19 de marzo de 2013
Duelo
Ella:
Miro desde la ventana hacia el pasado, estuve allí y no te vi, aunque mirándote estaba.
Muchos encuentros donde no te veía.
Ausencia de ti en muchos presentes, luego apareces en este momento finito con una sonrisa de niño, con una mirada que siento que me toca.
Lloro porque quedo extasiada en esa mirada perdida, que sueña un imposible que también yo sueño.
Lloro porque tuve tiempo de verte en el pasado y no te vi, o más bien con estos ojos no te veía.
Lloro porque quiero un abrazo que dure más tiempo y no un simple momento que se vuelve eterno en mi mente.
Lloro porque aún cuando el pasado haya pasado y el futuro todavía no llega, aún en este finito presente, ya mis ojos han llegado tarde.
Lloro porque deseo tocarte y no debo.
Lloro porque deseo besar tú boca y no debo.
Lloro porque deseo pensarte y no debo.
Lloro porque pudo ser desde el pasado pero llegué tarde.
Lloro porque ahora te veo en este finito presente pero no debo mirarte.
Llegué tarde.
El:
Una lágrima se escapa,
Furtiva baja por mi mejilla...
Se escapa por la finitud del presente, se escapa porque conoce cuanto me arden los labios que se han desgastado infinitas veces en el finito presente de mis deseos.
Se escapa de entre mis manos que te conocen más que a su propia palma, aunque jamás te han tocado como desean.
Se escapa, al fin, porque contenerse no puede y resistirse no sabe...
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