15 de abril de 2014

Sàlvame, Señor en el peligro. 11.04.14

Lectura: Del salmo 17 Sálvame, Señor, en el peligro. Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo. Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte. En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité a mi Dios; desde su templo, Él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos. Reflexión: Es un salmo para orar con él en tiempos de tribulación. El patrón judicial puede explicar muchos elementos de este salmo. Alguien ha sido acusado o perseguido injustamente acude con su demanda ante el tribunal de Dios. Es inocente, como puede comprobar la mirada escrutadora de Dios, ha ceñido su conducta a los mandamientos divinos. Ahora al amparo del templo expone su situación de cerco y opresión. Los perseguidores o acusadores son crueles como leones, impactante implacables, porque en sus entrañas no cabe ni un mínimo de bondad. El juez divino ha de ver, escuchar y responder. Más aún se le pide que se levante como juez o como guerrero y que aplique la sentencia o libere con la espada al inocente. El orante como justo, recibirá la recompensa, y también sus descendientes. Esto sucederá al despertar. (tomado de los comentarios de la Biblia de nuestro pueblo). Luego de estos comentarios no me queda más nada que acotar, solo que cualquiera que sea tu causa Dios te hará justicia. Feliz Viernes de concilio.

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