a calar el evangelio en el mundo, no una vida desprendida del mundo; sino en el mundo, accidentándome con lo que padece el mundo, no viviendo en irrealidades celestiales, si tu fe no te mueve de la comodidad en la que solo te conformas con el cumplimiento superficial de algunas normas, y vivir solo lo bello de la religión estas meando fuera del perol. ¿Qué hago con decir Dios es amor y la gente cuando me ve dice ahí llego el (la) malasangre ese(a)?, ¿Qué hago con rezar el Padrenuestro y no perdono las faltas del hermano?, ¿Qué hago con ir a misa si no doy palabras de ánimo o aliento al que sufre?. Jesús nos dice: “todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca”. ¿A qué roca se refiere? Me hace recordar una roca que visite en mis vacaciones, se llamaba La Piedra del Peñol o Peñón de Guatapé es un monolito de 220 metros de altura localizado en Guatapé (Antioquia, Colombia).Está compuesta por cuarzo, feldespato y mica. Actualmente se puede acceder a su cumbre subiendo 649 escalones construidos en el monolito. Su volumen: 22 millones de m3, Densidad 3000 kg/m3, para un total de 600 millones de Toneladas. Perímetro: 770 m. Altura sobre el nivel del mar 2137 m. Pienso en su gran tamaño y parece realmente indestructible, creo que nadie podría acabar con ella, tomó el ejemplo del Peñol e imagino que tal si mi vida de fe estuviese montada sobre esa gran Roca, ¡waoooo!, sin duda alguna sería totalmente inquebrantable, pero en la realidad a veces no es así, más bien pareciera que mi fe esta sobre arena movediza, piso resbaladizo, que en cualquier descuido ¡pum! Se viene abajo. Una vez alguien me dijo si tu vida no tiene el pilar espiritual cualquier fallo que tengas en lo personal, profesional o familiar te derrumbará, porque cuando uno de esos
falla el pilar que nos sigue sosteniendo es Dios. También hoy leí de una reflexión que me pasaron que: “La solidez no viene de la casa en sí, sino del terreno, de la roca”. Tú puedes haber alcanzado muchas cosas a lo largo de tu vida pero si todo eso no ha tenido como base a Dios en cualquier momento quedarás en el aire. Tu matrimonio, tu trabajo, tus estudios, tu servicio, tu familia, tu noviazgo, tus proyectos móntalos sobre esa gran roca que es la Palabra de Dios y verás que venga lo que venga jamás quedarás guindando.
Feliz tarde. Firme sobre la Roca y no guindando.
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